Capítulo 10

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En la cena, las humanas hicieron una llamada con video, también conocido como videollamada, para cenar una frente a otra.

- Alba, ¿cuando fue la última vez que Queen comió? - preguntó la morena por mis insistentes acercamientos a sus macarrones.

- Ehm... imagino que desde que saliste. - respondió. - ¿No tienes nada ahí para ella?

- A menos que coma macarrones no tengo otra cosa.

- ¡No! - respondió con ojos de pánico a pesar de la broma de la morena. - Que se me pone mala. A ver, ¿puedes comprarle algo? - preguntó - Claro, sólo si no es molestia sino puede esperar hasta mañana cuando amanezca.

- Como voy a dejar a mi hija sin cenar. Ya vuelvo - dijo y se paró y tomó las llaves.

- ¡Natalia, tú comida! Que Queen se la come - levantó el tono de voz al ver mis acercamientos veloces.

- Alba, no has criado bien a tu hija - dijo llevándose el plato a un lado y tapándolo con otro plato.

- Ya vemos como criaras tú a tu gatete.

- Las dos lo haremos, no ves que ahora estamos juntas, lo vamos a criar juntas. - Alba esbozó una sonrisa a la que Natalia correspondió de la misma forma. - Bueno te dejo aquí a Queen, para que hables con ella por llamada - dijo inclinando el móvil delante mío.

- Perfecto.

- Ah y ¿algo que deba saber? ¿no será Queen vegetariana o algo? No vaya ser que compre algo erróneo y a ver quien se lo come - dijo vacilando a su chica.

- No seas tonta, anda, yo me quedo acá conversando con mi hija - respondió tras soltar unas carcajadas.

Natalia se despidió con un beso desde la puerta que era hacia donde enfocaba el móvil. La rubia tomó un par de cucharas de su sopa mientras y luego perdí la atención, girando la vista hacia la cena de la morena. No era mala pero el olor me podía.

- Hey, no, Queen - reprochó mi futura acción. - Ahora viene Nat.

Al volver a girar hacia Alba vi como la imagen se movía y ella aparecía más cerca.

- Hala, en lo que la esperamos ¿que tal si nos tomamos fotos? - preguntó.

Estuve viéndola y en momentos en los que estaba a punto de acercarme a el plato me llamaba e intentaba que dirigiese mi mirada hacia ella.

A la llegada de la morena continuaron con su cena pero antes sirvió una masa extraña en otro plato, no se veía nada apetitoso. Pero si olía bien, tras el primer bocado todo mejoró.

- Ahora si, sigamos con nuestra cita - dijo la pelinegra acercándose con su plato hacia el móvil en donde estaba Alba.

- Que buena cita virtual - dijo la del otro lado de la pantalla.

- La mejor de tu vida, guapa. ¿Y de que hablaron con Queen?

- Pues iba en todo momento a por tu comida y en los momentos en los que me hacia caso le tome un par de fotitos con la captura de pantalla - respondió.

- Ay, pero si quieres fotos, dímelo - respondió. - Yo te voy a mandar fotos todos los días para que veas que bien la cuido.

Luego de cenar la pareja se despidió prometiéndose llamar a la mañana siguiente. Natalia se dirigió al segundo piso apagando las luces a su paso. La seguí hasta una habitación en donde se puso el pijama para luego acostarse.

- ¿Vienes a dormir conmigo? - preguntó en la oscuridad.

Su cama era realmente extensa y suave, así que decidí acercarme a ella para dormir. Comenzó a mimarme desde las orejas hasta el lomo, también por el cuello. No pude evitar los ronroneos causados por la relajación transmitida a través de las caricias de la morena. No se detuvieron hasta que el cansancio se apoderó de mi.

- Buenas noches, baby.

Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora