Capítulo 13

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Al día siguiente, en una de sus rutinarias llamadas, las humanas se encontraban felices.

- Nat, que el video está guapísimo y tu voz... es bellísima - decía Alba por videollamada. - ¿No me dijiste que no pensabas subirlo nunca a tus redes?

- Así es, pero Pelusín aparecía y hacía del video realmente adorable - vi la mirada de no entender de la rubia.

- ¿Pelusín?

- Queen, la llame así de pequeña - la rubia soltó una carcajada tras esa respuesta. - No me la cambies de nombre, que luego se me confunde y le da una crisis de identidad.

- Si en verdad le puse un nombre feo de pequeña, Queen va mejor - dijo con carita embobada frente a Alba.

Lo bueno es que dejará de llamarme de esa forma.

- Mi amor, te dejo - se despidió la rubia. - Voy a terminar este cuadro, que es para el jueves y no voy ni a la mitad.

- A mi nunca me has dado ningún cuadro - se quejo la morena con un puchero. - Necesito uno para tenerlo acá y verlo todos los días para apreciar el arte de mi novia.

- Si nunca me has pedido uno.

- Pero como voy a pedirte yo, mi novia debería darme uno, uno especial.

- Bueno ya veremos que se hace.

Se despidieron y luego nos pusimos a ver una película con la morena. Con la relajación de las caricias de Natalia no pude evitar caer en el sueño no tan pesado debido a que sentí como unas manos me aguantaban a la vez que se encaminaban al segundo nivel y un par de besitos en la cabecita para luego sentir las manos siendo reemplazadas por la comodidad de la cama.

No sé cuanto tiempo llegue a dormir hasta que voces hicieron que despertase poco a poco.

- ¿Y que tan cachondita estás, cariño? - escuche a Alba a través del aparato que se encontraba apoyado a lado de la almohada.

- Amor, te extraño tanto... - salió del los labios de la morena con dificultad.

- No te detengas, no dejes de moverlos sino te lo digo yo - continuó - quiero que me des más de dos orgasmos.

- Albi...

- Si vas a seguir con esa vocesita, no voy a aguantar mucho que digamos - comenzó a dificultarse la voz de la rubia también.

- Te quiero - fue lo ultimo que llego a decir para que luego reine el silencio que trae consigo el cansancio previo.

- Te quiero más, churri - vi a Alba cerca de la pantalla. - ¿Queen? Nat, me dijiste que no estaba en la habitación.

- Estaba durmiendo como un tronquito, pensé que no despertaba - se excusó la morena.

- Pero que situación - dijo tapándose los ojos y la frente. - Joder, que asco - separó rápidamente sus dedos de su rostro.

- No me digas que... - carcajeó la morena - eres una guarra. Ni te limpias, pobre de mi Queen que luego te da besitos en toda esa cara guapa.

- Natalia, tú no hables que en esta cara he tenido otros líquidos más por culpa tuya - a la morena se le encendieron los mofletes - y tú ni que decir, con lo bien que me comes el coño.

- ¡Alba! no delante de Queen, por favor. ¿Que se pensara de sus madres?

- Digo lo mismo, que haces guarradas a su lado.

No pude seguir con la situación, intenté meterme de bajo de la otra almohada y seguir durmiendo. Un día me va a dar algo.

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