Cuando esas palabras salieron de su boca, mi labio inferior comenzó a temblar y apreté el agarre en su mano.
-No conoces nada de mi, Bil. Ni yo de ti. -le dije. -¿Cómo puedo importarte?
Suspiró y se giró hacia mi, apoyando su brazo libre en el volante.
-Tengo sentimientos aunque no lo parezca. Sí, tú y yo follamos cuando nos da la gana pero no quiere decir que no podamos hablar. Y conocernos. -su pulgar volvió a acariciar mis nudillos.
Mi corazón latió con fuerza cuando me miró de esa forma tan... ¿Cariñosa? Oh no... no seas estúpida. Toda persona a la que amas se va de tu lado, Ashley.
-No me mires así. -dije apartando mi mirada y dirigiéndola a nuestras manos.
-Te haces la dura. -dijo y la miré arrugando mi entrecejo. -Lo se porque yo tambien soy así. Escondo mis sentimientos y hago ver que no me pasa nada, pero sí me pasa. Y tú te has puesto a llorar de repente y es por algo.
Pasé mi mano libre por mi cabello.
-Mi vida es una mierda. ¿Vale? Todo es una mierda y no consigo superar nada. -mi voz se rompió. -Todo aquel al que quise alguna vez, se ha ido de mi lado, estoy echa una mierda por dentro, joder.
Una lágrima bajó por mi mejilla.
-Te escucho. -dijo acercándose un poco a mi.
La miré a esos ojos tan azules y me perdí en ellos, cogí aire y miré al frente.
-Hoy he discutido con mi padre... Tampoco ha sido tan grave como otras veces pero la ira me consume, y cuando me enfado saco mi lado... malo, por así decirlo. -la miré. -Y cuando me siento como una mierda es cuando todo mi pasado vuelve, empiezo a recordarlo todo y duele...
-¿Qué te pasó? -quiso saber. Miré al frente y sequé mis lágrimas.
-Me abuchearon durante años por gritarle al mundo que me gustaban las chicas. Los chicos mayores me insultaban, me hacían bromas muy feas, se reían de mi y eso provocaba que todo el mundo les siguiera el rollo. -escuché que se sobresaltó. La miré.
-Si-sigue. -dijo. Vi que sus ojos se humedecieron.
-Mi mejor amiga... amigo, era Marcus. Era un chico atrapado en el cuerpo de una chica, Marie, y me lo dijo a los diéz años. Él y Justin fueron mi gran apoyo cuando tenía cinco años y Harper murió, no sabía con quien jugar, me sentí sola de repente. -las lágrimas volvieron a hacerse presentes. -Me convertí en una chica muy sensible, todo me afectaba y todo empeoró cuando a los doce llegamos al instituto. Marcus sufría bullying por vestir como a él le gustaba, llevaba el pelo corto y todo el mundo lo insultaba, le pegaban... -sequé mis lágrimas, pero continuaban brotando. -Hasta que un día, quise hacerme fuerte por él, dejaron de importarme los insultos y empujones y comencé a plantarles cara a esos chicos que pegaban a Marcus... Pero él estaba muy jodido, sus padres no lo aceptaban y dejaron de quererle, y cayó en una profunda depresión... Ya no sonreía, ya no bromeaba... Hasta que un día mis padres me dieron la noticia de que se había ido para siempre, fué cobarde y se fué. La valentía que él me enseñó aún permanece en mi, pero él no pudo más...
-Dios mio Ashley... -dijo.
Comencé a llorar y Billie me atrajo hacia ella, abrazándome fuerte.
Escondí mi cabeza en su pecho y mientras escuchaba el acelerado latido de su corazón, descargué toda mi tristeza.-Joder... lo siento tanto... -susurró mientras me abrazaba. -Yo también sufrí bullying. -dijo con la voz rota. -Fué la peor época de mi vida.
Apretó su agarre y comenzó a acariciar mi pelo.
Me sentía tan segura entre sus brazos...
Me mantuve en silencio, yo también quería conocer su pasado.-Yo nunca me he gustado, siempre he odiado mi cuerpo y todo de mi. -dijo. No podía creérmelo. -Asistía a una academia de baile a los once, y todas las chicas eran delgadas, finas. Encambio yo me veía ancha, gorda, fea... Bailando lo superaba todo, todas mis inseguridades. Pero me lesioné la cadera y tuve que dejarlo... odiaba tanto a mi mente que acabé odiándome más a mi misma y... caí en una depresión. Lo peor fué cuando en el instituto, los más mayores, comenzaron a burlarse de mi por mi ropa ancha. Pero a mi me gustaba vestir así, nadie sabía como era mi cuerpo y no podrían juzgarme jamás, me sentía cómoda. -me separé un poco y la miré a los ojos. Estaba llorando... -Aparte de la depresión, me diagnosticaron bulímia. Vomitaba todo lo que comía por tener tantos complejos, y entre el bullying, la bulímia, la depresión y el odiarme a mi misma... quise acabar con mi vida.
Mi corazón se estrujó cuando escuché esas palabras. Llevé mis manos a sus mejillas y sequé sus lágrimas con mis pulgares, pero continuaban brotando, al igual que las mias.
-Billie... -susurré.
-Una tarde estaba en el baño de mi casa, en el suelo llorando... no quería seguir más, y...
La atraje hacia mi, dejé que me abrazara con fuerza mientras su cabeza se escondía en mi cuello.
Ver a Billie tan indefensa me dejó aturdida, conocer su pasado, sus miedos y debilidades fué demasiado para mi.-Entiendo a Marcus. -sollozó en mi hombro. -No lo culpes, él intentó por todos los medios continuar, seguro que lo hizo. Pero yo almenos tuve suerte de... de que mis padres y mi hermano me ayudaran. -dijo separándose de mi. -Joder, se me hace raro hablar de esto contigo. -rió entre lágrimas.
Reí también.
-Como tu has dicho, que tengamos sexo no significa que no podamos hablar. -le dije. Sonrió y provocó que mi sonrisa augmentara. -Me alegro de que estés hoy aquí, Billie. Me alegra haberte conocido.
Sonrió triste, vi en sus ojos que iba a volver a llorar pero detuvo el llanto cuando se inclinó hacia mí y me besó.
Mi pecho se infló y me dejé llevar, intentando curar mis cicatrices con sus suaves labios.
Llevé mis manos a sus mejillas y ella hizo lo mismo, nos besamos de una manera demasiado lenta, tan lenta que aceleró mi corazón hasta límites que no conocía.Éramos dos personas rotas que intentaron reconstruirse en ese beso, dos personas con un pasado que aún cargaban a su espalda.
Pero con ella me sentía bien, me sentía yo misma.
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FIRESTONE (Blue Fire)
أدب الهواةImpulsiva, problemática y cabezota. Una chica con un pasado difícil, el culpable de su mal humor. Ashley Jones conocerá a alguien que va a complicar aún más su vida. Alguien con un caracter parecido al suyo. Los polos opuestos se atraen. Pero ... ¿...