FIRESTONE (Blue Fire)

~Chapter 29~

Al final acabamos todos frente la lápida de Harper, despidiéndonos de ella otra vez.

Besé la palma de mi mano y la posé sobre su nombre. Una lágrima bajó por mi mejilla, pero sonreí. Esté donde esté estoy segura de que nos siente, o almenos eso quiero creer.

-¿Qué os parece si vamos todos a tomar un batido? -preguntó mi padre secando sus lágrimas y tomando la mano de mi madre.

-Sería genial Zach. -dijo Justin.

Billie me miró buscando alguna aprovación por mi parte, sonreí y me sonrió de vuelta.

-Id con Billie. -le dije a Lauren y Justin. -Nos vemos en la cafetería de siempre.

Asintieron y nos pusimos rumbo a esa cafetería.
Allí me senté junto a Billie y Lauren, justo delante de mis padres y Justin.
Estábamos en silencio, cabizbajos y tristes. Pero era normal...

-¿Cómo supiste que estaría allí? -le pregunté a Billie.

Miró a Lauren.

-Habló con Camila y le dijo lo que haría hoy, Camila me avisó y... tuve que venir. No podía quedarme en casa. -contestó dirigiendo la mirada hacia mi.

Sonreí y por debajo de la mesa, cogí su mano.
Sus ojos se fueron hacia allí y luego me miró con una sonrisa.

-Billie. -dijo mi padre sacándonos de esa burbuja.

Lo miró asustada.

-Gracias por apoyar a mi hija. -le dijo. -Veo que eres un gran apoyo para ella y... me alegra.

Billie sonrió y me miró fugazmente.

-No me de las gracias, señor Jones. Ashley sabe que puede contar conmigo siempre. -contestó con esa voz que me sacaba de órbita.

Mi padre sonrió.

-Eso es genial. Y llámame Zach, por favor. -dijo mi padre.

Escuché a Lauren aguantar su risa a mi lado.
Ver a Billie tan nerviosa me daba mucha ternura y aún más tierna me parecía cuando agachaba la cabeza porque quería esconder sus mejillas rosadas.

Tomamos el batido mientras mis padres nos explicaban historias y aventuras mias y de Harper cuando éramos pequeñas.
Aguanté mis lágrimas, quería recordarlo con una sonrisa.
Pero mi madre no pudo aguantar y lloró en silencio, mientras escuchaba hablar a mi padre.

-Quedaos a cenar, por favor. -dijo mi madre una vez estábamos en el parking de la cafetería.

Mis amigos me miraron y me encogí de hombros.
Todos sabían que mis padres no querían volver a casa, a la rutina de ver la televisión los dos solos, o los tres.
Querían hacer algo diferente.

-A mi me parece genial. -dijo Billie a mi lado.

-Podemos hacer una fogata. -añadió Lauren.

-Y podemos brindar por Harper. -dijo Justin.

A mis padres les pareció una idea estupenda y allí nos encontrábamos, en el pequeño jardín trasero de mi casa encendiendo el fuego.

-Voy un momento al coche. -me dijo Billie.

Asentí y la observé mientras atravesaba el jardín.
Con tan solo verla caminar mi corazón se aceleraba.

-Qué rápido solucionais las cosas. -susurró Lauren a mi lado.

Empujé suavemente su hombro con una sonrisa tonta.

-No he podido decirle que se fuera por más enfadada que esté. En realidad... la necesito. -dije mirando a mi padre mientras encendía el fuego.