FIRESTONE (Blue Fire)

~Chapter 3~

Salimos de la discoteca con nuestras manos entrelazadas y caminamos hacia el parking.
Eran muchos los coches que habían allí, pero aluciné cuando sacó unas llaves de su bolsillo y se encendieron las luces de un coche negro mate.

Hostia.

-Menudo cochazo. -dije dirigiéndome a la puerta del copiloto.

Nos sentamos y cerramos las puertas.

-Es mi bebé. -dijo.

Sonreí admirando su perfil. Arrancó el coche, puso la radio, y comenzó a conducir.

-¿A dónde vamos? -pregunté.

Vi cómo sonreía.

-Me sé un sitio donde nadie nos molestará. -dijo.

Diéz minutos después, se metió por un callejón oscuro situado entre dos edificios y cuando llegó al final, no tenía salida. Perfecto.

Apagó las luces del coche, subió las ventanillas y apagó el motor. Se giró hacia mi y volvió a pasar su lengua por su tremendo labio inferior.

Literalmente, mojé mis bragas.

Lauren tenía razón, hoy era mi noche.
Agradecí mentalmente a mis amigos y desabrochamos nuestro cinturón a la vez.

-¿Quieres que te enseñe lo que se puede hacer en un coche? -dijo con la voz ronca y mirándome fijamente.

-Soy toda oídos. -contesté.

Se inclinó hacia mi, llevó su mano entre mis piernas y me tensé. Tocó una palanca y mi asiento se corrió hacia atrás. Luego llevó su mano cerca de mi brazo izquiero e inclinó el respaldo hacia abajo.

Señor... ten piedad, porque esta mujer va a matarme.

Me di cuenta de que el coche era muy amplio. Perfecto.
Con nuestras miradas fijas, se inclinó de nuevo hacia mi y se sentó a horcajadas sobre mis muslos.

Instantáneamente llevé mis manos a su trasero.
Me mareé cuando posó sus manos en mi cuello y se inclinó hacia mi. Estaba muy cerca.
Entreabrí mis labios y pasó la punta de su lengua por mi labio inferior. Suspiré en su boca y repetí el movimiento.
Sentí su respiración acelerarse y estampó sus labios contra los mios, inmediatamente su lengua entró en mi boca y comenzamos a besarnos de una manera demasiado caliente.

Mis manos no podían estar quietas, las colé bajo su sudadera y se la quité. Volvió a besarme mientras sus manos desabrochaban uno por uno los botones de mi camisa.
Ya no era dueña de mi respiración, estaba demasiado acelerada al igual que la suya.

Entre suspiros, quitó mi camiseta y me incliné.
La tiró al asiento piloto y con prisas, quité yo también la suya.

Bajo esa ropa grande y holgada, se escondían las mejores vistas que hayan tenido mis ojos.

-Joder... -susurré.

Con una sonrisa, volvió a besarme y sentí como si flotara cuando acaricié su piel.
Pasé mis manos por su cintura, luego fuí subiendo hacia su espalda y desabroché ese sujetador negro.

Me incliné y me llevé su pezón a mi boca mientras masajeaba el otro pecho con mi mano.
Se endurecieron al instante, succioné, lamí y mordí suavemente su pezón. Menuda delicia.
Gimió cerca de mi oreja y desabrochó mi sostén.

Me empujó contra el asiento con un gruñido demasiado sexy, su mano bajó más el asiento estirándolo completamente y se estiró sobre mi cuerpo.

Nuestros pechos se rozaban mientras nos besábamos húmedamente, esto era el paraíso.

Mientras sus labios bajaron a mi cuello e hizo maravillas allí, metí mi mano por sus pantalones holgados y acaricié su clítoris sobre la tela de sus bragas.
Sonreí cuando noté lo mojada que estaba.