~Chapter 35~

1.6K 162 105
                                    

Eran las cuatro de la tarde, me encontraba bajo el cuerpo de Billie.
Estaba besando mi cuello de manera húmeda y mis suspiros inundaban la habitación.

-Esta camiseta me molesta... -susurró cerca de mi oreja. Sus manos se colaron bajo mi camiseta.

-Pues quítamela. -respondí.

Se sentó sobre mi bajo vientre y mientras me miraba fijamente, levantó mi camiseta.
Su teléfono comenzó a sonar y un gruñido escapó de su boca.

-Respon... -no pude acabar la frase, pues su boca atrapó uno de mis pezones y mordí mi labio inferior, estremeciéndome bajo su cuerpo.

El teléfono volvió a sonar.

-Joder... -se quejó, sentándose de nuevo a horcajadas sobre mi.

Se estiró hasta que su mano cogió el teléfono de la mesita.

-Finneas, no es un buen momento para... -se quedó callada con el teléfono pegado a la oreja. Mientras escuchaba me miraba fijamente, sus ojos estaban abiertos como platos y se llevó la mano a la boca. -¿Pero qué dices? ¿Esto va enserio?

Me incliné y abracé su cintura.

-Si, si, vamos para allá. -dijo y colgó.

-¿Está todo bien? -pregunté mirándola desde abajo.

Un gritito de emoción salió de su boca y se lanzó a mis brazos, haciéndome caer de espaldas a la cama. Comenzó a besar mis mejillas y a reir, me contagió su felicidad y comencé a reir yo también.

-Bi-Billie, ¡Billie! -dije cogiendo sus mejillas con mis manos. Me miró, sus ojos brillaban.

-¡Ocean eyes ha llegado al medio millón de reproducciones! -dijo con alegría.

Abrí mi boca en una "o".

-¡Dios mio! ¡Te lo dije! ¡Yo te lo dije! -grité emocionada.

La atraje hasta mi y comencé a besar fugazmente sus labios sin parar, entre risas ella me los devolvía.

-Estoy tan orgullosa de ti... -dije abrazando su cuello.

-Espera, eso no es todo. -dijo y tras mi pausa, continuó. -Debemos ir a casa, ha venido alguien importante según Finneas y quieren hablar conmigo.

-Vamos, ya, ¡ahora! -dije con una felicidad extrema y saltando de mi cama.

Nos vestimos y aseamos en cinco minutos, nos cogimos la mano y bajamos las escaleras corriendo.

-¡Luego venimos! -grité antes de salir y correr hacia el coche de Billie.

Una vez en casa de los O'Connell...

-Vimos algo en tu voz que nos cautivó, estuvimos investigando tus redes sociales y... déjame decirte, Billie, que vemos un gran potencial en ti, un gran talento. Como dijo mi superior... tienes un don. -dijo el hombre trajeado. -Nos gustaría ser los que te ayuden a emprender este largo camino en el mundo de la música.

Billie, Finneas y yo, estabamos sentados frente a esos dos hombres que por sus apariencias, se veían importantes.
Los O'Connell escuchaban atentamente las palabras y estaban con la mirada clavada, sorprendidos por aquello.

Mi corazón iba a mil por hora, y cuando el hombre dejó de hablar, Billie apretó el agarre en mi mano.
Estaba sudando, estaba muy nerviosa.
Al ver que se quedó petrificada en el sitio, le di un suave empujón en el hombro y reaccionó.

-Eh, sí. Quiero decir... sí, acepto todo, sí. -balbuceó. Mordí mi labio inferior, se veía adorable.

Los dos hombres se miraron y sonrieron.

FIRESTONE (Blue Fire) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora