-¿Qué hace Clairo aquí? -pregunté mirándola.
Su mirada estaba fija en algún lugar, luego se giró y me miró.
-Ni-ni idea, pero da igual. -contestó volviendo a caminar y tirando de mi mano.
-Billie. -dije tirando suavemente, haciendo que frenara sus pasos y me mirara. -¿Por qué has reaccionado así? No hay ningun problema en que ella esté aquí, ¿cierto?
-Cierto. Solo me ha... sorprendido. -contestó.
Asentí lentamente con la cabeza y seguimos nuestro camino. Nos dimos un casto beso antes de entrar a nuestras respectivas aulas y me pasé la hora pensando en la desgraciada de Clairo.
Aunque haya pasado mucho tiempo desde que la encontré con Billie besándose en su coche, el recuerdo estaba nítido en mi memoria.-Bien, es todo por hoy. -dijo el profesor terminando la clase.
Salí al pasillo y caminé hasta la cafetería, tenía una hora libre y solía pasar el rato releyendo los apuntes de clase.
Mi actitud en los estudios había cambiado radicalmente, ahora estudiaba lo que yo quería y ponía empeyo en ello.-¿Puedo sentarme? Gracias. -dijo una voz femenina.
Levanté la mirada del libro y arrugué mi ceño cuando vi a la chica que más odio en el planeta.
-Hay más mesas libres. -le dije cortante, volviendo mi mirada al libro.
-Me gusta esta. -contestó.
Volví a mirarla y suspiré.
Tenía una sonrisa en la cara que te daban ganas de querer golpearla. Jugaba con sus mechones rubios.-¿Qué carrera estás estudiando? -preguntó llevando su mano hacia mis libros.
Los aparté.
-Clairo... ¿qué quieres? -fuí al grano.
Rió bajito.
-¿Por qué preguntas eso? Soy nueva en la Uni y debo integrarme. -contestó.
El tono con el que me hablaba me estaba irritando. Era como si quisiera burlarse de mi.
-¿Y crees buena opción venir a hablar conmigo? Lo que querría ahora mismo es tirarte del pelo, así que lárgate y no vengas de buenas. -dije firme y volviendo mi atención a los libros.
Su risa resonó en la cafetería.
-Querida, no tengas en cuenta lo que viste aquel día. Nadie mejor que tú sabe que Billie fué, es y siempre será una mujeriega. Lo que no entiendo es porqué está durando tanto contigo. -dijo mirando sus uñas.
Si cada vez que una persona se enfadara, le saliera humo por las orejas... yo ahora mismo estaría en llamas.
-Dije que te largues. -contesté.
-Seguro que está aguantando tanto en esta "relación" porque se divierte con otras, sinó no lo entiendo. -dijo ignorando lo que le dije.
Corrí mi silla hacia atrás y señalé la puerta.
-Vete. -le dije apretando mi mandíbula.
Mi lado oscuro hacía tiempo que estaba escondido, pero Clairo lo estaba sacando con cada palabra que salía de su boca.
Se levantó con las manos en alto.
-Me darás la razón de aquí un tiempo, guapita. -dicho esto hizo una reverencia y se fué.
Estresada y malhumorada, recogí mis libros y salí al jardín de la universidad. Me senté con la espalda apoyada en el tronco de un árbol y encendí un cigarrillo.
Saqué el aire sonoramente, vaciando mis pulmones y calmando mi mal humor.-Maldita Clairo. -murmuré.
No creí ni una sola palabra que salió de su boca, por supuesto. Billie me ama, me lo ha demostrado muchisimas veces y no tengo ninguna duda de ello.
Pero odiaba tanto a Clairo que me enfadó que me dijera eso.
¿Pretendía meter mierda? Porque no lo iba a conseguir.-Oh, ¿qué hace una chica tan sexy aquí sola? -dijo alguien detrás de mi.
Nada más oir su voz, sonreí como una boba. Giré mi cabeza y la vi caminar hacia mi, tiré mi cigarro y se sentó entre mis piernas, apoyando su espalda en mi pecho.
-Esperando a la chica más guapa y popular de la uni. -contesté besando su coronilla y abrazándola sobre su vientre.
Escuché su risita.
Sus manos se posaron sobre las mias y comenzó a jugar con una de mis pulseras.-¿Qué hacias hablando con Clairo en la cafetería? -preguntó.
Me sorprendí, Billie podía estar en todos los lados.
-Se sentó en mi mesa y la mandé a la mierda. -contesté.
Su cabeza se tiró hacia atrás, apoyándola sobre mi hombro. Su perfume me estaba acelerando el corazón.
-Cuidado con ella, es una manipuladora y una mete mierda. -dijo.
-Me he dado cuenta, pero quédate tranquila. -dije besando su suave mejilla.
-Te ha dicho algo, ¿verdad? -preguntó.
Se sentó y se giró hacia mi. En su mirada noté que estaba preocupada.
-No, amor. Tranquila, ¿si? Ha venido a molestar y se ha ido tal y como le pedí. -le dije llevando mi mano hacia su barbilla.
Sonrió levemente y se inclinó para darme un beso.
En cuanto sus suaves labios chocaron con los mios, mi pecho se infló de ternura y llevé mis manos a sus mejillas.
La besé con pasión, y ella se dejó llevar.Ella era mia, me lo repetía cada dos por tres, y ya son tantos los meses que llevamos juntas que ninguna dudamos cuando nos decimos que nos amamos.
-Soy tuya. -dijo sobre mis labios.
Apoyé mi frente en la suya y mordí mi labio inferior.
-No hagas eso de nuevo. -dijo llevando sus manos a mi cintura.
-¿El qué? ¿Esto? -dije mordiendo mi labio de nuevo.
Con un gruñido, se levantó del suelo y me tendió la mano.
-Vamos. -dijo.
Reí sonoramente y cogí su mano, levantándome del suelo y cuando me colgué la mochila a la espalda, Billie comenzó a caminar con prisas hacia algún lugar.
-Tienes media hora más, ¿no? -preguntó con la vista al frente.
-Sí. -contesté.
Asintió y vi que se estaba acercando a la zona del campus, donde vivían los estudiantes que no vivían en la ciudad.
-¿Qué planeas, O'Connell? -dije divertida.
-Mi hermano está estudiando, y tengo las llaves de su habitación. -dijo metiendo la mano en su bolsillo y sacando unas llaves.
Me las mostró y me guiñó un ojo.
Mis piernas temblaron con anticipación, y mientras la miraba abriendo la puerta con prisas, estropeé mi ropa interior.Como dos niñas que acaban de hacer una travesura, subimos las escaleras corriendo, tomadas de la mano y riéndonos.
En el segundo piso Billie se paró y abrió la habitación 5 mientras yo besaba su cuello por atrás.Bendito sea el día que Finneas decidió vivir aquí.
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FIRESTONE (Blue Fire)
Fiksi PenggemarImpulsiva, problemática y cabezota. Una chica con un pasado difícil, el culpable de su mal humor. Ashley Jones conocerá a alguien que va a complicar aún más su vida. Alguien con un caracter parecido al suyo. Los polos opuestos se atraen. Pero ... ¿...