Perfect ~ MYG ✔️

Why I like you

Minutos antes del ensayo general, veo a la señora Ahn llegar con porta traje negro. Miah recibe el traje, entra al salón tras el escenario y a los pocos minutos, sale con el atuendo puesto.

Tal vez le doy la satisfacción de verme con los ojos expectantes, porque puedo escuchar su risa en cuanto Ahn Minhyuk y yo volteamos a vernos con la misma expresión ambigua e insegura. 

— ¿Ves porqué no quería que bailara? — Hyuk, molesto cual hermano, se lleva las manos a la cabeza mientras aprieta los ojos con fuerza.

Asiento en silencio y para tomar la situación con mayor seriedad, intento quitar de mi mente la imagen de su hermana bailando ridículamente en calzoncillos de pandas, pues es la primera vez que estamos frente a frente después del día en el que no pude convencerla no participar en el festival cultural.

— Ese vestido es del año pasado... ¿Se ha encogido, mamá? — Hyuk pregunta a su madre quien ve a su hija, totalmente severa y pensativa.

— Miah creció mucho en dos meses. — Jala uno de los tirantes del vestido para subir la tela y que así su cuerpo quede totalmente cubierto. ¿Por qué esa oración sonó más como un reclamo que como una afirmación?

Puedo notar que Miah está inconforme. Con los brazos, cubre inútilmente su cintura y baja la parte posterior de la falda. Mira de lado a lado, rasca su piel y parece querer hablar con su madre pero, en cuanto nota la sonrisa de la señora, sella sus labios y suspira en silencio.

— ¿Me veo mal? — Me pregunta con timidez, tal vez avergonzada.

— Creo que no. — Respondo.

Di esa respuesta porque es el punto intermedio entre darle seguridad y tampoco traicionar a su hermano mayor.
En realidad, ella no se ve mal. Es solo que el vestido le queda un poco pequeño y eso la deja más expuesta.

— Sí. — Musita Minhyuk, matándome con la mirada. — Creo que el vestido no es adecuado.

Es un vestido de ballet y reitero, definitivamente no se ve mal. Sin embargo, ahora es cuando poco a poco, comienzo a sentirme igual que Hyuk; me preocupa la reacción de los demás y los comentarios que puedan llegar a ella, lastimandola y haciéndola sentir incómoda los días posteriores.
Si la mayoría no fuesen unos idiotas, comprenderían que todos los cuerpos cambian ¿No? Es normal, estamos en la preparatoria. Sin embargo, ese gentío de subnormales con hormonas implantadas en lugar de cerebro, no va a pensar lo mismo.

No sería sorpresa para nadie si se tratara de alguna otra chica que suele entallar su uniforme con el fin de exponer la silueta pero, Miah siempre había tratado de ocultarse. Ahora que lo recuerdo, no viene a mi mente un solo día en el que haya desistido de usar pantalón debajo de la falda o los holgados suéteres del uniforme de Hyuk. Cuando un prefecto o monitor escolar le recuerda que debe usar el uniforme de acuerdo a su talla, basta una llamada de Miah a su padre para que toda la tira docente omita su vestimenta. Al parecer, el Sr. Ahn es un pez gordo y eso implica su amistad con el presidente del Sistema Educativo Nacional.

Así que supongo, su cuerpo no había sido problema hasta hoy.

Miah mira hacia abajo y sube disimuladamente el escote.

— Mamá... ¿Crees que puedas-

— Claro, pero igual se va a bajar en cuanto posiciones los brazos. — Responde. No sé a qué se refieren, pero entre ellas logran entenderse.

— ¿Crees que pueda usar otro? — Miah se observa reflejada en un vidrio, no muy convencida de su atuendo. — El azul estilo romántico de Don Quixote estaría mejor.

— Pero vas a bailar un allegro, Miah, no un adagio.

Minhyuk y yo solo somos espectadores y lo cierto es que no he comprendido ni una sola palabra del último minuto ¿Qué tiene que ver el vestido con la música?