Promesa de muerte

capitulo 8

Al día siguiente Dimitri y yo salimos de la corte para iniciar nuestra misión, nuestra idea fue ir primero a lo conocido, fuimos a Virginia del sur para ir a la comuna de Raymond, hace apenas un par de meses que nos enteramos de la existencia de los conservadores así que venir aquí primero era lo indicado.

-¿todo bien? – pregunto Dimitri

-Si, solo que hace mucho que no estábamos solos – estos últimos meses hemos estado tan ocupados con nuestro trabajo de guardianes, nuestra relación seguía estando intacta nos amábamos tan fuerte como siempre de eso estaba segura, solo que extrañaba estos momentos con él, me dio una media sonrisa, sostuvo mi mano y la acerco a su boca para besarla mientras conducía.

-Tienes razón, en cuanto todo este más tranquilo nos tomaremos un tiempo para los dos ¿Qué te parece? – dijo

-Es una gran idea, podríamos ir a una playa del otro lado del mundo donde nadie nos conozca como para querer matarnos – dije sarcástica, el solo sonrió.

Llegamos a la comunidad al atardecer, aun había un poco de luz de día, en la entrada nos recibieron en seguida dos dhampirs que nos reconocieron en seguida

-¡Son Rose y Dimitri! – le dijo una dhampir al otro, su reacción me sorprendió no esperaba que nos recordaran estuvimos aquí menos de tres días y aparte de mi pelea con Angeline no hicimos nada más.

-Que tal – dijo Dimitri – necesitamos ver a Raymond, ¿creen que eso sea posible? – les pregunto, ambos dijeron que si y nos llevaron al interior de la comuna para ir directo a casa de Raymond

-¡Vaya, miren quienes están de vuelta! – dijo Raymond en cuanto nos vio frente a su casa, toda su familia salió para ver de quien hablaba

-¡Rose! – dijo Joshua efusivamente, la verdad esperaba no toparme con él ya que al parecer aún existía cierta esperanza en que aún podría haber algo entre él y yo.

-Que tal Joshua – dije un poco distante

-No esperábamos verlos tan pronto – dijo Raymond – no habrás asesinado a la nueva reina ¿o sí?

-¡¿Qué?! ¡no, claro que no! – dije algo ofuscada – Lissa es mi mejor amiga – muchos se sorprendieron cuando dije que era la mejor amiga de la Reina.

-¿Qué los trajo por aquí entonces? – dijo Raymond con cautela, él estaba en total desacuerdo en cómo viven los demás Moroi así que mi declaración por ser mejor amiga de un corrupto lo puso alerta

-Les hemos traído algunas cosas que quizás puedan servirles - dijo Dimitri – sabemos que los Alquimistas hacen eso por ustedes pero la Reina Vasilisa Dragomir cree que es su deber abastecerlos de lo que necesitan ya que aunque ustedes se rigen por sus propias reglas y costumbres aún siguen siendo parte de nosotros – termino de decir con voz calmada y tratando de no ofenderlos

-¿Eso piensa la Reina? ¿desde cuándo a los corruptos les interesa nuestras necesidades? – dijo un Moroi que al parecer es la mano derecha de Raymond

-Desde que la Reina es Vasilisa Dragomir – dije un poco desafiante – a pesar de lo que ustedes creen de mi gente no todos somos iguales y Lissa es la excepción entre la realeza, ella se preocupa por Morois y dhampirs por igual y su gente está incluida, aunque ustedes no lo crean.

-Con que una Dragomir, recuerdo alguna vez haber escuchado a mi padre mencionarlos – dijo Raymond pensativo – según él, decía que el linaje Dragomir era una sangre muy especial entre los corruptos aunque tengo entendido que el linaje estaba muriendo – dijo Raymond con seguridad

-En realidad solo quedan dos miembros del linaje Dragomir, la Reina Vasilisa y la princesa Jillian, ¿ustedes no saben nada acerca de nuestra gente nunca? – pregunte con curiosidad, aunque no era raro que no supieran nada de nosotros ya que se encontraban totalmente aislados.