capitulo 34

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Rose

Lissa y yo entramos a la sala de juntas, al abrir la puerta se escuchaban las discusiones y alguien tratando de mediar la situación, tan pronto entramos se escuchó el anuncio a la Reina, el bullicio se silenció en automático y todos se arrodillaron, entramos y tomamos nuestras posiciones.

-Todos levántense por favor – hablo Lissa - sé que todos se encuentran confundidos y preocupados por la situación que acabamos de vivir – antes de que pudiera continuar la interrumpieron

-Con su permiso su majestad pero estamos más que confundidos – hablo el nuevo representante de la familia Tarus – debo admitir que en algún momento Rufus me tenía harto con su insistencia por su mal manejo de la corona sin embargo estos últimos meses usted está demostrando que las circunstancias son de importancia mínima, celebra compromisos, bodas y déjeme decirle que en estos momentos no estamos para celebraciones de esa magnitud, su prioridad en estos momentos debería de ser el arreglar el problema que tenemos con los Strigoi y así poder volver a nuestra normalidad salir a cualquier hora sin temer a un ataque en cualquier momento – decía el hombre con tranquilidad pero su tono de voz era petulante

-A mi más bien me parece que lo que más le molesta Lord Tarus es que usted no haya sido requerido en la boda de la Reina – dijo la princesa Ivette Ozera – ahora no sé si sea necesario recordar que todo este desorden fue ocasionado en parte por Rufus Tarus, tu primo por cierto

-Eso es absurdo - se mofo – lo único que debería de importarnos ahora es nuestro bienestar

-Y es por eso Lord Tarus que estoy aquí, de no ser así estaría en mi luna de miel, muy lejos de este lugar y no escuchando sus reclamos, ahora si me permiten hablar, debido a los hechos recientes en la prisión de Tarasov la mayoría de los prisioneros debieron de ser trasladados a la corte, sé que es una de sus tantas inquietudes así que les pediré que sean pacientes, la restauración de la prisión llevara por lo menos dos semanas, en cuanto esté todo listo los prisioneros serán enviados nuevamente lejos de aquí, por lo pronto les pido que mantengan la calma, la vigilancia será extrema en el área de la prisión además de que ha sido recientemente modificada para una mayor seguridad, también les recuerdo que si saldrán de la corte debe de ser durante el día, eviten volver al anochecer, los ataques Strigoi siguen manteniéndose con frecuencia aunque las bajas son mínimas a comparación de los últimos años, todo eso gracias a que fueron razonables o al menos la mayoría para dejar que la magia combativa fuera una de nuestras herramientas en estos momentos tan difíciles – todos en la sala escuchaban con atención, unos se veían conformes otros no pero eso es parte de las juntas nunca se tendría satisfechos a todos

-Todo lo que dice está bien su majestad, lo aceptamos, mi familia lo acepta, no parece haber otras opciones a fin de cuentas, ahora díganos ¿ya hay algún plan de defensa por un posible ataque a la corte? – hablo el representante de la familia Zeklos (está de más decir que también es alguien nuevo)

-Si hay una estrategia de protección en la corte no me parece adecuado que la familia Zeklos sea informada – se alzó el príncipe de la familia Voda – ya no son de confianza, si ellos son informados de nuestras defensa podríamos estar en peligro su majestad – seguía argumentando y casi todos estaban a favor de lo que decía

-Es una injusticia que se nos etiquete de esa manera cuando nosotros no formamos parte de esas malas decisiones – decía con furia alguien más de la familia Zeklos

-Es irónico que lo digas ya que mi familia ha sido condenada por muchos años por las decisiones de Luca y Moira – hablo Ivette Ozera de nuevo – oh los crímenes cometidos por Natasha, algo de lo que nosotros tampoco estábamos informados, si no mal recuerdo la familia Zeklos fue la primera en señalarnos y condenarnos – nadie más se atrevió a decir nada ya que era verdad, aunque Cristian era el más afectado por ser pariente directo de los tres

Promesa de muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora