capitulo 31

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Lissa se acercó a mí para acomodar la cola de mí vestido a modo de que al caminar se extendiera de la manera adecuada, el vestido era sencillo, de flirteo alto-bajo con corsé estructurado de encaje y falda fluida de organza suave

-Te vez preciosa – Abe estaba parado en la puerta, estaba tan sumergida en mis pensamientos que no escuche cuando abrió la puerta – se está haciendo tarde ¿vamos? – pregunto con una sonrisa, asentí y salimos para ir al lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia, iniciamos la procesión hacia el altar, adelante iban las damas Lissa, Sídney, Jill y Mia con sus respectivos acompañantes, al llegar al final mi cara se ilumino con la resplandeciente sonrisa de mi futuro esposo, quien se veía sexy con ese traje negro formal, la ceremonia inicio con el sacerdote hablando sobre el amor y cosas típicas que dicen en esta clase de ceremonias, hasta que llego a lo más importante

-Dimitri Belikov ¿aceptas a Rosemarie Hathaway como tu esposa para amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza todos los días, por el resto de su vida, hasta que la muerte los separe? – pregunto el sacerdote

-Acepto - contesto Dimitri, sonreía como nunca lo había hecho antes, su mirada era cálida y me hacía sentir feliz, pensar en todo lo ocurrido años atrás, el haber estado tan cerca de matarlo, pensar que creí que jamás volvería a estar tan cerca de él, que no podría besar sus cálidos labios de nuevo, no ver sus hermosos ojos color chocolate oscuro verme de la misma forma que ahora, que sus manos no volverían a tocar mi piel, mi cabello, mi rostro, recordar aquello me hacía revivir esos sentimientos vacíos y dolorosos, pero el verlo a mi lado todos los días y verlo justo ahora frente de mí en estas circunstancias reforzaba mi decisión de estar haciendo lo correcto, sabía que todo lo que hemos hecho ha valido la pena y a pesar de mi insistente renuencia al compromiso sé que el casarme no ha sido tan mala elección después de todo

-Rosemarie Hathaway ¿aceptas a Dimitri Belikov como tu esposo para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza todos los días por el resto de su vida, hasta que la muerte los separe?

-Acepto – conteste con una sonrisa tan grande como la de Dimitri

-Yo los declaro marido y mujer, puede besar a la novia – dijo el sacerdote, Dimitri acuno mi rostro en sus manos y yo puse las mías sobre las de él, se acercó a mis labios y yo les di la bienvenida, por un momento no había nadie más, solo nosotros era solo nuestro tiempo

Tarde un poco en darme cuenta que los demás aplaudían, Dimitri tomo mi mano y empezamos a caminar para irnos al lugar de la recepción, sé que dije que quería una celebración sencilla y pequeña pero Abe y Lissa se volvieron locos e invitaron a tantos Morois y dhampirs como pudieron, al final resulto una fiesta de más de doscientos invitados, el lugar de recepción era hermoso, en la entrada principal había arcos llenos de flores, Lissa se encargó de la decoración para la recepción, por alguna razón mi mejor amiga creía que por llamarme Rose la decoración del lugar debía de tener rosas, ella al igual que Dimitri tenían una obsesión por esa flor en particular, así que la decoración fue en dorado y rojo intenso con rosas rojas por todas partes, debo admitir que todo se veía perfecto y hermoso, aun así era demasiado para lo que yo en realidad quería.

Todo el tiempo había personas a nuestro alrededor, felicitándonos y hablando sobre lo hermosa que había estado la ceremonia y lo bien que nos veíamos juntos, las Belikov en especial se veían más que felices, habían llegado hace dos semanas para ayudar con los últimos detalles y por supuesto para proveernos de ese Vodka mortal del que tanto se jactan, preferí mantenerme lejos del vodka y también lejos de los invitados, tanta felicidad me abrumaba un poco así que en cuanto nadie se dio cuenta me deslicé un poco lejos del bullicio, creo entender cómo se sentía Sonya el día de su boda, todo estaba tranquilo hasta que me di cuenta que había traspasado el límite de las salas, sentí algo detrás de mí, por un momento me asuste porque pensé que sería un Strigoi lo que sería mala suerte ya que en este momento no me encuentro armada, había insistido para llevar mi estaca bajo de la falda del vestido pero las chicas insistieron en que debía de relajarme y disfrutar; me relaje al ver que era lo que estaba tras de mí, cuando digo que me relaje es mas en el sentido de que no corro peligro de una muerte inminente, aunque el ver un fantasma no me hace sentirme mejor

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