Promesa de muerte

capitulo 37

Me encontraba dentro de mi armario observándome en el espejo mi inusual vientre plano no encajaba con mis 16 semanas de embarazo, me sentía y veía diferente pero mi vientre seguía siendo el mismo

-¿Rose? – me llamo Dimitri desde la habitación

-Estoy aquí – le grite con desgana, entro al armario y me dio una mirada divertida, no era la primera vez que me encontraba en ropa interior mientras me veía en el espejo

-¿Sigues preocupada porque tu vientre no ha crecido? – me rodeo con sus brazos y beso mi cuello

-No estoy preocupada, es solo que es raro – me puso sus dos manos en mi vientre y en seguida sentí un calor recorrerme por todo el cuerpo, de los pies a la cabeza

-Todo en este embarazo es raro Roza – él tenía razón, este embarazo era un milagro así que no podía esperar nada normal, aunque recuerdo a Olive, la madre de Declan, ella tenía un vientre grande como cualquier otra embarazada - además recuerda que el doctor dijo que no era algo de qué preocuparse no todas la embarazadas desarrollan un gran vientre los primeros meses, probablemente a partir del sexto mes empezara a ser mucho más notorio

-Lo sé, simplemente no puedo dejar de verlo extraño – Sonya me había platicado lo increíble que fue para ella sentir a su bebé moverse por primera vez, yo veía lejos ese momento hasta el día de hoy, sentí una sensación extraña dentro de mí, como si tuviera un pececito nadando como loco, mis ojos se encontraron con los de Dimitri a través del espejo y ambos estábamos sorprendidos, lo único que pude hacer fue girarme y abrazar a Dimitri, ambos reíamos como locos por la emoción, él se agacho para hablarle en ruso, mientras que mi pequeño pececito seguía moviéndose como loco

-Al parecer será como tú – dijo Dimitri con diversión

-Sabía que el karma me llegaría en algún momento, supongo que a ti te castiga por haberte metido con tu sexy alumna – le dije en tomo de broma

-Yo más bien pensaría que me está premiando – sus palabras fueron sinceras y sus ojos me observaban con intensidad – Rose Hathaway sin palabras de nuevo, debe ser un récord – su sonrisa se extendió por toda su cara

-Eso quisieras camarada, búrlate mientras puedas, apuesto que en cinco meses ya no pensaras que es un premio – ambos reímos

Media hora después salimos de la habitación en dirección a la sala de estar para reunirnos como todos los días con nuestros amigos, las cosas en la corte ya no eran las mismas desde el ataque, ahora todos se manejaban en el horario humano y en el horario nocturno todos iban a sus casas por seguridad, las paredes ya habían sido reparadas pero aun persistía un toque de queda por seguridad de todos, la mitad del consejo estaba aterrado por lo ocurrido y en su desesperación empezaron a exigir que los dhampirs que no se encontraban en servicio se presentaran en la corte de inmediato para proteger a las familias reales, Lissa logro controlar esas estúpidas ideas pero aún corríamos peligro de que se llevara a cabo una votación para obligar a los dhampirs a salir de sus hogares

-Hey chicos, buenos días – dijo Cristian tratando de sonar animado pero simplemente fracaso en el intento

-¿y Lissa? – pregunte al no verla en la sala como siempre

-Se quedó en la alcoba, se sentía cansada, al parecer no pudo dormir en toda la noche pensando en lo que hará para evitar que el consejo haga estupideces – Cristian también se veía cansado – quiere que vayas con ella

-Claro, pediré el desayuno para ambas – me despedí de Dimitri con un beso y camine a la cocina para ordenar el desayuno, los chicos estaban encargados de algunas guardias y aún continuaban con entrenamientos de magia así que ellos se irían durante casi todo el día, Lissa y yo estábamos confinadas al palacio al igual que Jill pero ella pasaba su tiempo en compañía de Viktoria, ambas se hicieron muy buenas amigas - ¿Lis puedo pasar? – me asome por la puerta de su habitación pero no obtuve respuesta hasta que entre mas y alcance a escuchar a Lissa vomitando en el baño - ¿todo bien? – el que vomitara podía significar dos cosas, estaba enferma o embarazada, la segunda opción era la más probable, lo confirmo su sonrisa y una prueba de embarazo que tenía en la mano