Dimitri
En cuanto vi a Rose correr hacia los Szelsky lo supe, sabía que algo pasaba, estaba en contra de toda lógica las cosas que Rose solía hacer pero hasta ahora nunca se había equivocado, cuando ella grito – ¡Ahora! – yo corrí directamente hacia los demás Moroi di la orden a los más cercanos para que se agacharan, los otros guardianes ya habían logrado contener a los atacantes, vi hacia donde estaba Rose y seguí su mirada, era otro atacante quien disparaba hacia la Princesa Szelsky, Rose se interpuso y el disparo le dio a ella, grito tan fuerte como nunca y Lissa también lo hizo al ver a su amiga herida, mi primer impulso fue correr hacia Rose, la amaba tanto y verla así nuevamente me lleno de miedo, quería estar a su lado cuando escuche que grito nuevamente – ¡sáquenla de aquí! – dijo con dolor en su voz pero aun herida ella solo podía pensar en proteger a Lissa así que corrí hacia donde se encontraba la Reina y la saque lo más rápido que pude del salón junto con sus guardianes quienes se aseguraban que no hubiera peligro alrededor
-Dimitri, debemos volver, yo puedo curarla lo sabes – decía Lissa con desesperación trataba de zafarse de mi agarre
-Lo siento su majestad no podemos hacer eso – dije lo más serio que pude, aunque por dentro estaba desesperado por volver
-¡Pero ustedes están juntos! – gritaba con desesperación y lágrimas en los ojos - ¿acaso tu no la amas? – dijo con dolor mientras forcejeaba de mi agarre para volver, lo que dijo fue como una bofetada para mí, amaba a Rose tanto que me dolía, la jale hacia mí para quedar frente a frente y nos detuvimos de golpe
-Porque la amo estoy aquí contigo - le dije con un tono amargo, sentí enojo ante la duda aunque sabía que lo dijo por desesperación, Lissa al igual que Rose estaba dispuesta a cualquier truco para lograr lo que querían y más si se trataba de la seguridad de una de ellas, Rose lo hacía por Lissa y Lissa por Rose, así eran ellas
-Dimitri lo siento no quise decir eso – su mirada reflejo arrepentimiento, seguimos el camino en silencio, ella aún seguía llorando pero no dijo nada más, llegamos a la habitación donde teníamos escondida a Jill, sus dos guardianes estaban afuera cuidando de la puerta, ya habían sido avisados del ataque así que se encontraban alertas, en cuanto nos vieron abrieron las puertas y yo entre con Lissa, Jill y Sonya estaban muy tranquilas, a ellas aun no sabían nada pero en cuanto vieron el estado de Lissa les cambio la cara
-¿Qué paso? – pregunto Sonya alarmada, en cuanto hablo Lissa empezó a llorar más fuerte
-Nos atacaron, fueron los guardianes que cuidaban las puertas por fuera – conteste
-¿Dónde está Rose? – pregunto Jill, quien abrazaba a una Lissa desconsolada
-La hirieron – contesto Lissa – la hirieron y no me dejaron curarla – decía mientras seguía llorando
-Ella estará bien – dijo Jill – debes de tranquilizarte, es Rose ¿lo olvidas? ella es fuerte, ahora cálmate cuando todo esto se resuelva tu deberás de salir y dar la cara, hacer control de daños y llegar al responsable de esto, es tu deber como nuestra Reina – dijo Jill con voz autoritaria, Lissa la observo con mucha atención y solo asintió
-Si tienes razón, Rose estará bien, gracias Jill - dijo más tranquila, se sentaron en un sofá y Lissa se quedó abrazada de Jill y Sonya se unió a ellas para confortar a Lissa, yo me aleje un momento para hablar por teléfono a Cristian él estaba en el gimnasio practicando con los demás como todos los días, el prefirió que me quedara con Lissa por cualquier imprevisto, acepte porque sabía que él estaría con más guardianes en el entrenamiento pero aun así me preocupaba
-Dimitri escuche del ataque ¿Cómo esta Lissa? ¿Cómo estás tú? Escuche lo de Rose un guardián dice que solo le dieron en el hombro. – tuve que interrumpirlo ya que no me dejaba hablar pero escuchar lo de Rose hizo que mi cuerpo se relajara

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Promesa de muerte
FanfictionDespués de que Rose y Lissa pierden su vinculo y la princesa es coronada a Reina, Rose empieza a experimentar sueños muy extraños. Ahora no solo deberán enfrentar strigoi sino que aparecerán nuevos y viejos enemigos para complicar las cosas aun ma...