capitulo 23

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-Debemos de ir a la enfermería – dijo Lissa con seriedad

-Creo que sabes que no soy estúpida ¿verdad? – le dije a Lissa, me cruce de brazos y espere a que me viera a la cara

-Rose esto es importante – dijo cansada – debemos de averiguar si los Strigois pretendían algo con ese ataque

-Ya se Lis y aunque yo también quisiera hacer algo por Jesse no puedo dejar que tu involucres al espíritu en esto, tú lo prometiste – le dije recordando nuestra promesa

-Ya lo sé pero si tú pudieras hacer algo más, lo harías sin importar que ¿no es así? Yo puedo ayudar a ese guardián y además recabar información para poder hacer un rescate a los Zeklos si es posible – dijo viendo a Hans que asentía ante su petición – además tu irías con ellos al rescate

-¿En serio crees que me vas a convencer con una posible lucha contra Strigois? por que déjame decirte que no estas ni cerca – me ofendía un poco que creyera que una pelea Strigoi me tentaría a dejarla usar su magia tan a la ligera

-Chicas no tenemos tiempo para esto, decidan de una vez lo que harán – dijo Dimitri

-Rose, lo hare de cualquier forma – dijo con una mirada de disculpa – no me hagas sentirme mal por romper una promesa por favor

-Solo hazlo pero si te sientes mal promete que me dirás - me preocupaba que la oscuridad se hiciera presente y no pudiera controlarlo, ella decía que si en algún momento fuera necesario acudiría a la medicación de nuevo pero eso la ponía peor

-Lo prometo – se veía sincera así que en seguida nos trasladamos al hospital para ayudar al guardián de los Zeklos, Lissa se acercó y empezó a utilizar su magia en menos de un minuto el guardián estaba como nuevo, Hans hizo el interrogatorio correspondiente

-Los Strigoi me dejaron vivo con el fin de que trajera un mensaje – dijo el guardián con voz temblorosa – ellos dijeron que esto sería solo una pequeña advertencia de lo que podría pasar en un futuro no muy lejano, eso fue todo lo que dijeron antes de llevarse a los Morois con suerte aún están vivos – dijo con pesar, en cuanto termino de hablar salimos del hospital a toda velocidad Dimitri y mi madre se quedaron afuera armando un plan de rescate, usualmente no hacíamos cosas así pero las cosas debían de cambiar en algún momento, salimos a toda prisa al lugar donde habían atacado y desde ahí seguir el rastro

-Tengan en cuenta que esto podría ser una trampa – nos dijo Hans a Dimitri y a mí – lo más probable es que ustedes sean el primer objetivo en cuanto los identifiquen

-Seremos precavidos – contesto Dimitri con seriedad, ya estábamos en el lugar debido y ahora debíamos de caminar por una especie de bosque

-Guardián Crott traemos a un grupo de polisones – dijo uno de los tantos guardianes – son menores de edad señor – para mi sorpresa venia la sobrina de Johnson

-Manténganlos al margen que dos guardianes se queden con ellos aquí mientras nosotros buscamos en los alrededores, ya después lidiare con ellos – Johnson fue uno de los guardianes que se quedó en la corte como refuerzo así que él no podía hacer nada por su sobrina en este momento

-¡Ya somos graduados, somos tan competentes como todos los que están aquí no pueden tratarnos como niños! – grito uno de los chicos que venía en el grupo, nadie les prestó atención ya que no teníamos tiempo para ellos en estos momentos, nos sumergimos en el bosque y empezamos a seguir los rastros que habían dejado, rastros que no cualquiera podría notar

-Caminamos unos veinte minutos y escuchamos unos sollozos, no tan lejos de nuestra posición, nos acercamos para visualizar mejor y eran los Morois que habían capturado, tres estaban atados a un árbol y un cuerpo estaba tirado cerca de ellos, cuando nos acercamos mejor pude identificar que era una mujer más o menos de la edad de mi madre, pero ya estaba muerta, seguramente era la madre de Jesse, en cuanto nos vieron se notó su alivio pero el dolor de su perdida estaba ahí también, la mirada de Jesse se cruzó con la mía y al reconocerme reacciono

Promesa de muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora