capítulo 27

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Decidí por mi bien olvidar la perturbadora charla de anoche entre mis padres, me quedaría con las cosas buenas lo que si era importante, dos días después estábamos coordinando nuestro viaje ya que Lissa, Cristian y todos lo demás regresarían a la corte mientras que Viktoria regresarían a Siberia, Jill, Dimitri y yo viajaríamos al norte de Maine para visitar a nuestros amigos a quienes desde año y medio no veíamos.

-¿Todo bien? – me pregunto Dimitri en el aeropuerto, acabábamos de dejar a Viktoria en la puerta de abordaje y aún faltaba una hora para nuestro vuelo

-Si todo bien – dije tranquila pero la verdad es que la cabeza me dolía desde que salimos de la Academia

-Rose te ves pálida – dijo Jill con preocupación

-Estoy bien solo que estoy cansada, le verdad es que este viaje de presentación le ha quitado lo divertido a los viajes por el mundo – dije con cansancio, Jill sonrió por mi intento de broma pero Dimitri no se quedó muy tranquilo

El recibimiento por parte de Adrián y los demás fue muy cálido y acogedor, teníamos tantas cosas que contarnos entre ellas mi compromiso con Dimitri, Adrián descubrió mi nada sutil anillo de compromiso mientras cenábamos así que tuvimos que darles la noticia aclarando que aún no había una fecha exacta, para la hora de dormir a Dimitri y a mí nos tocó acomodarnos en la sala, lo que no me molestaba en absoluto eh dormido en lugares terribles como para quejarme de unos sofás que para ser honesta eran muy cómodos

-Te vez feliz – dijo Dimitri acomodándose entre las cobijas, la casa era cálida pero aun así el frio lograba colarse un poco

-Lo estoy – dije acurrucándome a su lado – ver a todos tan felices me hace feliz a mí, se merecen esto

-Estoy de acuerdo contigo, se ven tranquilos – se veía pensativo

-Si, aunque nunca pensé que Adrián fuera de los que se casan y Sídney, bueno ella sí pero no tan joven y mucho menos con un Moroi y ahora ser la madre de un bebé dhampir – me reí al decir eso, recordé como la conocí y lo que me decía todo el tiempo sobre ser una criatura maligna de la noche

-El amor hace cosas increíbles en las personas, nos hace hacer cosas que pensamos que no haremos nunca – me abrazo más a él y me beso en la sien

-Si supongo que tienes razón yo no pensaba que algún día estaría comprometida, el matrimonio no estaba entre mis planes en ningún momento de mi futuro – dije distraída

-Y sigue sin estarlo, ya que no quieres poner una fecha para casarnos – lo dijo sin ningún tono de reproche o reclamo, una de sus manos subía y bajaba de mi cintura a mi muslo lo que me dificultaba un poco pensar con claridad, a pesar de que estaba vestida su tacto sobre mi ropa era embriagador – cuando Lissa me restauro el dolor en mi alma era tan grande por todo lo malo que había hecho pero lo que más me afectaba en ese momento era lo que te había hecho a ti en especial, yo quería estar contigo en todos los sentidos, besarte, tocar cada parte de tu cuerpo desnudo, sentirte junto a mi así como estamos justo ahora, decirte lo mucho que me arrepentía de haberte herido pero decidí alejarme de ti por tu bien, pensé que te estaba haciendo un favor y que me siguieras amando era solo porque te estabas engañando a ti misma, cuando me hiciste entrar en razón y darme cuenta que tu realmente me amabas y que al fin podríamos vivir esa vida que habíamos soñado me dije a mi mismo que no me conformaría solo con estar contigo como pareja, sino que en cuanto estuvieras lista te haría mi esposa, no por obligación o formalidad sino porque quiero vivir todas las experiencias posibles contigo, no me importa lo que los demás digan sobre nosotros la vida es tan corta y las cosas cambian en un abrir y cerrar de ojos – la voz de Dimitri era sincera y yo sabía que lo que me decía no era para presionarme y poner al fin una fecha era porque lo pensaba y compartía sus sentimientos conmigo algo que no hace con nadie más, si él dice algo es porque lo siente en ese momento

Promesa de muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora