Masaki y Phoe son hermanos de diferentes madres, sin embargo tienen la misma edad. Mientras que Phoe fue vendido al Sector Quinto, Masaki lo botaron a un orfanato.
Ambos hermanos son totalmente opuestos, tanto físico como en mente. Por un lado tenem...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
◦•●◉🌸 𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐮𝐞𝐛𝐚 🌸◉●•◦
Luego de todo el jaleo en el club de fútbol, se dio a cabo el acto inaugural para los nuevos estudiantes. Aunque claro, ambos Imperiales no asistieron a esa aburrida charla. Phoe se la pasó bajo un árbol mientras escribía algo en una libreta, nadie le dijo nada puesto que ahora sabían que era un Imperial. Por otra parte, Tsurugi prefirió ir a dormir, no estaba cansado por el partido que había realizado anteriormente, sino porque llevaba días sin poder dormir bien.
Al terminar el acto, ambos no pudieron evitar tener que asistir a clases, aunque a Phoe no le molestaba eso, Tsurugi se veía bastante molesto por tener que ir. Los dos fueron puestos en la misma clase, 1–2. Phoe se sentó en un lugar que tuviera la ventana al lado. Mientras que Tsurugi prefirió el típico lugar de los protagonistas de mangas escolares, a la esquina, al lado de la ventana.
Las clases pasaban, en todas las asignaturas solo daban la introducción de la materia, bastante aburrido puesto que no se hacía nada más, incluso Phoe pudo notar que se había quedado dormido en unas cuantas ocasiones.
Al terminar las clases, Phoe pudo notar como dos personas corrían por el pasillo, no pudo ver quiénes eran y tampoco le interesaba ya que tenía cosas a parte en su cabeza. Cuando ya recogió todas sus cosas se dirigió a la sede del club para ver cuantas personas quedarían en ese patético equipo.
—Nueve personas de... ¿Unos treinta tal vez? —dijo Phoe de forma burlona al ver los que quedaban—. Patético.
—¡Yo me uniré! —gritó el mismo novato castaño.
—¿Tú? Si ni tan solo puedes recibir un pase fácil —le respondió con una ceja alzada sin creérselo.
—No sé por qué te das tantos aires si ni tan solo jugaste el partido —atacó el capitán.
—Oh, es que verá, capitán —dijo acercándose mientras él retrocedía un poco algo asustado—, si yo hubiera jugado, eso no hubiera sido ni un partido —terminó diciendo con una sonrisa de superioridad.
Luego de esta charla, la profesora encargada del club de fútbol les explicó a los novatos que tendrían que superar una prueba para entrar. Después, el castaño junto a un chico bastante bajo y una chica, se fueron a su casa. Mientras, el equipo se fue a entrenar bastante desanimado.
—¿Ahora qué haremos con tan solo nueve jugadores? —preguntó uno de los chicos algo temeroso.
En eso, una figura robó el balón que estaban usando para "entrenar" —si es que se podía decir que era un entrenamiento—, y tiró a puerta.
—Con los once —dijo Phoe desde las gradas con cierta sonrisa burlona—. Parece que algunos no se encuentran con mucho entusiasmo —comentó con un tono divertido.
El capitán del equipo solo le desafiaba con la mirada y Phoe no pudo evitar darle una sonrisa socarrona dándole escalofríos a más de uno.
—Bien como ambos chicos pertenecientes del Sector Quinto deben entrar al equipo de fútbol, les daremos el uniforme —anunció el director, el cual estaba justo al lado de Phoe.
