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La terraza de la casa de Valentín se había transformado en uno de mis lugares favoritos en el mundo. Era donde pasábamos la mayor parte del tiempo juntos. Iba a visitarlo con frecuencia después de cursar en la facultad y pasábamos las tardes enteras allí, con sus amigos o solos. Escuchando música, jugando a las cartas, bebiendo o fumando. A veces todas esas cosas juntas.

La DS3 me había recibido como una más de ellos y me incluían en todos sus planes. Wawa, la única mujer del grupo, estaba feliz de tener compañía femenina, y al resto de los chicos parecía gustarles la idea de molestar a Valentín cada vez que nos atrapaban besándonos o acariciándonos. A pesar de que al principio me incomodaba porque no tenía demasiada confianza, después de un tiempo fui acostumbrándome y me divertía ver cómo el castaño sonreía nervioso mientras rascaba su nuca o pasaba sus manos por su rostro ante los comentarios de sus amigos.

Esa tarde estábamos solos. Los chicos se habían ido temprano porque parecía que iba a llover. Valentín había estado algo callado y apagado.

- ¿Vas a decirme qué te pasa? - comenté mirando cómo fumaba.

Él en cambio miraba el cielo nublado, parecía ausente, como si sus pensamientos estuvieran en otra parte.

- Es que... - hizo una pausa. Sabía que le costaba hablar de sus sentimientos así que aguardé en silencio, dejando que se tome el tiempo necesario para acomodar sus ideas - no sé la verdad, no sé lo que me pasa - soltó con un tono de frustración.

- ¿Es algo bueno o algo malo?

- Ese es el problema, creo. No sé si es bueno o malo - le dio otra pitada a su cigarrillo y me lo pasó - todo lo que me está pasando con el free, siento que está bueno, me gusta pero a la vez... me asusta.

- ¿Por? Creí que lo disfrutabas - acomodé mi cabello detrás de mi oreja para poder fumar.

- Sí, lo disfruto, es lo que más me gusta pero... todo está cambiando muy rápido, las compes, el público, hay cosas muy tóxicas, cuanto más conocido te hacés más personas se creen que tienen derecho a opinar sobre vos y lo que hacés, me da un poco de cagaso que me afecte todo eso, no quiero dejar de ser yo mismo, o que la gente hable sin conocerme - suspiró tomando el cigarrillo de vuelta - Quiero aportar algo bueno a la movida, a este mundo, pero tengo miedo de perderme a mí mismo - suspiró.

- Valen, tenés la oportunidad de hacer lo que te gusta y sos buenísimo haciéndolo, mientras lo hagas con ese amor y esa pasión que le ponés siempre nada puede salir mal, sos una persona increíble. Lo que digan las personas que no te conocen no tiene que afectarte. Tus amigos te bancan y apoyan en todo, y yo también, quedate con la gente que quiere y te hace bien. -

Él me observaba en silencio mientras hablaba a corazón abierto. Realmente creía cada palabra que salía de mi boca. Lo que estaba logrando Valentín era admirable y me llenaba de orgullo. Notaba la manera en que dejaba lo mejor de sí cada vez que competía, notaba la pasión con la que improvisaba cada rima, notaba el amor y respeto que sentía por sus amigos y colegas. Y sobre todo, notaba la clase de persona que era fuera de una batalla, cuando estaba rodeado de sus amigos, siendo Valentín y no Wos. Todo lo que hacía lo hacía genuinamente.

Desvié mi mirada hacia los puños del buzo que el castaño me había prestado ya que se había levantado viento y no había llevado abrigo. Jugué con el elástico intando evadir sus ojos celestes que parecían ver a través de mí. Valentín tenía ese poder, me hacía sentir vulnerable, como si estuviera desnuda frente a él, como si pudiera ver mi alma y escanear mis sentimientos con tan solo una mirada.

Valentín terminó de fumar sin decir nada. Tiró el filtro y se acercó a mí tomando mi rostro entre sus manos y uniendo nuestros labios en un delicado beso. Nos separamos en busca de oxígeno y acaricié su cabello.

- Gracias por quedarte conmigo - susurró.

Sonreí y deposité un breve beso en la su nariz para luego rodear su cintura con mis brazos y apoyé mi cabeza en su pecho. Valentín acarició mi espalda y dejó un beso sobre mi cabello.

- Siempre voy a quedarme con vos. Salvo en las compes, ahí me quedo con Replik - bromeé y sentí cómo vibraba su garganta cuando soltó una carcajada.

[...]


Era la gran final de El Quinto Escalón. Valentín nos había conseguido pases al backstage para mí y Santino, quien estaba eufórico por poder vivir de cerca uno de los eventos históricos de rap nacional. Yo, por mi parte, seguía sin entender la mitad de lo que sucedía a mi alrededor pero aún así estaba ansiosa y nerviosa por Wos.

Después de esa charla que tuvimos en su terraza, sentía más orgullo y adrenalina por verlo a Valentín de nuevo en una competencia. Era un momento muy importante para él y deseaba con todo mi corazón que le fuera bien, más allá de si ganaba de nuevo o no, quería verlo disfrutar de esa noche y que sea un bonito recuerdo para él.

Mostramos nuestras credenciales y el hombre de seguridad dejó que ingresáramos a la parte trasera del escenario. Había una gran mesa de catering con comida y bebidas, además de algunos sillones y sillas para que descansaran los competidores y sus acompañantes.

Valentín sonrió al vernos entrar y se disculpó con el grupo de personas con las que estaba hablando para comenzar a caminar hacia nosotros.

- ¡Llegaron! - nos recibió de brazos abiertos con una amplia sonrisa. - ¿Qué onda, amigo? - chocó los puños con mi hermanito - Hola, linda - dijo depositando un corto beso en mis labios y haciendo que me sonrojara, aún no me acostumbraba a que tenga demostraciones de afecto en público. - ¿Tienen hambre? Hay sanguchitos y esas cosas - señaló.

- No, no comimos antes de venir - respondí.

- Yo sí - respondió Santino al mismo tiempo y reímos - ¿Puedo agarrar algunos? - dijo mirándome con ojos de cachorrito.

- Bueno, pero no te zarpés que después te duele la panza - advertí y automáticamente salió corriendo en busca de sanguchitos. - Dios, ni que estuviera muerto de hambre - dije sacudiendo la cabeza.

- Dejalo, está en edad de crecimiento - rió Valentín - hablando de crecimiento, ahí está el enano, vení que te lo presento - dijo observando hacia un costado y tomando mi mano comenzó a caminar de prisa.

Comprendí a qué se refería cuando llegamos a un sector algo apartado donde dos muchachitos jugaban al metegol. El morocho que estaba de espaldas festejó la victoria, mientras que el castaño pasó una mano por su jopo, quejándose del resultado.

- Eu, Manu, vení que quiero presentarte a una fan - Valentín interrumpió el festejo y yo abrí mi boca para intervenir pero era demasiado tarde. - Manu, ella es Clari, Clari él es Manu - nos presentó.

- Hola - dijo algo tímido el chico que conocía de verlo en algunas batallas que me mostró mi hermano.

- Ay, hola, vos sos Replik, ¿no? - asintió - ¡Un gusto! - dije emocionada - Vi algunas batallas tuyas, sos buenísimo, te felicito.

- ¿Enserio? Muchas gracias - rió el pequeño, era bastante tímido, me causaba ternura. - Todavía me falta bastante - levantó sus hombros y metió las manos en los bolsillos de su pantalón.

- Ah ¿qué te hacés el humilde? Si sos alto cerebrito - bromeó Valentín.

- Lo dice porque está celoso de que seas mi favorito - dije golpeando levemente el hombro del mayor.

- Sí, estoy celoso, así que hoy no me hagas quedar mal y dejame ganar, enano - dijo Valentín cruzando su brazo por los hombros del pequeño y despeinándolo.

- Daaa no me despeines, che - se quejó el muchachito.

Reí mientras los chicos jugaban de manos como dos criaturas. La risa del ojiazul hizo que mi corazón se acelerara. Me encantaba ese sonido, me encantaba verlo alegre, me encantaba su sonrisa y la forma en que brillaban sus ojos cuando estaba contento. Lo que Valentín no sabía es que Replik podía ser mi freestyler favorito, de los pocos que había visto, pero él se había transformado en mi persona favorita, de todas las que conocía.

Bue re trolo este cap perdón estoy sensible ahre. Gracias por leer, votar y comentar.
💜😊

andrómeda | wos • valentín olivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora