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Me sudaban las manos y sentía cómo mi estómago se contraía en mi interior a medida que caminaba junto a mi pequeño hermano hacia el establecimiento donde se realizaría la jornada de FMS, la liga donde competía Wos.

Estaba nerviosa por varios motivos.  Verlo de nuevo en su ambiente de trabajo me ponía así, sumado al estrés de las batallas, ya que aún no me gustaba escuchar que le dijeran cosas hirientes y tampoco me agradaba cuando Valentín insultaba al rival. Era un contraste fuerte a como era en su vida cotidiana, con sus amigos y sus conocidos, siempre de buen humor y alegrando a la gente. Aunque sabía que lo que se decían en las batallas no era enserio, no me gustaba del todo.

Por otro lado, me estresaban las multitudes, los gritos y que sean en su mayoría hombres los que asistían al evento. Me generaba cierta incomodidad el ambiente tan varonil, sentía que faltaban mujeres, en el público había algunas, pero arriba del escenario ninguna competía y me apenaba, aunque entendía que tal vez no lo hicieran para no recibir insultos misóginos, lo cual era aún más triste.

También estaba nerviosa por volver a compartir una salida con Santino, hacía tiempo que no pasábamos un día de hermanos, y esa felicidad momentánea contrastaba con muchos días de tristeza por no verlo tan seguido.

- Le avisaste a mamá que vamos a estar acá hasta tarde, ¿no? - pregunté apoyando mi brazo sobre su delgado hombro. Santino asintió con su cabeza - Bueno, espero que hayas terminado tu tarea, no quiero que después me culpe de que te va mal en el colegio -

- Ya la hice ayer, tranqui - sonrió a mi lado.

Lo notaba más grande que la última vez que nos vimos. Tal vez era porque hacía varias semanas no lo veía o realmente estaba creciendo muy rápido.

Sonreí un poco más relajada al ver que Tadeo, el amigo de Valentín, estaba en la vereda, fumando y charlando con el guardia de la entrada. Me acerqué a él para saludarlo, hacía tiempo no lo veía ya que Valen pasaba más tiempo en mi departamento y no solía visitar la casa de los tres muchachos.

- Eeeh Clarita, ¡tanto tiempo! Tenés secuestrado a mi amigo, eh - bromeó rodeándome con sus brazos en un abrazo fraternal.

- ¿Secuestrado? Si se instaló solito, parece un okupa - negué sonriendo.

- Bueno, igual no me quejo, hay más comida para mí - levantó levemente los hombros antes de tirar la colilla del cigarrillo al piso y apagarla con la suela de su zapatilla gastada - vamos, que seguro te está esperando, a ver si se relaja un poco, anda medio nerviosito hoy - apoyó su mano en mi hombro, tal como yo la tenía apoyada sobre mi hermano - también están en lista - le informó Depa con confianza al hombre robusto y este asintió levemente, sin pedirnos nombres ni nada. Me agradaba muchísimo más que el personal de los boliches.

Al ver a Valentín mi cuerpo volvió a estremercerse. Estaba charlando apoyado contra la valla del escenario, donde luego estaría el público. De espaldas habían otros tres muchachos que no reconocí a simple vista pero tal vez eran algunos de sus compañeros. El castaño desvió su mirada hacia nosotros a medida que nos acercábamos y sonrió intentando guiñar un ojo pero entrecerrando ambos. Jamás aprendería a guiñar, pensé. Se disculpó de los presentes y comenzó a cortar nuestra distancia.

- Hey campeón - Valentín se inclinó para chocar los puños con Santino y darle un pequeño abrazo - tanto tiempo, ¡qué bueno que viniste! - comentó, parecía más emocionado de verlo él a mi hermano que a la inversa, y eso que Santino estaba sonriendo como si fuese Navidad.

Aclaré mi garganta para llamar su atención y me crucé de brazos.

- Vinieron - se corrigió poniéndose de pie nuevamente para rodearme con sus brazos. - Estás hermosa - me susurró al oído y dejó un suave beso en mi cuello.

Puse los ojos en blanco al separme de su cuerpo y rió débilmente. Valentín no era de decirme esas cosas cursis y frases cliché, lo hacía solamente para molestarme en público, y lo lograba, por eso se reía.

[...]

Valentín nos presentó con el resto de los competidores, algunos los recordaba de verlos en otros eventos, los jurados y diferentes trabajadores del evento con quienes se ponía a hablar. No se despegó ni un momento de mi lado, salvo para el Meet & Greet, donde se sacó fotos con fans, firmó autógrafos y recibió sonriente todos los regalos que le habían llevado. Santino y yo nos quedamos apartados de la escena, con Depa y otros acompañantes.

No podía dejar de observar el rostro del castaño cada vez que alguien le decía cuánto lo admiraba y le deseaba suerte. Parecía una criatura. Por momentos se lo notaba incómodo, soltaba esa risa nerviosa y movía la cabeza hacia un costado, observando fijamente a la persona que tenía delante y les agradecía repetidas veces por los cumplidos.

Verlo ahí, recibiendo el cariño del público, me enamoraba más. Me sentía afortunada de poder ser parte de su vida, y de conocer todas sus facetas. El Valentín gracioso y torpe, cuando estaba con sus amigos de la DS3, el cariñoso y tierno cuando estábamos a solas, el todopoderoso cuando se subía al escenario e irradiaba más energía que el mismísimo Sol. Todo eso era él.

- Che, guarda que se te cae la baba - bromeó el Depa sentándose a mi lado con una lata de Red Bull en su mano, había ido a buscar algo para tomar.

- Callate - reí avergonzada y mordí mi labio intentando disimular mi cara de enamorada.

- Se ven lindos juntos - agregó observando a su amigo a lo lejos - hacía mucho no lo veía tan enganchado con alguien - bebió un poco del energizante - es la primera vez que lo veo tan feliz, le hacés bien - confesó mirándome fijamente y sentí mi corazón latir con fuerza en mi pecho.

- Gracias, supongo... - no supe que decir.

- No te pongas colorada - bromeó chocando nuestros hombros - ¿Hace cuánto están saliendo ya? Deberías estar acostumbrada -

- En realidad no estamos 'saliendo' - repetí acentuando la última palabra - Bah, no sé, es complicado... - comenté desviando mi atención hacia mis manos.

- ¿Qué? ¿Cómo que no están saliendo? Si prácticamente viven juntos - Tadeo frunció el ceño, confundido.

- Sí, pero no es algo formal, supongo - expliqué, aunque ni yo sabía qué era exactamente lo que teníamos.

- Ay este pibe - Depa sacudió su cabeza hacia ambos lados y suspiró - lo ves arriba del escenario y parece que se las sabe todas pero es un cagón cuando quiere... - bromeó, aunque había cierta verdad oculta en sus palabras.

Volví a observar a Valentín y nuestras miradas se cruzaron a la distancia. Me sonrió mientras hablaba con alguien y rascó su nuca, como lo hacía cuando estaba nervioso.

Perdón por andar tan desaparecida. Soy la peor, ya sé. Espero no volver a tardar tanto en actualizar. Lo publico antes de arrepentirme y borrar todo.

andrómeda | wos • valentín olivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora