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Envolví mi cuerpo húmedo con un toallón y repetí el procedimiento con mi cabello. Deslicé la palma de mi mano sobre el espejo cubierto por el vapor de la ducha y observé en él mi rostro pálido. Suspiré agotada. Ni siquiera un baño de agua caliente había logrado quitarme el cansancio y malestar. Me vestí con el jogging de entrecasa y una remera vieja que usaba para dormir.

Una vez en mi habitación tomé el celular para distraerme mientras esperaba que la toalla absorbiera la humedad de mi cabello. Carolina había salido con su familia porque era el cumpleaños de uno de sus abuelos. Era viernes por la noche y tenía el departamento para mí sola, sin embargo ahí estaba, mirando estúpidos videos en YouTube de recetas que jamás haría, desperdiciando mis mejores años de juventud.

Una recomendación capturó mi atención. "WOS - ANDROMEDA (Video Oficial)" leí y sentí mi pulso detenerse por un instante. Valentín había publicado una nueva canción en su canal al que estaba suscripta.

Mordí mi labio inferior intentando controlar las ganas de llorar. Me había tomado desprevenida. Aún no me atrevía a volver a hablarle, menos volver a verlo en persona. Sin embargo, sentí la necesidad de escuchar su voz una vez más y verlo aunque fuese a través de una pantalla.

Los primeros acordes resonaron en mi pecho, como si mis latidos estuviesen sincronizados con el ritmo de la canción. Apenas apareció el castaño en escena mis labios se separaron y solté un grito ahogado. Estaba más delgado, había perdido algunos kilos. Los huesos de su mandíbula se marcaban debajo de su piel pálida.

Su voz sonaba suave y firme, tal como la recordaba. Siempre había admirado su modulación cuando cantaba, sonaba convencido de sus palabras, todo lo contrario a cuando hablaba normalmente. Como si mediante la música estuviese seguro de sí mismo.

"Todo tan duro, y la vida es frágil
Sé que soy de vidrio y que puedo romperme fácil"

Su rostro en primer plano me dejó sin aliento. Sus ojeras estaban más pronunciadas y resaltaban sus ojos cristalinos. La cadenita que le regalé colgaba de su cuello y brillaba bajo las luces del escenario montado.

"Sé que hay golpes que aguanto y otros no tanto
Y si me caigo, no me levanto
Hoy quiero dormir acurrucado como un gato
Aparece en mi sueños por lo menos así charlamos un rato"

Tragué saliva.

"Y no me cuesta admitir que aunque me dedico a las palabras
Hoy no tengo qué decir
¿De qué me sirve mentir?
Prefiero sentir la angustia y el vacío de existir"

Sus palabras sonaban crudas. Salían de su boca a través del aparato y se clavaban en mi pecho. Comenzaba a respirar con dificultad. El beat se aceleraba a medida que Valentín se adentraba en el relato y escupía todos sus sentimientos.

"Perdón mi amor si esto te dolió
Quise morir de amor pero no me salió
Quizá solo pienso en mí y en mi bienestar
Y sea solo eso lo que me impide amar"

Las lágrimas nublaron mi visión. Quité las gotas con violencia de mi rostro. Las luces del clip se encendían y apagaban mientras varias personas rodeaban a Valentín y tocaban su cuerpo.

"¿No puedo amar, no puedo amar?
O solo no amo como aman los demás
¿Cómo hay que amar? ¿Hay que amar?"

Era demasiada información para procesar. Tenía muchos sentimientos encontrados. Cada palabra que escuchaba abría más la herida reciente que había causado en mi interior. Sonaba honesto, dolido, enojado, como si estuviese haciendo catársis.

"Si estoy solo, ¿pa' qué quiero estar primero?
Me deprime imaginarme dormir solo con mi ego"

Limpié nuevamente las lágrimas de mis ojos.

"¿Cómo querés que no tenga sabor a poco?
Si esa chica me dio un beso y después me pidió una foto"

Solté un grito ahogado. No podía creer lo que estaba escuchando.

"Ya no sé qué tan real es lo que toco
Se me acercan y yo me construí una cerca para no volverme loco"

Sentía rabia, dolor, angustia.

"Me preguntan '¿todo okay?' Saben que esta todo mal
Les respondo 'todo bien' porque sé que les da igual"

Valentín soltó todo su cólera llegando al clímax de la canción. Ni siquiera esperé a que terminara el video. Bloqueé el teléfono y corrí hacia el baño.

Mi mente aún estaba procesando lo que acababa de escuchar. No era cualquier canción, eran todos los sentimientos y pensamientos del muchacho. Por primera vez, Valentín se había animado a compartir con el mundo entero aquello que atormentaba su cabeza. La letra era demasiado profunda, más de lo que me había dejado conocer en el tiempo que estuvimos juntos. Hablaba del amor, de la fama, el ego, el beso, la soledad. Jamás había sido tan profundo y sincero, ni siquiera conmigo.

Quité el toallón de mi cabeza bruzcamente y observé mi rostro en el espejo. Mis ojos estaban enrojecidos y repletos de lágrimas. Mi pecho subía y bajaba debido a mi respiración agitada. Abrí el grifo de la canilla y humedecí mis mejillas con agua fría intentando calmarme pero fue en vano.

Tomé el celular y abrí la agenda de contactos. Deslicé la lista hasta llegar al último nombre y marqué el símbolo verde. Uno, dos, tres pitidos. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho. Me temblaban las piernas y no estaba segura de que la voz saliera de mis cuerdas vocales si intentara hablar.

- ¿Hola? - oí del otro lado y mi respiración se cortó - ¿Clara? - insistió al no recibir respuesta - Amor - no pude controlar el llanto

- Valen - susurré entre sollozos

- Clari - oí su respiración agitada como la mía - Clari - repitió - ¿estás bien? - su voz vibró en mi interior

- No - admití - escuché la canción - dejé salir el aire por mi boca de manera entrecortada

- ¿La mía? - preguntó como si no fuese evidente

- Sí - respondí - Valentín... todo eso ¿es verdad? - volví a romper en llanto

Durante todo ese tiempo mi dolor y enojo me había impedido ver más allá. Valentín también estaba sufriendo, y eso me desgarraba por dentro. No podía soportar saber que estaba mal. Lo amaba demasiado. Incluso más de lo que podía soportar.

- Sí - respondió - Clara, necesito verte - dijo con desesperación - por favor - agregó suplicando.


Se acerca el final. Chan chan.

andrómeda | wos • valentín olivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora