Entré la última de las cajas que había dejado en el pasillo del edificio y me enderecé apoyando mis manos sobre la parte trasera de mi cintura. Después de cargar decenas cajas y bolsas durante toda la tarde me dolía cada músculo de mi cuerpo. Nunca sabés cuántas cosas tenés hasta que te toca mudarte.
- Listo - solté con el último aliento observando a mi alrededor.
El apartamento era muy luminoso, me encantaba eso. No era demasiado grande pero se ajustaba perfectamente a nuestras necesidades. Una sala principal que funcionaba como living, comedor y cocina. Un baño compartido y dos habitaciones, una más grande y otra más pequeña.
Con Carolina habíamos decidido repartirnos los dormitorios como dos adultas podrían resolver la problemática: jugando al piedra papel o tijera. Tras una victoria para cada una, mi amiga logró vencerme en el último intento de los tres y se quedó con la pieza más grande. De todas maneras, yo era la que pasaba mayor tiempo fuera de casa, así que me pareció lo más justo.
- Lo hicimos, ami - Comentó Caro regresando tras despedir a sus padres y se paró a mi lado, también exhausta sin embargo ambas conservábamos una amplia sonrisa en nuestros rostros sudados.
La abracé con un brazo por encima de sus hombros y ella rodeó mi cintura con los suyos. Apoyé mi mentón sobre su cabeza tratando de contener las lágrimas. Eran demasiadas emociones juntas. El paso más grande hasta el momento en mi vida, dejar el hogar donde había creado maravillosos recuerdos. Hubiese deseado que fuese por otros motivos pero no me arrepentía, al contrario. Era el comienzo de una nueva etapa, mi vida como adulta. Me asustaba y me generaba ansiedad pero al mismo tiempo era lo que necesitaba para encontrar mi propio sitio y la paz interior que hacía tiempo había perdido.
Como cada cambio, tiene su lado bueno y su lado malo. Sabía que extrañaría muchísimo a Santino. Cuando nos despedimos ambos lloramos en la puerta de casa. El pequeño se pegó a mis piernas y enredó sus bracitos alrededor de mi cintura. Me partía el corazón verlo llorar y más aún sabiendo que era mi culpa. Le recordé que podría quedarse con mi habitación, que era más grande que la suya, y que seguiríamos viéndonos con frecuencia los fines de semanas o podíamos hacer videollamada cuando él quisiera.
Mi mamá también lloró aunque intentó mantenerse fuerte por mí y por mi hermanito. No podía evitar sentirme mal por abandonarlos a ambos, pero sabía que ellos estaban bien y era lo que habían elegido, al menos mi madre. Santino aún era muy pequeño para entender los errores de los adultos. Ella quería salvar el matrimonio, la familia como institución y todas esas ideas y conceptos que yo no compartía pero entendía y respetaba su postura. Por eso sabía que mi decisión había sido la correcta, y estaba agradecida porque lo comprendiera de esa manera y me haya dejado ser libre. A veces no es posible todo lo que deseamos y hay que saber aceptarlo.
- ¿Hago unos mates mientras acomodamos todo? - pregunté después de aclarar mi voz para que no saliera entrecortada.
Caro asintió sonriente y volvió a atarse el cabello en un desprolijo rodete.
[...]
- ¡Por vosotras, guapas! - gritó Mica fingiendo un pésimo acento español mientras levantaba una lata de cerveza con su mano para brindar.
Caro y yo reímos a carcajadas, no mucho más sobrias que la invitada de honor. Habíamos organizado una pijamada para inaugurar el nuevo hogar. Micaela quiso ver La Casa de Papel y por eso se la pasó hablando con tonada española toda la noche. Caro nos pidió que posaramos para la foto mientras nos hacíamos mascarillas y decidí subirla en una historia a Instagram.
↪ wos.ds3 respondió a tu historia
espero q ese besito sea pars mi
te extraño :(obvio bb
yo tmb te extraño :(((jaaa
vuelvo y estrenamos dpto ehjajaja te espero lindo
😘❤salu2 a las chicas
💜💜
Valentín había viajado a Mendoza por un evento, según me explicó era p
de la nueva liga de freestyle en la que participaba, FMS Argentina. Estaba entusiasmado por ese nuevo proyecto, era un paso muy importante para él y para el movimiento. Era la primera edición local del torneo que ya se hacía en otros lugares, eso generaba grandes expectativas y para él era una presión mayor ya que había salido campeón de Red Bull y era cada vez más reconocido en el ámbito nacional y más popular a nivel internacional.Sonreí al ver sus mensajes. Siempre lograba ponerme de buen humor tan solo con aparecer aunque fuese de manera virtual. Hubiese preferido su compañía y apoyo moral durante la mudanza pero sabía que estaba ocupado, y aún así, como podía, trataba de acompañarme a la distancia.
- Ay ella, esa sonrisita - dijo Mica con tono burlón - ¿es el guos? - señaló mi celular con un movimiento de cabeza.
- Sí - respondí al bloquear el móvil - Les manda saludos, está de viaje - suspiré.
- ¿Cómo hacés? Boluda, te admiro - inquirió Caro del otro lado del sillón.
- ¿Cómo hago con qué? - fruncí el ceño sin entender su pregunta.
- Para bancar una relación así, yo no podría tener un novio que vive viajando, no sé me daría desconfianza... - se explayó y sentí mi estómago revolucionarse en mi interior. No lo había pensado así nunca.
- Primero no somos novios ni estamos en una relación - expliqué - segundo no sé, no siento que tenga que desconfiar justamente porque no somos nada, supongo - intenté sonar relajada aunque la sola idea de que Valentín estuviera con alguien más me provocaba una sensación extraña en el pecho.
- ¿Pero no te jodería? Boluda se ven todo el tiempo, están siempre juntos, pegoteados, ¿hace cuánto andan? Meses y meses ¿nunca le planteaste de ser exclusivos? - agregó Mica y comenzaba a sentir mi corazón latiendo a mayor velocidad.
- Ay no sé, chicas - tiré mi cabeza hacia atrás apoyándola en el respaldo del sofá y suspiré - no, no lo hablamos qué se yo... es... complicado. - confesé.
No sabía si era el término correcto pero definitivamente era complicado hablar de sentimientos con Valentín y nunca quise presionarlo ni me animé a plantearle el tema del noviazgo o la exclusividad. Una parte de mí sentía miedo por la respuesta que podría llegar a tener y otra parte estaba satisfecha con lo que teníamos, así que me conformaba con eso.
Sin embargo, el interrogatorio de mis amigas me dejó pensando toda esa noche acerca de los viajes, la distancia, su fama cada vez más ascendente. No pude evitar pensar en que tal vez yo no era tan importante para él como él lo era para mí. Me sentía minúscula y poco suficiente. ¿Qué pasaría si en algún momento conoce a alguien mejor que yo? ¿Dejaríamos de estar juntos?
De pronto, estaba sentada en mi cama, en el medio de la madrugada, con la respiración entrecortada y las mejillas húmedas de tanto llorar, con las manos sujetándome el pecho, como si el corazón se me fuera a salir por el simple hecho de pensar en la posibilidad de no tener a Valentín en mi vida.
Tomé mi celular y abrí el chat de wpp con él. Tipeé 'valen estas???' y lo borré. Era tarde, seguramente estaría durmiendo. Me sentía una idiota por reaccionar así, pero no podía evitar sentirlo. Valentín se había metido en lo más profundo de mi corazón, como si fuera una mina explosiva que ante el mínimo movimiento podría llegar a dinamitar todo mi ser.
✨
Perdón por la demora, el problema de escribir caps tristes es que me lo tomo demasiado enserio y termino angustiada posta jajaja.
Gracias por los votos y comentarios, me hacen reír mucho, son lo más. 💜
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andrómeda | wos • valentín oliva
Fanfiction"Si estoy solo, ¿pa' qué quiero estar primero? Me deprime imaginarme dormir solo con mi ego."