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- Amigaaaa - Caro se colgó de mi cuello apenas me acerqué a ella y Mica. Ya estaba ebria, la conocía.

- ¿Dónde estabas? - gritó Micaela cerca de mi oído.

- Acompañé a Valentín a fumar afuera - respondí bebiendo el último sorbo de Fernet que quedaba en el vaso de plástico. Ya era puro hielo derretido. Mis amigas comenzaron a hacer sonidos extraños. - Basta taradas - dije riendo.

- Boluda está lleno de famosos, mirá - Caro sacó su celular y lo puso cerca de mi rostro. Era una foto de ella con un muchacho.

- ¿Quién es? - pregunté frunciendo el ceño, no tenía idea.

- ¡El cantante de Marama! - volvió a gritar y me reí.

En mi ausencia habían estado acosando famosos y tomándose fotografías con ellos. Agradecí no haber estado presente y ser cómplice de sus acciones porque me generaba mucha vergüenza ese tipo de situaciones entre artistas y su público. Jamás podría ser famosa y aceptar de buena manera que la gente me pidiera fotos en cualquier momento y lugar. No le veía el sentido ¿con qué propósito? ¿Para presumirlo en internet? ¿Para guardar un recuerdo? Prefería conservar los recuerdos en mi memoria, no necesitaba más que eso.

- ¿Quién quiere shots? - gritó el amigo rubio de Wos, Tobo.

Caro salió disparando hacia el muchacho y luego de tomar uno de los pequeños vasos y chocarlo con el del chico ambos tiraron sus cabezas hacia atrás y bebieron todo el contenido de un sorbo.

[...]

- ¡Hola qué tal tú cómo estás dime si eres feliz porque ya yo me rendí! - cantamos las tres a todo pulmón.

El alcohol estaba haciendo efecto rápidamente y me desinhibí por completo. Ya era tarde. Habíamos estado bailando y cantando durante varias horas con Caro, Mica, Valentín y sus amigos. Me dolían las piernas y estaba transpirando. El tumulto de gente hacía que la temperatura del ambiente esté alta en el interior del boliche.

Até mi cabello en un desprolijo rodete, sin prestarle atención a los mechones sueltos que no llegué a agarrar ya que no lo tenía lo suficientemente largo para recogerlo del todo. Sin embargo, el peinado improvisado cumplía con su misión: dejar al descubierto mi nuca y no sentir tanto calor.

De pronto sentí un frío recorrer mi espalda, algo helado se deslizaba por mi columna vertebral y sin pensarlo me moví rápidamente hacia adelante chocando con el Depa, amigo de Wos, quien me atrapó en el aire mientras se reía.

- ¡La puta madre! - giré sobre mi propio eje mientras quitaba el pequeño hielo derretido de mi cintura. La risa de Valentín era tan fuerte se oyó por encima de la música - ¡Pelotudo! Te voy a matar - grité, enojada y sorprendida.

- Perdón - el castaño, que llevaba un ramillete de flores detrás de su oreja derecha, volvió a soltar una carcajada  - es que se veía muy tentador - dijo intentando calmarse ¿qué le pasaba?

- ¡Me asustaste idiota! - dije pegándole en el hombro intentando parecer enojada de verdad, aunque no lo estaba, y el muchacho volvió a reír. Estaba drogado.

Tomó un ramo de flores que formaban parte de la decoración del lugar, supuse que por el día de la primavera, y me lo entregó estirando sus manos.

- ¿Me perdonás? - dijo haciendo puchero con sus labios.

- No, sos un tarado - respondí cruzadome de brazos, fingiendo estar aún molesta.

- Dale, por fa ¿qué tengo que hacer? Perdoname, Clari - insistió, arrodillándose en el piso y extendiendo el ramo entre sus manos - por favor, Clari - claramente estaba drogado, sus ojos rojos lo delataban.

- ¿Qué hacés Valentín? Levantate dale - dije tomándolo de las manos.

El muchacho se quejó pero me hizo caso y volvió a ponerse de pie con mi ayuda. Su cuerpo había quedado a poca distancia del mío y su rostro estaba apenas por encima de mi cabeza debido a la diferencia de altura. Podía sentir su respiración chocando en mi cara, y supuse que él también la mía.

- ¡Fotooo! - oí una voz femenina gritar y rápidamente me alejé del chico.

Mi corazón latía muy fuerte. Apenas tuve tiempo de reaccionar y correrme antes de que un disparo de flash impactara contra el rostro del ojiazul que me miraba sonriendo aún.

- ¿Puede ser otra? - inquirió la chica mirando a Valentín.

- Sí, Clari, vení dale - dijo el muchacho estirándome su mano y me negué cruzándome de brazos - Bueno, solo - Valentín se puso serio y posó para la foto, aún con el ramillete de flores detrás de su oreja y otro entre sus manos, esta vez sin sonreír.

La fotógrafa del boliche volvió a disparar el flash una vez más y Valentín pestaneó varias veces.

- ¡Genial, gracias! - dijo la chica desapareciendo entre la gente.

- ¿Por qué no querés sacarte una foto con el Wosi? - bromeó el castaño acercándose nuevamente a mí.

- Porque no me gusta que me saquen fotos en un boliche y menos con el Wosi - repetí su apodo de forma burlona.

- Hey, cómo te gusta herirme el ego, eh. Primero me decís no soy tu gallo favorito, que preferís al enano de Replik, ahora me negás unas flores que coseché con tanto amor y no querés posar conmigo - fingió estar ofendido, se le daba bien la actuación.

Solté una carcajada y estaba a punto de responderle pero Mica nos interrumpió para decirnos que Caro estaba vomitando en el baño y la seguí cuando emprendió la marcha para volver con la cumpleañera.

- Perdón - susurró Carolina y volvió a lanzar un líquido espeso por su boca que me provocó arcadas pero me contuve, no podía vomitar yo también. Sujeté su cabello con mis manos, evitando que lo manchara de vómito mientras Mica volvía con una botella de agua.

- No pasa nada, tomá un poco de agua - le alcancé la botella y la rubia se sentó en el suelo, apoyándose en el inodoro.

- No debí tomar esos shots de tequila - soltó arrastrando las palabras y reímos las tres al unísono.

Bueno ahora sí, fin de la maratón sobre la Breshita. Capítulo medio choto pero me inspiraron esas fotos de Valen con las florcitas mega trolo.

andrómeda | wos • valentín olivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora