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- Estaba pensando... - comenté mientras revisaba el inicio de Instagram

- Wow - bromeó Valentín acostado a mi lado, en mi pequeña cama

Le pegué suavemente con el codo en la zona de sus costillas y soltó una risa contagiosa. Puse mis ojos en blanco y volví a fijar mi atención en el aparato que sujetaba entre mis manos.

- Decía que ya sé dónde podés grabar el video de Púrpura - continué desarrollando mi idea

El rostro del muchacho se iluminó. Elevó sus cejas y aguardó en silencio para que siguiera hablando.

- Viste que a veces trabajo en un comedor comunitario, bueno hay un lugar bastante lindo cerca, con graffitis y una canchita de fútbol donde arman campeonatos barriales, es muy lindo y siento que tiene la misma vibra que la canción, no sé, el otro día estaba anocheciendo y el cielo púrpura me recordó a tu canción - levanté mis hombros y quité mi mirada de la suya para enfocarme en el techo de la habitación

Hacía tiempo Valentín estaba buscando locación para grabar el videoclip de Púrpura. Me había comentado que quería hacer algo que reflejara la letra y su esencia, algo que lo representara, según sus propias palabras. No tenía demasiado presupuesto y tampoco era la idea contar con una megaproducción, ya que quería que la gente lo conozca como es él en su vida cotidiana. "Algo sencillo pero que pegue con la onda del tema", dijo.

Por eso, cuando salí después de estar trabajando en el centro comunitario, y observé el cielo oscureciendo lentamente, pensé en la letra de su canción. Púrpura hablaba de problemáticas sociales que veía a diario en el barrio donde realizaba tareas de asistencia social. Desde pequeños que iban al comedor para alimentarse por única vez en el día, hasta mujeres que acudían a nuestro equipo en busca de ayuda y contención por violencia de género, jóvenes adictos, adultos mayores que habían quedado marginados de la sociedad. Eran personas muy humildes, con vidas duras y aún así mantenían una fuerza y luz maravillosa. Lo mismo sentí al escuchar la canción de Valentín.

El silencio se expandió en la habitación, solo se oía la respiración del muchacho y tras unos segundos que me parecieron eternos su voz despejó las dudas que habían ocupado mi mente. Una vez que terminé de hablar sentí que era una estúpida sugerencia y probablemente no debía haberlo dicho.

- ¿Posta? Me copa, ¿tenés alguna foto para ver qué onda? - sonaba realmente interesado

- Hmm no, pero podemos ir un día de estos, así ves el lugar y de paso conocés a los nenes de los que te hablé que escuchan rap y esas cosas... - sugerí

- Y esas cosas - repitió Valentín, soltando una pequeña risa y burlándose de mi falta de conocimiento de 'la cultura', como solía decirme

- Basta, no me hagas bullying - intenté parecer ofendida pero fallé, una sonrisa apareció en mi rostro, imitando la suya

- Ni mi higis billying - era uno de esos días en los que estaba más alegre que de costumbre y todo lo hacía parecer divertido, aún las pequeñas cosas que decía

Desbloqueé el celular y abrí la cámara frontal para sacarnos una foto. Sentí la necesidad de capturar ese momento. No solía grabar en imágenes situaciones como esas, creía que eran parte de nuestra intimidad, aunque por otra parte, pensaba que era una manera de hacer perdurar todos esos recuerdos compartidos.

Valentín hacía que todo lo sintiera vertiginoso. Su presencia me transmitía esa sensación de estar viviendo un acotencimiento único, irrepetible. Como si fuese un fenómeno astronómico. Esos que ocurren en el cielo y que no los vemos, a veces por falta de conocimiento, otras porque son casi imperceptibles por el ojo humano, pero muchas veces simplemente por no prestar atención al momento justo. Valentín era mi propio fenómeno astronómico y quería capturarlo, al menos para asegurarme, de alguna manera, de que había pasado por mi vida.

Grabé un video en formato selfie, haciendo caras raras delante de la pantalla pero Valentín comenzó a hacerme cosquillas con sus manos y a repartir besos en mi cuello y terminé desenfocando el plano. Volví a intentarlo, esta vez solamente capturando el rostro del castaño quien sonreía mientras me observaba acostada a su izquierda.

Observé la delgada línea en su cabello que separaba la parte rapada de la más larga y despeinada, su incipiente barba que no afeitaba hacía varios días, el arito que me había quitado y se lo puso en su propia oreja, "para ir combinados" según él, sus ojeras oscuras que contrastaban con su sonrisa luminosa. Cada detalle suyo causaba pequeños revuelos en mi estómago.

- Sos un pancho - murmuré buscando una canción que nos gustaba a ambos y mordí mis labios para evitar sonreír ante los constantes gestos graciosos de Valentín

- ¿Con mayonesa o mostaza? - bromeó y reí a carcajadas

- Diosss, tus chistes son malísimos - comenté seria de nuevo

- Malíchimos - imitó con voz aguda - haceme parecer lindo, eh - dijo recostando su cabeza sobre mi hombro y observando lo que hacía en el teléfono

- Ufff tampoco hago milagros - le devolví la broma

- Eyyy - fingió estar ofendido

- De tu propia medicina - contesté sacando la lengua y subí la foto a las stories de Instagram.

- De tu propia medicina - contesté sacando la lengua y subí la foto a las stories de Instagram

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- ¿Puedo compartirla? - inquirió tomando su celular

- ¿Estás seguro? - bloqueé el mío y lo dejé caer sobre mi abdómen, Valentín asintió y se le formó una pequeña papada que lo hacía ver aún más tierno

- ¿Te da miedo la fama? - bromeó y rodé los ojos - Tranqui solo en mejores amigos -

- Ay él, no quiere romper los corazones de sus wosistas - me burlé

- No es eso... - dijo poniéndose serio

- Ya lo sé, Valen, no tenés que explicarme nada - sonreí débilmente

En el fondo algo me inquietaba. Tenía sentimientos encontrados. Una parte de mí prefería mantener nuestra relación o lo que fuese que tengamos así, privada, no exponernos a los posibles comentarios de la gente, solo de nuestros amigos y conocidos en quienes confiábamos y quienes ya sabían que estábamos juntos.

Por otra parte, deseaba que todo fuese más sencillo, que Valentín no fuese tan conocido, que ninguno de los dos tuviese tanto miedo de lastimar al otro, que fuese más simple todo. Pero no lo era, nada era tan fácil. Al menos cuando había tanto en juego y tanto por perder.

Muchas gracias por sus comentarios, los votos y todo el apoyo.
🥺💜

andrómeda | wos • valentín olivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora