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Hacía semanas no veía a Valentín. Solo nos comunicábamos por mensajes de texto o audios. Yo había conseguido un trabajo en la agencia de automóviles donde trabajaba mi papá, la secretaria se había tomado licencia por embarazo y estaba reemplazándola durante unos meses. Valentín había viajado a México para la final internacional de Red Bull, y lo extrañaba muchísimo.

Ese día invité a mis amigas para ver la competencia en casa junto a mi hermano, nos reunimos en el living frente al televisor conectado a la computadora para alentar a Wos a la distancia.

Había preparado pochoclos para comer durante el evento, como si fuera el cine, pero no pude comer ni uno por los nervios. Me sudaban las manos y me dolía la panza.

Se sentía extraño no poder estar ahí, alentándolo en vivo, abrazándolo antes y después de cada batalla. Quería estar a su lado, decirle lo orgullosa que estaba de él, poder mirar sus ojos celestes y sacarle esas sonrisas que revolucionaban mi interior.

Finalmente Valentín llegó a la final pero no pudo con Aczino, según me explicó Santino, el mexicano era el mejor de todos los tiempos. Wos había hecho un buen papel, era la primera vez que competía en un Red Bull Internacional, y había logrado llegar a la final. Realmente estaba orgullosa de él, esperaba que él también se sintiera orgulloso de sí mismo.

 Realmente estaba orgullosa de él, esperaba que él también se sintiera orgulloso de sí mismo

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clariglopez no mg la red bull :(

carodelfino99 mejor fotografa: yop
clariglopez obvio te amoo
micaelaacruzz cuando te divorcies acá estoy
↪ jajaja te amooo
wos.ds3 a mi me gustas vos 💜
↪ te extraño :(

- ¿De verdad te quedaste mal por la final? - preguntó Mica quitándome de mis pensamientos.

- No, no es solo que... - sacudí mi cabeza y bloqueé el celular que había usado para publicar una foto en Instagram que me había sacado Caro mientras sufría mirando la batalla - me gustaría estar con él - suspiré.

- Ay ella, se enamoró de un raperito - dijo Caro de forma burlona arrojándome un pochoclo y golpeándome en la cabeza.

- Callate tarada, no estoy enamorada - puse los ojos en blanco y le arrojé otro de mi fuente.

- Amiga, se nota, estás re enganchada si vieras la cara que ponés cuando hablás de él, y cuando recibís un mensaje, o cuando están juntos - agregó Carolina - jamás te vi así pero me gusta esta Clari.

- Gracias, supongo, no sé - levanté mis hombros y solté un suspiro - sí me gusta y lo quiero un montón pero... es complicado.

- ¿Por? Te gusta, le gustás, ¿qué es complicado? - Mica siguió comiendo palomitas de maíz como si no hubiera un mañana.

- Es que... no sé, nunca sentí esto por nadie y me da miedo por momentos. Valen está creciendo muchísimo y tiene un montón de proyectos y presentaciones, tengo miedo de que se olvide de mí - decirlo en voz alta sonaba aún más estúpido que en mi mente.

Me avergonzaba pensar en esas cosas pero no podía quitar esas ideas de mi cabeza, y la sensación de que en cualquier momento Valentín se cansaría y se olvidaría de mí. Es que todavía me sorprendía que me eligiera y me diera un lugar en su vida. ¿Por qué? No tenía nada especial para ofrecerle, y sin embargo él continuaba eligiéndome. Por eso el miedo, la inseguridad.

No soportaba la idea de perderlo, de que desapareciera de mi vida. Me asustaba tanto que muchas veces había tenido pesadillas por las noches, soñaba que me decía que ya no me quería ver y se iba de diferentes maneras, en aviones, caminando o hasta se esfumaba en el aire. Jamás podía hacer que se quede, y me despertaba sudando, sola en mi cama.

- Si se le sube la fama a la cabeza y se hace el lindo lo fajamos - sentenció Micaela, siempre tan serena ella.

- Clari, no pienses en eso. Disfrutá esto que te está pasando - me tranquilizó Carolina y las dos se acercaron a abrazarme.

- Cuidado, ¡los pochoclos! - grité atrapando la fuente antes de que se cayera y las tres reímos al unísono.

[...]


Revisé mi celular esperando encontrarme con un mensaje de Valentín. Era el día que volvía al país después del viaje a México. Le había deseado buen viaje la noche anterior, y cuando desperté volví a escribirle para saber si ya estaba en Buenos Aires pero no recibí respuesta. Estuve pendiente todo el día del celular, desbloqueando varias veces la pantalla, esperando una notificación suya, y nada.

Cargué los últimos datos en la computadora del trabajo. Ya era hora de cerrar. Solo quedábamos mi papá, que le mostraba un auto a un cliente, y yo en la agencia. Guardé los cambios en el archivo y comencé a meter mis pertenencias en la mochila, lista para irnos a casa cuando mi padre se desocupara. La puerta se abrió, y levanté mi vista hacia la entrada.

Ahí estaba él. Parado en el medio de la concesionaria. Corrí esquivando el escritorio y pasé a toda velocidad por al lado de los adultos.

- ¡Valen! - me arrojé en sus brazos y estrellé mi cuerpo contra el suyo.

Él rodeó mi cuerpo y me levantó en el aire. Me trepé enroscando mis piernas en su cintura mientras largaba un pequeño grito de alegría que no pude contener.

- ¿Qué-cómo- cuándo llegaste? - dije separándome para observar sus ojos celestes.

- Hoy a la mañana - sonrió Valentín todavía sosteniéndome a upa.

- Te extrañé mucho - confesé y besé sus labios antes de que pudiera decirme algo, sin pensar en que podían estar observándonos los mayores, en especial mi propio progenitor.

- Si me recibís así siempre voy a irme más seguido - bromeó el castaño cuando volvimos a separarnos.

- No, no te vayas más tanto tiempo - hice puchero y hundí mi cabeza en el espacio entre su hombro y su mandíbula, inhalando su perfume que tanto había extrañado. Valentín soltó una risa y sentí cómo vibraba su garganta.

Desenredé mis piernas y volví a colocar mis pies sobre el suelo, aún con mis brazos alrededor de sus hombros.

- ¿Qué vas a hacer esta noche? - preguntó el castaño corriendo un mechón de pelo que caía sobre mi rostro.

- Nada, ¿por? - respondí examinando su rostro, lo había extrañado demasiado.

- Tengo vino y un melón esperándonos en casa - soltó con una sonrisa en sus labios.

- Ready para el vacilón, eh - bromeé y volví a unir nuestros labios.

Espero que presten atención a todas las referencias porque en un futuro van a ser importantes. Atentis, ahre.

andrómeda | wos • valentín olivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora