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capítulo cuatro mentiras blancas y líneas blancas
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A veces Izzy Windsor creía que su vida pasaba a través de su vista periférica en un borrón. Pero no te burles, ella sabía cómo sonaba. Sabía que sonaba estúpido, pero era la verdad. Porque, ya ves, podía recordar los momentos importantes como caminar hasta el hospital y ver a los doctores llevando a su madre, a pesar del sonido de la línea estática resonando en el edificio. (Aún podía escuchar aquel sonido ensordecedor de vez en cuando. La torturaba en sus sueños.) Pero, además de eso, todo era una mancha completamente borrosa.
Habían ocasiones en que Izzy mezclaba los escenarios por completo y los confundía con otro de sus recuerdos. No parecían importantes para ella, por lo que los olvidaba o los confundía con algo más que le había pasado. Y no solo eso, pero los días comenzaban a pasar más rápido. Todo parecía acelerarse. Un segundo, estaba en el funeral de su madre, al siguiente, estaba cumpliendo dieciséis. Octubre se mezcló con diciembre, y rápidamente se transformó en abril antes de que pudiera comprenderlo todo. Entonces, comenzó el verano y el aniversario por la muerte de su madre estaba en el horizonte.
Izzy no sabía qué pensar de todo eso. No estaba segura de ni si podía comprenderlo. Simplemente sabía que había pestañeando y un año entero había pasado.
Los días después de la fiesta en el Boneyard habían pasado volando también. Una vez que JJ disparó, la cabeza de Izzy comenzó a girar y girar, y no se detuvo hasta que un par de días habían pasado. El mundo seguiría girando sin su conocimiento si no fuera porque Rafe la arrastró fuera de la casa y la forzó a acompañarlo en un viaje al Cut. (Ella manejó, por supuesto, mientras él iba en la estúpida motocicleta en la que había desperdiciado el dinero de su padre.) Ella no sabía por qué quería que fuera, pero todo pasó en un borrón y, pronto, él estaba saliendo de la caravana, luciendo frenético. Ella no se molestó en preguntarle lo que había pasado, sino que solo le siguió la corriente.
