D i e c i o c h o

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✎Fine — Taeyeon

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Fine — Taeyeon.

—   ¿Qué hago?

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—   ¿Qué hago?

Me había escondido en la cocina desde que empezó mi turno porque mi cabeza no dejaba de darle vueltas a la idea de las píldoras. Tenía las manos enterradas en mi cabello y lo estrujaba con fuerza, como si eso fuera a darme esa respuesta que tanto anhelaba. Seokjin estaba de espaldas a mí, cortando vegetales; por unos minutos, el único sonido en la cocina era el del cuchillo atravesando las verduras.

Desde aquel día en que Jimin nos explicó el propósito de esas píldoras y la red de distribución a las que se asociaban, mis pensamientos estaban colmados de posibilidades, hasta podía listarlas todas, una en especial, me erizaba los vellos del cuerpo en cuanto la revisitaba en mi mente. Por un momento sentí como mi cabeza dejaba de dar vueltas y al subir la mirada me encontré con la mirada triste de Seokjin y su mano en mi frente.

—   Preocúpate por ti misma, Ah Rin. — Tomo asiento a mi lado mientras se sacudía el uniforme. — Tan solo mira el estado en que estas, ...— pauso y con calma me sacudió el flequillo, mi visión tornándose borrosa y los bordes de mi visión periferal oscureciéndose— vas a enfermarte.

¿Así de mal me veía? ¿Es porque no sé qué hacer sin que los demás me guíen?

¿Es porque tengo mucho miedo?

—   Basta. — Jin tomo una de mis manos con preocupación y suspiro antes de pronunciar. — Esto no es sano. Estas buscando solución a los problemas de los demás y no a los tuyos. — ¿Desayunaste hoy?

Negué y desvié mi mirada de la suya a algún punto de la habitación que no fuera su cara de lastima, mi visión volvía a la normalidad y luego nuevamente a esa oscuridad extraña. Cerré mis ojos con fuerza, esperando que todo fuese una especie de broma enferma.  — ¿Estas durmiendo bien?

Nuevamente negué, avergonzada. — Estoy bien, Seokjin.

—   ¿De verdad?

¿De verdad lo estoy?

No.

Estoy exhausta.

Esto me está matando.

Stress◦Hoseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora