✐Dean- D(Half Moon)— ¿Qué quieres Taehyung? Son las 6 am.
Resople somnolienta mientras le observaba con paquetes de comida china y una bolsa transparente en la otra mano, parado frente a la puerta de mi apartamento. Me miraba sospechoso e inspecciono mi vestimenta con cuidado. Me pase una mano por la cara y eche un vistazo al pasillo desierto. Hoy hacia mucho frío y agradecía haberme puesto una enorme sudadera gris con pantalones de pijama, — incluyendo calcetines a juego, por supuesto—; sin embargo, Taehyung seguía viéndome como si hubiese vendido anfetaminas en mi casa la noche anterior.
— Jimin no regreso a casa anoche...— estiro un poco su cabeza e intento ver dentro de la casa. — ¿estabais haciendo cosas guarras?
Me di la vuelta y le ignoré. Camine a la cocina y tome la taza de café humeante que me esperaba en el mostrador. Le hice una seña a Taehyung para que entrara y así lo hizo. Le señalé el sofá con la cabeza y finalmente tomo respiración dramáticamente cuando vio a Jimin tirado en el suelo con un brazo sobre sus ojos
— Por todos los santos, Taehyung. Son las 6, ve a joder a otro lado.
Jimin se revolvió y observe a Taehyung respirar tranquilamente cuando se dio cuenta que Jimin estaba enteramente vestido. El castaño se sentó, restregando sus ojos tranquilamente mientras me miraba apoyada en el mármol de la cocina. — ¿Café?
— No hice para ti.
— Jódete.
Taehyung camino hasta el mesón y se encargó de colocar toda la comida sobre la mesa. Acomodando todo con parsimonia mientras murmuraba algunas frases incoherentes a su paso. Puso platos de plástico y luego de haber ordenado a su manera todo el menú, nos señaló a ambos con su índice — Rin Rin, come.
— ¿Qué hay de mí, idiota? ¡Te invite cervezas anoche! — Dijo Jimin mientras hacia un puchero y casi me da un golpetazo cuando arrastre su porción hacia mi plato. —¡No te comas eso, gorda!
— No te amargues, mochi de tienda barata. — Le saqué la lengua y me metí un poco de comida a la boca.
— Wow, el ship es real.
Ambos miramos a Taehyung con inminente molestia y nos dedicamos a comer en silencio, ignorándolo. Tome un pedazo de carne mientras no se daba cuenta y me reí un poco cuando de repente, Jimin arrastro mi plato lejos de él y comenzó a comer todo como si fuera un tarro sin fondo.
— ¡Eh! ¡No es justo!
— No, no lo es. Pero a mi me encanta hacer trampas. — Saco la lengua y se tragó casi todo lo que había en mi plato.
— No voy a invitarte nunca más a mi casa, Park Jimin. — Me levante y me lleve uno de los botes llenos de arroz frito conmigo. — Tampoco te comes esto, baboso.
— Bah, sabes que te soy irrisistible.
El timbre del apartamento sonó nuevamente y no paso mucho tiempo cuando oí la rotunda voz de Yoongi del otro lado. Coloque un dedo sobre mis labios rápidamente y sisee. Taehyung y Jimin se quedaron estáticos, uno más sorprendido que el otro. Hasta yo misma estaba conmocionada. Por primera vez en la vida, no quería que Yoongi entrara a casa. Quizás porque sabía que Yoongi era amigo de ambos, mío y de Hoeseok; y probablemente, todo el pequeño escándalo ya se lo había contado. Eso me hizo avergonzarme aún más y termine colocándome de puntillas solo para ver si ya se había ido, pero no, seguía ahí. Viéndome con la expresión más seria del universo y con un bote de pintura en la mano.