One Shots de Spainrp

Sentimientos Ocultos (Conway X Volkov)

Conway está muy enamorado de volkov pero no quería admitirlo, es más le parecía algo malo.
No podía evitar sonrojarse cuando el ruso le decía algo en japonés con esa voz chillona, muchas veces se emborracho junto a este y terminaron durmiendo juntos y se le ponía tiesa cuando este hablaba en ruso o cuando le disparaba alguien, era un jodido ángel pero también es su mano derecha, la persona que siempre estuvo ahí para el y eso era lo que más le gustaba de este que nunca lo abandono.

–Volkov–le llamo por la radio.

–¿Diga?–le pregunto.

–Ven a mi oficina–le ordenó.

Este no tardo en llegar.

–¿Qué pasa?–pregunto mientras se acercaba a su jefe.

–¿Te apetece esta noche ir a mi departamento a beber?–le pregunto aunque más bien lo estaba invitando.

Era viernes así que no tendría problema.

–Claro que si pero vamos al mio–dijo.

El departamento de Conway le traía recuerdos, sobre todo de esa vez que se habían emborrachado y se habían dormido juntos, el ruso había sido el primero en despertarse y sintió el brazo del super abrazarlo, después de eso volvió a quedarse dormido.

–Pero tu departamento huele raro y está lleno de historietas de cosas chinas–le dijo.

Estaba mintiendo, el departamento del ruso olía muy bien y eso era un problema para el porque se sentía muy bien.

–¿Qué dice? Mi departamento huele bien y no se meta con mis comic's–le advirtió.

–Esta bien si quieres invita a Greco–le dijo.

Este asintió y se fue de la oficina.
Por suerte hoy fue un día tranquilo solo tuvieron un código 3 el cual lograron detener a los atracadores, a Conway le encantó ver a Volkov hacer las negociaciones, su voz, su manera de ser tan frío no iba a negar que se le había puesto tiesa culpa del ruso.
Este salio de su oficina encontrándose con Volkov el cual estaba concentrado en su móvil.

–Deja de ver porno de dibujitos chinos, tenemos que irnos–le dijo.

–Joder, que no son dibujitos chinos, se llama anime–le contestó.

–Andando–le dijo y empezó a caminar.

Este le siguió, le daba gracia que Conway siempre insulte a “sus dibujitos chinos”.
Volkov a pesar de ser frío tenía su lado sensible que sólo el superintendente conocía y se sentía bien con que este lo sepa, estaba enamorado de él pero sabía que no tenía chances para poder estar con él asi que por eso ocultaba sus sentimientos.

–Iremos en mi coche–Aviso Volkov abriendo las puertas de su audi.

–Primera vez que veo limpio a tu coche–dijo Conway mientras entraba al vehículo.

El ruso rodó los ojos.
Puso el auto en marcha hacia el edificio en donde vivía, había invitado a Greco pero este no podía ir porque tenía cosas que hacer mañana.
Bajaron del coche y entraron al edificio.
Era una zona tranquila, no era un lugar de ricos pero el departamento si que era costoso aunque su sueldo le permitía mantenerlo.
Al entrar al departamento volkov encendió la luz y fue directo al bar que tenía.

–¿Qué quiere beber esta noche?–le preguntó.

–Algo fuerte pero no vodka–dijo.

El ruso preparo un vaso de whisky y Vodka.
Se acercó hacia conway y le entrego el vaso.

–Gracias–dijo.

Se sentó al lado de este, habían encendido la tele, pero el super no estaba prestando atención.

–Hombre ¿que pasa? ¿Porque esta así?–le pregunto volkov.

Por tu culpa pensó pero prefirió no decirle eso.

–Volkov, ¿alguna vez te enamoraste?–le preguntó.

¿Qué si se había enamorado? Esta más que colado por el.

–Si–contestó.

–¿Y no sentiste que estaba mal enamorarte de esa persona?–volvio a preguntarle.

Se había sentido muy mal cuando se dio cuenta que le gustaba conway, sabía que era algo imposible su amor pero aún así ahí estaba enamorado de él.

–Si pero no entiendo a que quiere llegar con todo esto–le dijo.

–A que estoy enamorado y pienso que esta mal porque esa persona es diferente a mi pero aun así me gusta, he hecho todo lo posible por olvidarle pero no puedo–respondió.

Sentía un nudo en la garganta Conway, quería gritarle que estaba enamorado de él pero no podía.
El de pelo gris se quedó callado ¿de quien se enamoró su jefe?.

–Volkov, ayúdame..–le pidió.

–¿En qué?–le preguntó.

–A olvidarte, joder, me gustas tanto pero siento que no soy lo suficiente para ti y que esto esta mal porque probablemente ya te guste alguien más, además eres mi mano derecha no se...–Volkov lo tomo de las mejillas acercandolo hacia el quedando a escasos centímetros.

–Tu también me gustas–le dijo para luego besarlo.

Ni Volkov, ni Conway podían creer lo que estaba pasando, se estaban besando y ambos admitieron que se gustan.
Se separaron por falta de aire.

–Joder Conway, pensé que te gustaba alguien más, nunca pensé que podría gustarle–dijo feliz el ruso.

–¿Como no ibas a gustarme? Joder si eres simplemente perfecto, además siempre estuviste a mi lado era imposible no sentir algo por ti–contestó.

Estaban más que felices, ambos se sentían con un peso menos de encima.
Se habían confesado por fin, luego de tanto tiempo ocultando sus sentimientos.
Sin saberlo estaban echos el uno para el otro.