One Shots de Spainrp

Bienvenida 2 (Gustabo)

Desde el primer momento supo que aquella sorpresa no iba ser buena y menos viniendo de aquel rubio.
Observo como este cerraba aquella bolsa la cual estaba llena de joyas.
Gustabo seguía siendo el mismo, seguía metiéndose en problemas, seguía manipulando a la gente y Laia no sabía el porqué eso le gustaba, siempre le gustó aquel rubio.
Los sonidos de los patrullas se hicieron presentes.

—Ya están aquí. —Aviso el mexicano.

—Ven Laia, vamos a negociar juntos.

Tomó de la mano de la chica y la llevó hacia la puerta.
Detrás de esta estaba un hombre, el cual parecía estar muy cabreado.

—Buenas. —le saludo el rubio.

—Joder.. —Conway reconoció aquella voz.

—¿Como esta abuelo?.

—De puta madre, ¿tu vas a negociar?.

—Claro que si.

—¿Cuantos rehenes tienes?.

—Pues.. No tengo rehenes.

—¿Qué? ¿Nos liamos a tiros?.

—No.. Conway, nosotros somos unas personas pacíficas, no queremos guerras, queremos amor.

—Claro y yo os lo daré con mi carabina.

—Joder.. Con el abuelo, bueno, ¿sabes negociar Lavanda?.

La peli morada le miró confundida.

—¿Como acabas de llamarme?.

—Lavanda, ¿quieres negociar?. —volvió a preguntar el rubio.

—De acuerdo.

La chica de tapabocas negro se acercó hacia la puerta de cristal.

—Espero que seais conscientes de que negociarán con el botín. —dijo el hombre que se encontraba detrás de la puerta.

—Pues claro, ¿le parece si empezamos?.

—Claro muñeca.

—Bien, por un 10% quiero que no me truquen el vehículo.

—Denegado.

—Joder, entonces por un 15%.

—Bien.

Aquella chica tendría para rato.

...

Habían logrado escapar de la policía gracias a que Gustabo llamó a Segísmundo, este le ayudó junto a su primo, haciendo un bloqueo y que estos pudieran escapar con éxito.
La muchacha aún sentía la adrenalina, hacia mucho tiempo que ella no era parte de un atraco y ahora que volvió a serlo se sentía muy bien.

—Joder, pedazo de bienvenida me has dado eh.

—Claro que si.

—Oiga Gustabo.. ¿Puede dejarme en el taller?.

—¿Y a mi puedes dejarme en garage central?. —pregunto Horacio.

–Joder.. Ahora soy un uber ¿o que?.

–Bueno, usted es el que está conduciendo.

El rubio llevó a estos a Garage central, a pesar de que el mexicano le había dicho que lo dejara en el taller.

—Nunca cambias Gustabo—ambos sonrieron.

—Vamos a mi casa y bebemos algo para celebrar tu bienvenida y el atraco ¿que te parece?.

—Me parece bien.

Al llegar a la casa del rubio, este saco una botella de Vodka y dos vasos.
Ambos amigos se sentaron en la silla a beber.

—No veas tu como quema la garganta esto. —dijo la peli morada.

—Si pero una vez que te acostumbras hasta disfrutas.

—¿Y si jugamos a yo nunca nunca? Y bebemos Shots si hicimos tal cosa.

—De acuerdo.

—Bien, yo empiezo, yo nunca nunca he formado parte del CNP.

Gustabo bebió aquel vaso de un solo trago.

—Joder hombre pero si atracamos una joyeria hace menos de una hora.

—Ya, me toca, yo nunca nunca he comprado armas ilegales.

Laia tomo el shot de vodka a la misma vez que el rubio.

—Pues ya vez, no todos somos legales.

Y así siguieron jugando.
La botella ya estaba casi vacía y estos aún se mantenían, como podían pero ahí estaban jugando, aún que esta vez lo hacían de manera más intensa, sacando información del otro.

—Yo nunca nunca le he dicho a la gente que soy asexual solo por esperar a una persona.

Su amiga le miró confundida ya que este tomo aquel shot mientras la miraba fijamente.
Aquellos ojos azules, tan intimidadores pero curiosos a la vez, podías perderte en ellos.

—Hay algo que tengo que decirte Laia.

—Di.. dime.

—Bueno, ya lo sabes de echo, le dije a mucha gente que soy asexual pero realmente no lo soy, todo este tiempo te estuve esperando, sabía que en algún momento tu volverías y bueno.. Aquí estás.

Aquella confesión por muy tonta que pareciera a Laia le había dejado sorprendida y feliz a la vez.
Se levantó del sofá individual que estaba y sin despegar la vista del rubio, se acercó a este.
Una vez ya delante de este, se sentó a horcajadas sobre el, dejándolo sorprendido por aquel acto.

—Debo de admitir que yo también te estuve esperando Gustabo, ninguna persona me gusta tanto como lo haces tú.

Dicho esto, el rubio sonrió y poso sus manos en la cintura de la chica.
Mientras que ella posaba sus manos en las mejillas de este, ambos se miraban felices, al fin volvían a estar juntos.
La peli morada corto la distancia haciendo que sus labios se unan en un beso necesitado, el cual se tornaba cada vez más fogoso, Laia empezo a mover las caderas provocando que sus intimidades se rocen.
El rubio se separo de ella a pesar de no querer hacerlo.

—Joder.. ¿Estas segura de que quieres esto Laia?.

—Shh.. Ya espere lo suficiente como para saber que quiero esto y más.

UwU
Hay la dejo xd
Espero que haya sido de su agrado este One shot!
Por cierto los pedidos están cerrados hasta nuevo aviso!
Nos vemos pronto!