Genjutsu O Efectos Del Alcohol

1K 59 9
                                    

- ¿Por qué Sasuke-san dijo nuestro hijo? ¿Él-él es mi padre? –pregunta temeroso y Sakura volteo el rostro no atreviéndose a contestarle y a Raito eso le confirmo lo que quería saber por lo que sus ojos se cristalizaron.

- Si Raito. Yo soy el bastardo que los abandono. –dice con seriedad Sasuke.

Las primeras lágrimas resbalaron por los ojos de Raito, se sentía decepcionado al saber que ese hombre que se gano su admiración y respeto es ese bastardo que lleva años odiando. Sakura apretó los puños sintiéndose mas furiosa hacia Sasuke, mientras que Sasuke sintió su corazón oprimirse al ver como los ojos de Raito comenzaban a reflejar odio hacia él.

- ¡Te odio! –gruñe furioso en el momento en que sus ojos apareció el sharingan con apenas dos comas.

Sasuke sintió en su corazón el dolor de esas palabras peor que un ardor de heridas, más sus ojos y rostro no mostro absolutamente nada.

Sakura se sorprendió al oírle decir esas palabras a su hijo con tanto rencor, y al notar como apretaba sus puños con fuerza intentando contenerse.

Raito quería golpear a su padre, hacerle pagar todo el sufrimiento que esta seguro debió haber vivido su madre, pero se contuvo, y mejor dio media vuelta y salto al tejado de su casa, para luego saltar hacia otro tejado e irse alejando de tejado en tejado a toda velocidad que tiene en ese momento.

- ¡RAITO! –grita Sakura mirando por donde se fue su hijo, para luego mirar molesta hacia donde esta Sasuke, el cual mantenía su mirada tranquila hacia donde Raito se fue. –Bien hecho Sasuke. –dice con sarcasmo, para luego regresar su vista hacia donde se fue su hijo y saltar hacia el tejado para seguirlo.

- Con que así más o menos se sentía Itachi cuando le profesaba odio con palabras y la mirada. –murmura a la vez que una seca sonrisa adorna su rostro y aprieta los puños con fuerza.

Kakashi llego a su departamento, con tan solo entrar se dio cuenta que faltaban ciertas cosas, mas específicamente las cosas que eran de Yukiko. Al peli-plata no pareció importarle y siguió caminando por su departamento hasta la habitación.

(Debí imaginarme que su aroma desaparecía si tiene cuatro meses sin estar aquí) –Kakashi frunció el entre cejo y camino hacia el ropero, abrió las puertas viendo que ahora solo hay ropa de él. – ¿Qué esperaba? ¿Qué se le haya olvidado algo y venga a recogerlo? –el peli-plata rodo su ojos ante sus absurdas acciones.

Kakashi camino hacia la cama y se aventó en ella, cayendo acostado boca arriba y miro el techo con aburrimiento, para luego cerrar su ojo y la imagen de Yukiko como la vio hace un momento vino a su mente haciendo que abra nuevamente su ojo mostrando cansancio.

- Y así es como Hatake Kakashi no puede olvidar a una mujer. –dice con cansancio, soltando un profundo suspiro.

El ninja copy voltea a su derecha viendo que Yukiko si dejo algo, ahí sobre el buro esta la llave del departamento que él mismo le dio cuando le pidió que vivieran juntos, provocando que su ojo muestre melancolía, jamás imagino que llegara a extrañar a alguien tanto.

Frente a una joyería, mirando por los estantes desde afuera están Kiba y Shino, el primero mira con aburrimiento mientras que el segundo lo hace con interés.

- Ya hombre, escoge el que sea. Solo pide uno de compromiso. –dice con fastidio el castaño haciendo que el pelinegro deje de ver los anillos y voltee hacia su compañero.

Aprendiendo de nuestros erroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora