Los detalles nunca fallan

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En una habitación oscura se ve dos cuerpos sobre la cama. La mujer esta acostada boca arriba y el hombre encima de ella. Sus cuerpos están unidos, sus respiraciones son pesadas y solo se oye en la habitación la pesada respiración de ambos acompañada con los gemidos femeninos y gruñidos masculinos.

El rostro de la mujer esta contraído por el placer, sus ojos verdes están oscurecidos por el deseo. El hombre tiene sus ojos entrecerrados, brillando ese rojo en ellos con intensidad.

Las embestidas del hombre son profundas y fuertes. La mujer enrueda con sus piernas la cadera de él como si quisiera fundirlo completamente con ella.

¡Sasuke-kun! –exclama llena de dicha y placer la mujer y su cuerpo comienza a tener leves espasmos ante el orgasmo que ha llegado a ella, sintiendo como toca el cielo con la punta de sus dedos.

Sakura. –gruñe el hombre dado una profunda embestida haciéndole sentir a ella ese cálido semen llenarla por completo.

Sakura abre sus ojos ensanchándolos, estando completamente sudada y sonrojada con su respiración acelerada.

- ¡Mierda! –exclama furiosa sintiendo su sexo húmedo. –Malditos seños húmedos y maldito Sasuke por ser protagónico de ellos. –murmura frustrada, queriéndose golpear ella misma la cabeza por soñar eso, si el Uchiha se entera lo que ha soñado con él se le subirá su muy crecido ego.

Hinata está sentada en la cama cambiándole el pañal al pequeño Minato que mueve sus bracitos inquieto mientras balbucea cosas. Y Naruto está de pie terminando de vestirse para este nuevo día.

- ¿Iras a entrenar Naruto-kun? –la peli-azul alza su mirada hacia él mostrándose curiosa.

- Si. Después iré a la torre a cumplir con mis obligaciones. –dice de forma heroica.

- ¿Podrías llevar a Minato-chan contigo al entrenamiento? Yo lo podría recoger en la torre. –le pide apenada. –Es que Ukyo y yo iremos al mercado a comprar algunas cosas. Y Minato-chan se pone muy inquieto, no le gusta ir de compras con nosotras porque se aburre.

- Entiendo. –el rubio comprende a su hijo, ir de compras con las mujeres es aburrido y tardado. –No te preocupes Hinata-chan, lo llevare conmigo. Mientras entreno hago un clon que lo cuide. –el rubio le sonríe amigable acercándose a su hijo. –Ven aquí pequeño diablillo. –dice juguetón, tomando en brazos a su hijo que ya esta vestidito y este sonríe emocionado.

- Gracias. –Hinata le sonríe levemente.

- Te veo más de rato. –el rubio se inclina hacia ella y le da un leve beso en los labios haciéndola sonrojar. –Dale un beso a mami Minato-chan. –el niño asintió, y se inclino hacia su madre dándole un beso en la mejilla.

Hinata se contuvo para no chillar emocionada, es que su retoño y su marido son tan tiernos.

Yukiko entra a la habitación solo vistiendo una pequeña toalla que apenas y le tapa lo necesario. Marcando su pequeña cintura, y sus senos que por la lactancia han crecido un poco más.

La pelinegra camina hacia donde está el tocador, mirando de reojo como sus dos hijos siguen dormidos sobre la cama, para después enfocar su vista en el espejo, y con la pequeña toalla que trae en su mano derecha comienza a secarse el cabello.

Aprendiendo de nuestros erroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora