Capítulo 11

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Ha pasado toda una semana desde que comencé a trabajar para la exposición de fotografías y es momento de regresar a la oficina para una reunión con el jefe.

Como siempre soy de las primeras en llegar así tendría tiempo de organizar algunos papeles antes de hablar con el señor Mathew. Olvido los pantalones y playeras de la última semana para retornar a la formalidad que exige una galería de arte: llevo un vestido negro hasta las rodillas y de manga corta a juego con tacones, no demasiado altos, del mismo color, como el ambiente aún está fresco debido a las lluvias porto el cabello suelto. Antes de subir al ascensor pasó por la mesa de Sara para saludarle.

—Buenos días.

—Buenos días Abby, que bueno verte de regreso ¿qué tal tu semana?

—Con mucho trabajo, ya sabes lo quisquillosos que se ponen los artistas con sus quehaceres.

—Imagino, ¿quedamos en el almuerzo y me cuentas todo?

—Depende de cómo vaya la reunión con Mathew.

—Buenos días señoritas—la voz masculina que sonó a nuestras espaldas provocó que el alma se me cayese a los pies.

Ahí parado tras de mí se encontraba Alex con su usual porte rebelde, sin embargo, la cortes sonrisa que mostraban sus labios no llegaban a sus ojos, estos se veían opacos sin su habitual vivacidad.

—Buenos días—contesto Sara— El señor Mathew ha indicado que le espere en su oficina y que le perdone el retraso.

—Así será hermosa—le guiña un ojo con picardía para después dirigir su mirada a mí antes de seguir de lago dejándonos a ambas atrás con la boca abierta.

Es como si lo hubiese hecho a posta y lo peor es que me ha molestado. ¿Por qué diablos tiene que coquetear con Sara?

—Has visto eso—susurra esta una vez que Alex está lo suficientemente lejos como para escucharnos— ¿Crees qué le guste?

Siento mi cara arder y la sangre hervir por mis venas, debo contar hasta diez para no soltarle una respuesta de la que luego me pueda arrepentir.

—Deberías tener cuidado ya sabes cómo son estos artistas de mujeriegos.

—Pues con uno así no me importaría por lo menos disfrutar el rato.

—Me marcho a trabajar, hasta luego.

Doy media vuelta incluso antes de que Sara responda, estoy que hecho humo y siento la necesidad de darle un guantazo a alguien. No sé qué me ha molestado más: el coqueteo indecente de Alex en mis narices o la respuesta de Sara. Respiro profundo mientras subo en el ascensor, lo que esos dos hagan en su vida privada me importa un comino, no tiene sentido alguno la reacción que he tomado ante lo sucedido. No obstante, por unos segundos me había sentido especial para Alex la noche antepasada cuando me beso la frente a la entrada de mi apartamento o como me cuido cuando enferme. Ya me doy cuenta de que solo lo imaginaba yo, no era más que la forma de burlarse él de mí. ¡Capullo!

Ayer en la noche luego de que se marchase de mi apartamento le conté todo lo sucedido a Mario, desde nuestros días de escuela juntos hasta la situación actual y, para mi sorpresa, en vez de burlarse escucho y atendió atentamente, claro luego de un tiempo comenzó a decir que parecía un culebrón de telenovelas.

Entro a mi oficina y mientras espero a que me llamen para ir a ver al jefe comienzo a trabajar en el ordenador. En menos de una semana tengo que organizar una pequeña fiesta para promocionar y dar a conocer la exposición de fotografía. Ya he seleccionado algunos bares o restaurantes que podríamos alquilar, solo faltaba que Mathew echase un ojo y eligiese el de su preferencia. No sería una fiesta como para tirar la casa por la ventana, sino entre algunos artistas importantes y trabajadores del sector artístico, además que algún que otro acompañante que llevara cada uno. Esto último opcional, sin embargo, para evitarme la molestia de ir sola he pensado en pedirle a Mario que me acompañase, además, le vendría bien un poco de baile y alcohol luego de tanto tiempo como militar. Imprimo todo lo que necesito entregarle al señor Hawk y lo guardo en una carpeta, hasta que finalmente suena el teléfono para indicar que el jefe ya está en su despacho esperando.

Perfecto Canalla Donde viven las historias. Descúbrelo ahora