Escucho voces a lo lejos, pero me cuesta abrir los ojos. Me duele todo el cuerpo y dejo escapar un pequeño grito cuando por fin consigo moverme. Pestañeo varias veces antes de intentar enfocar la vista en la persona que me está sosteniendo.
-Fawn -le sonrío al reconocerla, aunque incluso ese gesto duele. Aun así, la analizo con ojo clínico para asegurarme de que está bien. Tiene una pequeña brecha en su frente, pero la sangre ya se ha secado y no se ve inflamada o infectada. Está toda cubierta de polvo y ni siquiera su perfecto moño militar se ha salvado del desastre, pero por lo demás no parece encontrarse mal.
-Dios, Doc -me devuelve la sonrisa con alivio-, ya pensé lo peor. ¿Cómo estás?
-Me duele todo -digo, probando mis músculos mientras hablo-, pero creo que no tengo nada roto. Sobreviviré.
Me ayuda a incorporarme y sonrío de nuevo al comprobar que me sostengo por mi propio pie. No quisiera ser una carga para nadie, ahora que no tenemos el halo. Entonces miro a nuestro alrededor, solo para descubrir que hemos sido afortunados de contarlo porque esto parece un apocalipsis. Gibbs no se ve nada contento por lo que ha pasado y se dedica a gritar, mientras que los que han salido más o menos ilesos rescatan de los escombros a los heridos. Pero cuando le escucho despotricar sobre que Fawn tiene la culpa por no haberse ido cuando se lo ordenó, algo dentro de mí se acciona y ya no puedo contenerme. Me acerco a él y lo enfrento. No lo golpearé porque no quiero darle motivos para denunciarme después, pero ganas no me faltan.
-Si Holt se hubiese ido a la base, ahora estaríamos todos muertos -uso su apellido porque no quiero que piense que lo hago por algún tipo de interés con ella- ¿O crees que habríamos resistido mucho en el bosque mientras esperábamos un día entero por ella? Nos ha salvado el culo, joder. Deberías agradecérselo en lugar de menospreciarla.
-El helicóptero está destrozado -me grita, señalando los restos del aparato-. Y ahora tenemos más heridos que antes. ¿Cómo coño vamos a llegar a la base?
-Los arrastraremos si es necesario -respondo en el mismo tono. Es imposible guardar la compostura con este hombre-. Buscaremos refugio antes de que vengan a por nosotros y esperaremos a la noche. No tenemos gafas para todos, pero nos las apañaremos. Esto no habría pasado si...
-Doc -Fawn me llama y cuando miro hacia ella, la veo agachada junto al hombre de las quemaduras. Me acerco a ambos y veo que al parecer tenemos una baja. Me olvido de la discusión con Gibbs, que no nos llevará a ninguna parte y comienzo a comprobar el estado de todos los hombres. Hay cosas más importantes que quitarle la razón a un loco. Por suerte o por desgracia, al final solo él ha resultado mortalmente herido en el accidente.
-Lo cargaremos entre dos -le digo a Fawn cuando me pregunta-. No dejaremos a nadie en esta tierra maldita si podemos evitarlo, aunque eso nos retrase.
-No sé si lo lograremos -mira alrededor-, la mayoría están al borde del colapso.
-Habrá que esforzarse un poco más -me encojo de hombros. En peores situaciones me he visto
-Dicen que los SEAL pueden cargar incluso con dos hombres heridos -a pesar de la situación tan tensa, Fawn intenta bromear, para aligerar el ambiente.
-Tal vez Archer pueda -pienso en el gigante del equipo-, pero te aseguro que con uno es más que suficiente para la mayoría de nosotros.
-Nos ponemos en marcha -grita Gibbs de repente.
-Tenemos que organizarnos primero -me acerco a él de nuevo y trato de mantener un tono neutro para no alterar más la situación-. No dejaremos a nadie atrás y...
-Enterraremos al muerto entre los escombros y seguiremos adelante -me corta-. Volveremos después a por él, con una patrulla bien pertrechada y un vehículo donde poder meterlo.
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Fawn (Saga SEAL 6)
ActionEl nuevo despliegue del equipo resulta demasiado tedioso para todos, pues pasan la mayor parte del tiempo inactivos. Sin embargo, el sargento Owen Harris, Doc para los amigos, no tiene tiempo para aburrirse porque debe atender a todos los soldados d...