Mil situaciones se me pasan por la cabeza de camino a la casa de Bárbara, pero en ninguna de ellas sucedía lo que vi, al llegar. Aaron está totalmente ido y no deja de gritarle a su mujer, que se ha interpuesto entre él y su hija, que está llorando, encogida de miedo bajo la mesa. Vince está tirado en el suelo, con una fea herida en su cabeza que me preocupa bastante. Pero solo cuando veo el cuchillo en la mano de Aaron, comprendo que esto es más grave que una riña familiar que se ha descontrolado.
-Aaron -lo llamo, para que vea que estoy aquí-, cálmate y suelta el cuchillo. Sea lo que...
-Tú te largas -me interrumpe, gritando-. Esto no es asunto tuyo.
Por cómo habla, entiendo que está ebrio, lo que lo vuelve alguien mucho más peligroso porque en este momento, no le importarán las consecuencias de sus actos. Me aproximo a él lentamente, tratando de llamar su atención para que deje de amenazar a Bárbara. Yo estoy preparado para repeler un ataque con arma blanca, ella no.
-No sé cuál es el problema -digo-, pero podemos solucionarlo si nos calmamos todos.
-No te acerques más -ahora me señala a mí con el cuchillo, que es justo lo que estaba esperando que sucediese-. Te juro que la mato si lo haces.
-Aaron, por favor -Bárbara le suplica, devolviendo la atención del hombre hacia ella-. Tú no eres así.
-¡Qué sabrás tú, Barb! -diría que sus palabras están cargadas de demasiado odio-. La mujer perfecta. Todos hablan a mis espaldas sobre eso. Se ríen de mí porque mi mujer me está manteniendo.
-Eso no es cierto -insiste ella, con lágrimas en los ojos. Puedo ver que tiene varios morados en su cara que no son de ahora y recuerdo que Fawn se burló de ella por estar demasiado maquillada el día en que nos conocimos. También hay varios nuevos, que todavía se están formando, pero puedo suponer que no es la primera vez que le pega-. Solo estás teniendo una mala racha. Encontrarás trabajo y...
-Cállate -su grito la hace encogerse de miedo-. No sabes nada, maldita sea.
Mientras habla, ha dado un par de pasos hacia ella y temo que la ataque con el cuchillo en un arrebato, así que me acerco sigilosamente hacia ellos, para tratar de desarmarlo. Escucho cómo la acusa de menospreciarlo desde que ha perdido el trabajo y de burlarse de él, cosa que dudo que sea cierta. Por lo poco que he visto de ellos, está claro que Bárbara ama a su marido y jamás haría nada que lo disgustase.
-Aaron, por favor -Bárbara sigue rogando-. Violet te tiene miedo. Deja ya el cuchillo.
-No metas a la niña en esto -le grita, desquiciado.
Cuando se lanza sobre ella, soy yo quien lo intercepta. Escucho el grito de Bárbara detrás de nosotros y le pido que se esconda con su hija, mientras lucho con Aaron para sacarle el arma. No me cuesta mucho, porque aunque la euforia del alcohol le da fuerza, también le quita equilibrio, así que en un par de movimientos, lo tiro al suelo, inmovilizándolo con mi cuerpo. El cuchillo se ha perdido bajo el sofá, pero no me importa, mientras no lo tenga Aaron. Cuando intenta levantarse, lo noqueo de un puñetazo.
-Tráeme algo con lo que atarlo, Bárbara -le pido. Y aunque tarda en reaccionar, lo hace sin protestas. Cuando me entrega unas sábanas, las rajo en varios trozos y los uso para atarlo de manos y de pies. Al terminar, puedo ver que Bárbara está intentando despertar a su padre, mientras Violet se aferra a ella, y me acerco- ¿Qué ha pasado?
-Llevaba unos meses mal -me explica, todavía llorando-. Alguna vez se le fue de las manos, sobre todo cuando bebía, y me golpeaba, pero en seguida se arrepentía. Se lo perdoné siempre porque sabía que estaba agobiado por no tener trabajo, pero... desde que vinisteis a comer, empeoró mucho. Estaba tan emocionada por Fawn, por encontrar a alguien como tú y por buscar una mejora en su trabajo, incluso cuando mi padre no lo aceptaba... no podía dejar de hablar de ello y Aaron pensó que le estaba restregando el éxito de Fawn y el tuyo en el trabajo. Empezó a beber más todavía y... hoy... él... él...
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Fawn (Saga SEAL 6)
ActionEl nuevo despliegue del equipo resulta demasiado tedioso para todos, pues pasan la mayor parte del tiempo inactivos. Sin embargo, el sargento Owen Harris, Doc para los amigos, no tiene tiempo para aburrirse porque debe atender a todos los soldados d...