Gibbs parece decidido a seguir odiándonos por sugerirle que se retire ya, así que no me sorprende cuando me acerco con el equipo SEAL al gimnasio después del desayuno y se marcha antes de que pueda decirle algo. Mis compañeros aparecen poco después, pero se mantienen en el otro extremo, lo más lejos que pueden de mí. Esa es su forma de decirme que no les gusta que quiera probar suerte en los SEAL. Supongo que son demasiados cambios juntos porque no solo perderán a su jefe de equipo sino también a su piloto. Acabarán teniendo que formar un grupo nuevo y puedo entenderlos hasta cierto punto por eso, pero es hora de avanzar. Debería haberlo hecho en otro momento, lo sé, pero ya está la decisión tomada y no me volveré atrás.
-Yo lo tuve más fácil -dice Harper a mi lado-. En los Marines parecían estar deseando deshacerse de mí, así que nadie me iba a echar de menos.
-Les intimidabas -sonrío, al recordar cómo algunos de sus compañeros la miraban con recelo. Y aunque Harper siempre pensó que se debía a que no la aceptaban por su condición de mujer, yo sé que la mayoría se sentía incómodo porque era mejor que ellos. Aunque es cierto que de ser hombre, se habrían pegado a ella para aprender, así que supongo que, en el fondo, todo se reduce a eso. Todavía hay demasiados estereotipos en el ejército y algunos no están listos para eliminarlos. Nos toca al resto luchar porque eso cambie.
-Eran unos capullos que casi logran que deje de hacer lo que más me gusta -mira hacia los SEAL con los que está ahora-. He tenido suerte con mi nuevo equipo y eso que no se lo puse fácil cuando nos conocimos. Llegué a la defensiva, esperando encontrarme con más rechazo, pero me aceptaron desde el primer momento, incluso cuando yo no parecía estar adaptándome. Son los mejores, pero no vayas a decírselo o no dejarán de molestarme con eso.
-Tu secreto está a salvo conmigo -sonrío, antes de mirar hacia mi equipo de nuevo. Aunque pronto dejarán de ser compañeros de armas, no quiero que la amistad que tenemos se acabe-. Creo que iré a hablar con ellos.
-A por ellos, fiera -se burla Harper y se lleva de mi parte una mueca que le hace reír.
Noto cómo se tensan cuando me dirijo hacia ellos, pero ninguno hace el amago de marcharse como pasó con nuestro jefe, así que me lo tomo como una buena señal. Tal vez solo estén resentidos porque haya decidido irme cuando por fin hemos reunido el valor para enfrentar a Gibbs.
-¿También vosotros dejaréis de hablarme? -nunca me han gustado las insinuaciones, así que soy tan directa como siempre. Hablando claramente es como se entiende la gente.
-Te vas a largar -dice Cooper.
-Pero todavía no lo he hecho -le recuerdo-. Y que quiera probar algo nuevo, no significa que vayamos a perder el contacto. Espero poder seguir formando parte de vuestras vidas aunque ya no seamos un equipo. Siempre hemos sido más que compañeros, chicos, no me digáis que eso ya no importa.
-¿Desde cuándo pensabas en largarte? -Rocko parece estar acusándome con su pregunta y entonces entiendo a qué viene su reticencia.
-No tanto como pensáis -niego-. No quise deciros nada antes, porque solo era una idea que se me pasaba por la cabeza cuando discutía tanto con Gibbs. Era como una vía de escape en mi mente para no saltarle a la yugular a nuestro jefe de equipo. Harper me dio el empujón que necesitaba para convertirlo en realidad.
-¿La SEAL? -pregunta Moore.
-Sí. Nos conocimos hace años, al entrar en el ejército y nos hicimos buenas amigas. Pero por circunstancias de la vida, no volvimos a coincidir hasta ahora. Estuvimos recordando viejos tiempos y salió el tema. Creo que lo vi como un reto personal y bueno, quiero probar suerte. No sé si pasaré las pruebas, pero lo intentaré.
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Fawn (Saga SEAL 6)
ActionEl nuevo despliegue del equipo resulta demasiado tedioso para todos, pues pasan la mayor parte del tiempo inactivos. Sin embargo, el sargento Owen Harris, Doc para los amigos, no tiene tiempo para aburrirse porque debe atender a todos los soldados d...