Capítulo 20

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Quiero que todo esté perfecto para cuando llegue Doc a su casa, así que le doy un repaso a lo que he estado organizando con sus amigos. Aunque Fisher me dio el susto de mi vida cuando me dijo que a Doc lo había lanzado una bomba por los aires, me cae bien; y debo decir que se ha portado genial conmigo, yendo a buscarme al aeropuerto para llevarme con él, consiguiéndome la llave del apartamento de Doc para prepararle una bienvenida inolvidable y encargándose de que todos arrimasen el hombro para que estuviese listo en tan poco tiempo. Está claro que no solo se preocupa por todos sus compañeros, a pesar de que lo demuestre de una forma un tanto extraña, sino que él es el pegamento que los mantiene unidos. 

-Si quieres llegar a tiempo para acompañar a Doc desde el hospital -me dice Fisher-, tengo que llevarte ya.

-¿Has avisado a todos de que deben venir ya? -miro el reloj. Creo que hacía mucho tiempo que no me sentía tan nerviosa como lo estoy ahora mismo. Ni siquiera cuando me he ido a inscribir para el acceso a las pruebas de los SEAL ayer por la mañana. En aquella ocasión estaba centrada y con ganas de llegar hasta el final. Ahora tengo que esperar a que den el visto bueno a mi solicitud, porque no es tan fácil probar suerte con ellos, pero ni así me siento mínimamente nerviosa. En cambio, cuando pienso en que algo pueda salir mal en la bienvenida de Doc, me sudan hasta las manos.

-Están en camino -tira de mí hacia la puerta-. De todas formas, no podrán entrar hasta que yo vuelva porque soy el que tiene la llave, así que apúrate, mujer. 

-Ya voy, ya voy -protesto cuando casi me da con la puerta en el trasero por sus prisas por cerrar.

-Si te pones así de histérica con una pequeña fiesta de bienvenida, qué no harás cuando te cases con nuestro Doc -dice en broma, pero por un momento, me paralizo. No es que haya pensado en boda ya, cuando solo llevamos dos días como novios oficiales, pero la idea no resulta para nada horripilante. Supongo que si todo sale bien entre nosotros, no me importaría dar el paso con Doc-. Oye, no vayas a convertirlo ahora en una pedida de mano.

-¿Qué? -lo miro sin entender, hasta que me doy cuenta de lo que insinúa-. No, por dios. No digo que algún día, si la relación funcione... pero no, ahora no.

-Vas a por todas -ríe.

-Ya te he dicho que no es algo en lo que piense a corto plazo -insisto.

-Pero lo piensas -ríe de nuevo-. Y eso, viniendo de una futura SEAL ya es mucho. Jamás retrocedemos, Fawn, pero ya tendrás tiempo de aprenderlo durante las pruebas.

-Eso si me admiten -por un segundo, me permito tener dudas al respecto.

-Lo harán -me asegura-. Tienen mucho que ganar contigo. 

-Vaya, gracias -me halaga que diga eso cuando apenas me conoce.

-Ese par de tetas no pueden quedarse fuera -ríe ahora, claramente burlándose de mí-. Sería un pecado.

-Ya me parecía a mí extraño que fueses tan amable -finjo enfadarme por sus palabras-. Está claro que el apodo te sienta como un guante.

-¿Qué quieres? -se encoge de hombros antes de abrir la puerta del coche para mí-. Tengo una reputación que mantener.

-Ya veo -sonrío.

El coche de Doc está en la base, por lo que Fisher me está llevando para que pueda traer a Doc cuando le den el alta. Le haré creer que ninguno de sus compañeros podía hacerlo por tener compromisos previos y cuando lleguemos a su apartamento, estarán todos esperando allí para darle la sorpresa. Solo espero no delatarnos porque realmente estoy muy nerviosa ahora mismo.

-En diez minutos estaremos listos -me recuerda, desde el coche-, así que no necesitas hacer tiempo por el camino.

-Mejor -le digo-, porque no estoy segura de que funcionase bien la cosa.

Fawn (Saga SEAL 6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora