"Ya puede besar a la novia"
La cara de George radiaba un encanto fenomenal. Subió el velo de su mujer y al ver su rostro sonrió y la besó.
Todos aplaudían sonrientes. Todos vestían bastante elegantes, bastante alineados. Con sus tontas sonrisas e hipocresía a flor de piel.
Mujeres criticando el hermoso vestido de la novia y hombres planeando ir luego a prostíbulos llevando con ellos a George.John aplaudía con un semblante neutro observando a su amigo sonreír mostrando sus hermosos colmillos mientras tanto Astrid aplaudía y veía a la nada... Recordando todo lo ocurrido el día pasado.
—No le dirás a nadie... ¿Me oíste? Nadie se puede e-enterar de esto, de ser l-lo contrario... N-nos l-llevarían presos.
Astrid sentía un nudo en su garganta... Las enormes ganas de vomitar se presentaron en ella pero tuvo que soportar.
—¿Que haremos con el cuerpo? —Dijo Astrid entre sollozos.
—Mi padre tiene u-un laboratorio... Lo tendré que mutilar para... A-asi poder eliminarlo, le vertiré ácido —La piel de Astrid se erizo y tembló—
—No.. no puedo hacer eso, no podría —Comenzó a llorar mientras cubría su rostro con ambas manos—
—¡E-escúchame bien!, Debemos hacerlo ¿Quieres que nos llevan presos? —La chica negó repetidas veces— entonces deberás colaborar.
Con fuerzas John tomo los brazos de bobby y Astrid los pies y a pasos torpes bajaron las escaleras para ir al sótano.
Entonces John busco un machete y al encontrarlo comenzó a cortar las extremidades del hombre, las rodillas de Astrid temblaron y las arcadas no se hicieron esperar.Cuando John termino de cortarlo le dijo a Astrid que buscará un bote grande y al tenerlo John fue al laboratorio viejo de su padre y con mucha búsqueda encontró el ácido. Regreso al sótano y comenzaron a vertir el ácido con mucho cuidado.
—D-Debemos cambiarnos de ropa y lavar todo..
Astrid asintio y como rayos hicieron todo lo debido para no ser descubiertos.
—Amor, andando.
Astrid le echo una mirada a John y está asintió.
Toda la gente comenzó a salir de la iglesia detrás de los pasos de los recién casados.
George y Pattie subieron a la limusina y arranco, las latas detrás del auto comenzaban a sonar y los granos de arroz estaban derramados por el piso de aquel santuario.
***
John y Stuart estaban sentados muy cerca de la mesa donde se encontraba George. Ambos estaban comiendo un par de galletitas que estaban en la mesa y veían a la gente pasar. Las mujer veían de vez en cuando a los dos solitarios chicos en aquella mesa. Otras les guiñaban, otras les lanzaban besos pero claramente ninguno de los dos les hacían caso en primera; Stuart solo veían a Astrid que se encontraba sirviendo ponche para David. Stuart le veía con mucho amor, estaba encantado como es que se veía su amante. La vestido largo color rosa pastel muy bajo, pareciendose casi al coral. Segundo, John estaba enamorado de Paul y se iría a la tumba con aquel sentimiento.—¡¿Cómo la están pasando, chicos?! —Les dijo George mientras se sentaba en la silla que estaba delante de sus amigos—
—Genial, es muy lindo aquí. Se ve que gastaste bastante dinero, Geo. —comento Stuart—
—La verdad es que fue mucho pero lo vale. Ustedes saben por lo que pasamos... Así que mi Pattie merecía lo mejor. Quiero que está noche sea inolvidable...
—Lo será, ya lo verás.
George les dió una última sonrisa :— me voy amigos, debo atender a los demás pero si necesitan algo no duden en buscarme. —Los otros dos asintieron—
Stuart seguía viendo a Astrid y está volteó ante la necesitada mirada de su mujer. Le sonrió con bastante discreción y la chica se sonrojo. David llegó con su chica y la tomo de la cintura y le plantó un beso haciendo que Stuart volteara a otra dirección.
—Ire a mear —Le dijo John y Stuart asintió—
Vio a John irse y perderse por el gran salón.
De nuevo volteó con discreción hacia Astrid y está se encontraba sola. Stuart le sonrió y la chica le señalo la salida hacia el gran patio del salón: indicando que se verían ahí. Stuart se levantó de su lugar y salió de ahí. Mientras tanto Astrid vio a todas partes asegurándose que David no estuviese por el perímetro y cuando lo confirmo se fue de ahí para ir al patio.—Amor..
Stuart abrió sus brazo para abrazar a Astrid y cuando la tuvo entre sus brazos comenzó a besar sus mejillas.
—Espera, nos pueden ver.
—¿Y que? Nadie nos conoce.
—Pero ya me han visto con David. Por favor vayamos a un lugar privado. —Stuart asintió—
Ambos caminaron a un cuarto solitario y se encerraron ahí. Están seguros ahí, solo había una pequeña ventana pero el cierto estaba lo suficientemente lejos como para que alguien los viese.
—Te extrañe tanto. —Astrid se echó a llorar en los brazos de su amante y este le daba caricias en su cabello corto y rubio—
—Yo también, amor. Pero no hay por qué llorar, ya estamos los dos juntos. —Te amo.
Astrid se acorruco a Stuart como pudo, sentía un confort en él. Bien sabía que no podía contarle nada pero al tenerlo cerca...eso, eso le reconfortaba.
Pronto el calor comenzó a subir por sus cuerpos. Las caricias que comenzaron a darse comenzaron a tornarse más apasionados y no hablar de los besos pronto estos amantes yacían haciendo el amor sobre una mesa blanca. Las uñas de Astrid rasguñaban la espalda de su amante y los gemidos eran apacionados.
El sudor comenzó a retirar la pintura que Astrid tenía en el rostro entonces, Stuart, supo que algo andaba mal.
—Astrid... ¿Por qué tienes esos moretones? —Su voz se quebró— amor... ¿Que te hizo David?
La puerta azotó y sorprendió a los dos amantes: era David.
—¡Lo sabía!, Maldición Astrid.
La puerta se cerró y de inmediato Stuart y Astrid comenzaron a subir sus prendas.
—¿¡Cómo pudiste hacerme esto!? —Reclamo David—
—¿¡Cómo te atreviste a tocarla!?
Entonces los golpes comenzaron. Era claro quien ganaría esa batalla, Stuart no podía ya que él solo era un joven de baja estatura y pocos músculos, todo lo contrario a su oponente. Así que de un solo golpe David noqueó a Stuart.
—¡Tu... Maldita!
Astrid rompió un jarro de vidrio —En el cual se encontraban unas rosas blancas— . Utilizó los restos filosos para defensa.
—¡COMO PUDISTE!
se abalanzó contra la chica y está en un movimiento de defensa logro cortar la mejilla de su novio pero esto solo empeoró e hizo que se enojará más. Un puño impacto el vientre de la mujer haciéndola caer y sacando el aire que tenía.
David tomo el resto de vidrio —Y con muchas lágrimas de irá en su rostro— clavó el vidrio en la frente de su mujer.—¡MALDITA! ¡MALDITA! —Repetia mientras soltaba muchos gritos—
Pronto Stuart comenzó a levantarse y en un intento por salir de ahí fue fallido. David se abalanzó control el incrustando el vidrio justo en la nuca.
La ira de David al incrustar el vidrio en los amantes era tal que la sangre salpicaba por montones convirtiendo las rosas blancas en rojas...
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"He Is Killer" •Mclennon•
De Todo-Cuida tus espaldas jovencito jamás sabes quién es un loco. John Lennon una persona tímida, humilde, generosa y de mente enferma.