—Toma asiento Stuart.
El chico pelingro asintió varias veces y se sentó sobre el sofá de la sala mientras detallaba el gran cambio de la casa.
—Ire por una chamarra. —Stuart asintió—
—Lindo peinado —Pronuncio la chica alemana mientras se acercaba lentamente a Stuart—
—Linda sonrisa. —Le respondió Stuart—
Astrid se acercó hasta Stuart y se sentó a su lado.
—No eres de aquí ¿verdad?
—No, ni tú lo eres ¿verdad?
—No, soy de Alemania.
—Sabia que Alemania tenía chicas lindas pero ¡Woah! Tu sí que excediste mis expectativas.
Astrid se sonrojo y cubrió su rostro con las manos.
—Que cosas dices. No soy tan linda.
—Claro que lo eres, es más ¿Te parece si pintó un retrato de tu hermoso rostro?
Astrid levantó la cara con sorpresa—: ¿D-de verdad? ¿Eres pintor?
—Si y si. Bueno, hace bastante no lo pongo en práctica pero realmente me encantaría pintarte ¿Qué dices?
—Si, claro ¿Cuando?
—¿Te parece mañana? Aún no me han traído mis cosas.
La rubia asintió varias veces, su corazón latía con fuerza. Latía muy fuerte y ese sentimiento no lo sentía ni con David y mucho menos con... Bobby. Realmente se había enamorado.
—Ya volví.. —En ese momento llego John a la sala y los miro algo confundido— veo que ya se están conociendo.
—Si, es agradable.
—Si... Lo es. Stuart, George me llamo y me dijo que llevaría tus cosas a la estación. No más cerca ya que su mamá necesita hacer algunas compras y le queda muy alejado.
—Bien, iré.
—Te acompañó, necesito entregar un par de cosas a la postal.
—Eres anticuado amigo.
Astrid río un poquito y enseguida calló por la puerta que se abría, era David junto a Julia y Mimi.
Tenían bastantes cosas de mandado: latas, fruta, verduras, carnes, etc.. por lo que estaban pesadas. John y Stuart se ofrecieron a ayudar y dejaron todo sobre la mesa.—No me avisaron.
—No te dijimos por qué sabíamos que irías a ver a tus amigos. —Volteó hacia Stuart— un gusto.
—Lo mismo digo. —Sonrio con simpatía—
—Bien, nos debemos ir. George no tardará mucho en llegar a la estación. —Stuart asintió y volteó hacia Astrid—
—Vamos Astrid, cariño, ¿podrías ayudar a Mimi? . Yo iré por otras bolsas. —Le dijo David. Entonces Stuart comprendió que esa chica ya estaba ocupada—
John salió y seguido de él salió Stuart —Que mantenía un semblante de decepción—
—Bien, iremos por tus cosas y después pasaremos a la postal. Quiero entregar un par de cartas.
***
—Los dejó, realmente me hubiera gustado llevar las cosas hasta allá pero ya sabes. Mi mujer, mi mamá, mi... Suegra —Suspiro— esas mujeres me van a volver loco.
"¡Harold! Las compras nos esperan"
George rodó los ojos e hizo una expresión de "¿Lo ven?"
—Los veo otro día.
George subió al auto y se volvió a despedir, arranco el auto y dejo a los chicos ahí.
—Ahora vayamos a la postal.
Tomaron las cosas con fuerza y caminaron a dirección a la postal que quedaba aproximadamente dos cuadras.
—¿Entregaras cartas?
—Si..
—¿Para quien?
—Para... Una persona especial.
—Ouh, así que tenemos a un chico enamorado.
—Si, realmente lo estoy. Sabes, esa persona... Llegó como si nada, realmente me atrapó y me conquistó. Es...es especial, hize una locura por... Por ... Ella.
—Todos hacemos locuras.
—Si..
«No creo que hayas matado por amor»
Al final llegaron a la postal. Eran al rededor de diez cartas y todas escritas con bastante amor. Las envío al correo y de inmediato se fueron de ahí ya que comenzaban a doler su cuerpo.
Tomaron de nuevo el bus que los dejaría bastante cerca de casa. John un poco cansado cerró los ojos hasta quedarse dormido.
***
—Es emocionante, jamás habíamos tenido a un pintor en casa. John lo intento pero... No funcionó. Él siempre prefirió buscar huesos de animales. —Comentaba Julia— creí que sería biólogo o algo así y resultó totalmente sorpresivo.
—Por dios Julia, guarda silencio en chico necesita mucha concentración.
Julia rodó los ojos y se dedicó a admirar los brochasos y pinsalasos que Stuart daba en el lienzo. Con bastante presión y técnica.
Stuart le echaba miradas coquetas a Astrid y está le respondía con un sonrojo que le quedaba muy bien. Simplemente le encantaba como encajaban esas rosas blancas con la linda chica alemana. Su blusa holgada de colores locos, su pantalón azul marino y sus lindos pies descalzos.
John y Mimi repartían las limonadas a la gente que veía el arte de la pintura plasmando se poco a poco en el patio trasero de los Lennon.
Habían unos cuantos vecinos muy interesados y otros solo para observas por breve momento.Entonces John le entrego la limonada a David. Este la recibió pero en su cara no se veía un gesto para nada agradable. Parecía estar muy celoso.
John decidió dejar las cosas así, no quería un momento de explosión.Tomo asiento al lado de Julia quien veía con bastante animos. John sentía un poco de celoso de Stuart. Julia jamás había apreciado una sola cosa así de él.
***
Dos años después—Muy bien vámonos. Ah primero déjame acomodo este lindo retrato. —David acomodo derecho el lindo cuadro que Stuart había hecho para Astrid hace un año, aún lo conservaba y cada que lo veía extrañaba más a Stuart—
Sus encuentros no podían faltar, siempre contaban con cualquier excusa para encontrarse. La casa que Stuart había comprado se encontraba muy cerca de la casa de Astrid. Las visitas de Stuart eran más frecuentes que las de David ya que este debía asistir a la universidad y eso realmente era bueno para Stuart y Astrid. Ocultando completamente todo a todos. Era solo una cosa de ambos, no pagarían las consecuencias de su amorío mientras nadie se enterará.... Y si alguien lo hiciera ¿Que más daba? Perderían un par de personas en su vida. Solamente eso perderían o.....¿No?
—Vamos cariño, hay que comprar tu vestido para la boda de George.
Astrid asintió repetidas veces, tomo su mano y salieron de casa.
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"He Is Killer" •Mclennon•
Acak-Cuida tus espaldas jovencito jamás sabes quién es un loco. John Lennon una persona tímida, humilde, generosa y de mente enferma.