𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔𝗦

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EXTRAS!

uno de los momentos donde Cinco peleaba con Diego y Amelia no tenía ni idea

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uno de los momentos donde Cinco peleaba con Diego y Amelia no tenía ni idea.

— Okey, voy por unas galletas a la cocina que Vanya hizo con mamá ¿quieren unas? — pregunta la castaña sonriendo a sus hermanos quienes niegan. Ella se va de una vez al recibir respuesta de ellos.

Cinco mira a Diego dejando su libro a un lado y se levanta de la silla molesto.

— No sé qué planeas con Amelia pero te juro que si te acercas más a ella, te mataré. — amenaza directamente sin un pelo en la lengua

— Amelia puede ser mi amiga, no eres su dueño para decidir con quién puede hablar y con quién no. — responde de regreso.

— Ella me quiere más a mí, soy su mejor amigo. Además, es obvio que me adora.

— Eres un engreído, ni siquiera debería hablarte, eres muy egoísta como para ser amigo de Amelia que es una chica completamente dulce en todos los sentidos.

— Pues así me quiere y ese no es tu problema.

— ¡Habían galletas de chocolate con leche!— exclama Amelia llegando a la sala con una pequeña bandeja, miro a los chicos — ¿están bien?

— Sí, sí, no te preocupes. — responde Cinco tranquilo

Ella se encoge de brazos y se sienta en su silla empezando a comer. Cinco vuelve a su sitio y sigue leyendo su libro, siempre apartando la vista observando cada movimiento del lanza cuchillos.



Amelia ayudando a Cinco.

— ¡Dame el control remoto si no quieres que te saque un brazo, Klaus! — le grita Cinco enojado a su hermano mientras no para de teletransportarse intentando alcanzar a Número 4.

— Atrápame si puedes, idiota

Ambos siguen corriendo por todo el cuarto gritando. Los días que su padre sale a hacer deberes personales, ellos aprovechan en secreto para ver televisión, comer golosinas o salir algunas veces.

— Oigan ¿pueden dejar de gritar por unos segundos? estoy intentando leer desde hace una hora — dice Amelia apareciendo por la puerta.

Sus hermanos no les prestan atención y siguen con lo suyo. Ella suspira y opta por usar sus poderes como un último recurso. Toma a Klaus del pie alzandolo en el aire y lo acerca a ella, quitándole el control y después tirándolo a la cama. Cinco se acerca.

— Solo si prometes que dejarás de gritar — exclama la chica mirándole.

— Sí, sí, lo que quieras, lo cumpliré. Gracias, Am — le entrega el control y este se va. Amelia sonríe cruzándose se brazos por su amigo que sigue viendo sus muy aburridos documentales de ciencias.



Cinco siendo amable únicamente con Amelia.

— ¿Pueden dejar de molestarme por una en la vida? yo no tengo culpa de que no hayanhecho los deberes antes del día de entrega — dice Cinco molesto mirando a sus demás hermanos que no paran de hacerle preguntas sobre la tarea de matemáticas que les dejó su padre

— Por favor, Cinco, no somos tan cerebritos como tú — pide Allison

— Sí, además, estoy seguro que usaste una de esas aplicaciones nuevas que te resuelven todo con solo tomarle una foto, eso es brujería — cuestiona Klaus. Ben apoya su idea.

— Hagan lo que hagan o digan lo que digan, no voy a ayudar a ninguno. Pueden hacerlo por ustedes mismos sin necesidad de meterme a mí en ese tema.

— ¿Saben qué? ¿para qué le ruegan? le gusta presumir que es mucho mejor que todos nosotros en todo, es una pérdida de tiempo... — murmura Diego.

— No seas amargado. — exclama Luther.

— Jamás voy a ayudarlos con la tarea.

— Cinco, ya hice el primer ejercicio que me pusiste ¿está bien? — pregunta Amelia llegando al grupo con una libreta y un lápiz. Cinco la mira y sonríe levemente al verla.

— ¿Y por qué a ella sí la ayudas? — pregunta Número 4 haciendo un berrinche.

— Porque... ¡Porque sí, no te interesa!— le responde rápidamente. El niño voltea de nuevo a ver a su mejor amiga, él toma el cuaderno y revisa sus ejercicios. — están correctos, entendiste rápido ¿seguimos?

Ella asiente sonriéndole y toma su mano llevándolo de vuelta a su habitación. Klaus les saca el dedo del medio molesto.




Amelia defendiendo a Cinco.

— Esto es inaceptable de los dos, no les di permiso para que salieran a estas horas de la noche, no obedecen mis órdenes. — dice Reginald enojado al frente de los dos niños. — y tú, Número 8, eres perfecta en todos los sentidos, no debiste hacerlo.

— Papá, por favor, solo queríamos distraernos un rato y...

— No intentes explicarme nada porque estoy seguro que es tu culpa. — interrumpe Reginald a Cinco — tendrás un castigo, Número 5.

— No. — niega la chica, Reginald la mira con una ceja alzada y ella traga en seco. — fue mi culpa, papá...

— Amelia...

La chica le da una mirada a su mejor amigo y este se calla. Ambos saben que es mentira, Cinco fue a buscarla para que fueran a la calle a salir y distraerse. Lo cual fue un error.

— Cinco no quería salir, yo lo obligué... Es que... Estaba aburrida después de leer y creí que podríamos divertirnos juntos, no pensé que fuese tan grave, lo siento.

El hombre se le queda mirándola con el semblante serio y la mandíbula apretada.

— Entonces tú tendrás un castigo. — dice como última palabra.

Amelia baja la mirada. Grace entra a la habitación y se lleva a Cinco para que regrese a su cuarto, quien antes de salir mira a su mejor amiga con algo de dolor. Ella no lo merecía.

☂︎𝗧𝗛𝗘 𝗨𝗠𝗕𝗥𝗘𝗟𝗟𝗔 𝗔𝗖𝗔𝗗𝗘𝗠𝗬━━ cincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora