Trastorno Obsesivo Compulsivo|| SeongJoong.

EPÍLOGO

Hongjoong seguía dándole fuertes patadas a la puerta, sin resultado alguno. En ese momento es detenido por uno de los oficiales el cual lo toma a la fuerza.

— ¡NO! ¡SUÉLTEME! — gritó con fuerza, tironeando con el policía para poder soltarse —MI NOVIO ESTÁ ADENTRO, DEBEN SACARLO, ¡¡ABRAN LA MALDITA PUERTA!! — Hongjoong estaba fuera de sí, todo estaba pasando tan lento, no ver a Seonghwa estaba haciéndolo pedazos, quería saber si estaba bien, quería asegurarse de que seguía con vida. Logró soltarse de los oficiales para seguir con sus patadas y puñetazos, ignorando la sangre que se escurría por sus manos al lastimarse los nudillos.

— ¡señor deténgase! — dijo uno de los oficiales, tomando otra vez a Kim por la cintura para jalarlo, apartándolo de la puerta.

— MALDITOS INÚTILES, HAGAN ALGO, ¡¡POR FAVOR!! — las lágrimas de desesperación ya habían comenzado a caer por sus frías mejillas.

Un tercer oficial llegó hasta la escena, quedándose atónito por la sangre que caía al suelo en forma de gotas — ¿¡qué demonios están haciendo!? — gritó el oficial de cabello rojo, acercándose a Hongjoong para ver de dónde venía la sangre.

— por favor, debe sacar a mi novio de allí — Hongjoong suplicó, agarrando el uniforme del hombre,

El oficial asintió, girándose para ver la puerta de metal, acercándose a ella para comenzar a patearla —¿¡qué hacen parados!?, ¡suelten al chico y ayuden!

Entre los tres policías comenzaron a patear la puerta hasta que finalmente cayó al suelo en un estruendoso sonido y luego de eso, solo se escuchó un disparo.

Hongjoong sintió como el mundo se le venía abajo al ver a Seonghwa caer sobre sus rodillas en el suelo, corrió hasta llegar a él, rodeando su cuerpo en busca de sangre ㅡ ¡Seonghwa! ¡Seonghwa! — comenzó a llorar descontroladamente al no recibir respuesta por parte del mayor, debido al shock.

Hongjoong se dio cuenta de que él no estaba herido en ningún lado.

¿De quién había sido aquel disparo?

Se dio la vuelta para ver los rastros de sangre en el borde de la azotea. No había cuerpo porque se había caído por el precipicio y Seonghwa había visto todo, había visto la bala atravesar el cráneo de Hyejin y a su cuerpo desplomarse sin ningún rastro de vida a través de sus ojos.

Seonghwa debido al impacto que aquello había tenido en su mente, no se movió, estaba estático y lo único que podía hacer era llorar, las lágrimas ácidas bajaban por sus pálidas mejillas sin la intención de detenerse.

Los paramédicos subieron gracias a la orden de uno de los oficiales, llevándose al pelinegro y a Hongjoong.

Hongjoong no pensaba separarse de Seonghwa en ningún momento.

Seonghwa abrió los ojos lentamente mirando el techo blanco, bajó la vista topándose con Hongjoong dormido, tenía la frente recargada en la camilla mientras sujetaba su mano. El pelinegro estaba confundido, sus recuerdos se veían borrosos y apenas podía mantener los ojos abiertos gracias al sedante que aún estaba en su sistema.