Durante 3 semanas, el pequeño grupo de amigos salía por todo Los Santos antes de que todo volviera a como estaba antes, sin Conway, sin Emma, y sin la hija de ambos. Más aparte de volver al trabajo como de costumbre y los aburridos días de cada semana.
Incluso, Emma pasaba unas veces en la semana para ir a la federal a ver a Gringo, el cual estaba tan feliz de verla junto a su pequeña. A pesar del tiempo sin verse, el chico aún sentía algo por ella, y verla casada y con una hija, le dolía un poco pero verla feliz era lo que más le gustaba de ella; esa peculiar sonrisa. También Emma había logrado quitarle la perpetua a Gringo gracias a muchas llamadas que hizo que Conway hiciera, sin embargo estaría bajo vigilancia todo el tiempo; no le importaba en lo absoluto, ya que había salido de estar en toda clase de peligros e iba a conseguir un trabajo digno.
Estos iban de un lado a otro por toda la ciudad, su último destino juntos fue la playa, en la cual pasaban mayor parte de la tarde todos los días, aunque claro, esperando a que bajara un poco el sol para no quedar tan bronceados. Lo que más hacían estando ahí, era cantar alrededor de una fogata, jugar volley, y obviamente meterse un rato al agua.
-Pero vamos a ver, ¿cómo coño se te ocurre querer hacer semejante cosa?
-Venga hombre, bien sabe que esa canción le hace mover las caderas un poco Conway
-Ni de coña lo voy a hacer
-Emma dile que la baile, necesito ver eso en mi vida al menos una vez
-Vamos cariño, mueve las caderas un poco para Horacio
-Ejem - Soltó Volkov viendo con los ojos entre cerrados a Emma.
-Quiero decir, para que Horacio pueda morir sabiendo que lo vió bailar, y feliz aparte
-Joder... venga ponla coño
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La canción de Aqua Barbie Girl comenzó a sonar desde el móvil de Horacio, justo cuando lo hizo, Conway se levantó de donde estaba sentado y comenzó a bailar moviendo un poco los pies y los brazos eran los que se soltaban más, inclusive llegó a hacer "el baile del joto supremo". Esto provocó que todos los que estaban con él comenzaran a descojonarse a más no poder. 3 de ellos ya lo habían visto antes, más no podían negar que siempre daba la misma gracia.
Volkov como de costumbre sacó el móvil y lo comenzó a grabar, Conway no decía nada y seguía bailando en su mundo, hasta unos 30 segundos más de canción, ahí fue cuando paró. Horacio estaba más feliz y no dejaba de reír, le hacía demasiada gracia haber presenciado eso por primera vez.
-¿Feliz?
-Feliz, ya puedo morir en paz
-Perfecto, así ya puedo dejar de hacer el gilipollas - Dijo y se volvió a sentar en la arena.
-No puedo tío - Gustabo aún se partía el culo, ya el pobre ni podía respirar de tanto que reía; al punto de que ya estaba rojo.
