EADLYN
Me he sentado al fondo de la clase. Por una vez, soy la primera en llegar. El aula todavía está vacía. He aprovechado para leer los apuntes que hice ayer, con esperanza de memorizarlos todos antes del examen del viernes. No están mal. Me tranquiliza saber que incluso con la mente cansada, soy capaz de realizar esquemas pertinentes. ¡Ahora solo debo estudiar como una cabrona!
Mientras estaba ordenando mis cosas, varios estudiantes han entrado gritando y lanzando carteles por toda la sala. Los han dejado en todas las mesas y han recubierto la silla del Señor Zaidi.
¿Qué sucede? Últimamente todos parecen estar mas ansiosos y entusiastas de lo normal, y por esos carteles llenos de color, dudo que sea por el examen próximo...
Intento observarlos con minuciosidad y achino mis ojos como si eso fuera a mejorar mi capacidad de visión.
Son los mismos que tenía Kim entre los brazos cuando me he cruzado con ella. A mi mente llega un vago recuerdo sobre una conversación entre Priya, Rosa y Chani. El tema principal de dicha conversación era una fiesta este mismo fin de semana tras el examen del señor Zaidi.
Ahora todo este ajetreo tiene más sentido...
Chani ha entrado en el Aula Magna, hemos intercambiado una sonrisa a lo lejos, pero las sillas a mi alrededor ya estaban ocupadas. El aula está llena y tengo la impresión de que nadie parece estar dispuesto a continuar la semana con calma. Un chico se ha levantado para escribir la fecha de este fin de semana en la pizarra y ha añadido "Sex and Surf" al lado. Justo en ese momento, el señor Zaidi ha entrado en clase.
Como era habitual en él, cargaba su típico maletín negro sujetado por sus gruesos dedos. Su saco azul marino remangado hasta un poco antes de sus codos dejando a la vista un chaleco celeste de botones dorados que hacía destacar su camiseta blanca impoluta contrastando con su piel morena.
—¡Buenos días! Veo que estáis desbordantes de energía, ¡me alegra saber que mi clase os hace sentir así! —nos saluda dejando el maletín junto la mesa, pues a diferencia de otras veces, su silla estaba ocupada por una decena de folletos, anunciando la fiesta.
—Mientras no haya chicas en bikini, sus clases seguirán siendo menos interesantes que lo que pasará este fin de semana —no sé quién es el graciosillo que ha dicho eso, pero el señor Zaidi parece que lo ha visto.
—Espero que no sea el tipo de frases que utiliza para ligar... No solo va a conseguir que las chicas huyan, si no que también puede conseguir ser víctima de su furia —dice con tono burlón pero sin llegar a faltar al respeto a su alumno.
Sus amigos han reído ruidosamente. El señor Zaidi se ha girado hacia la pizarra y ha visto que estaba llena de palabras.
—Eso no es lo que tenía pensado como tema del día pero...
¿Está de broma no? Es decir... Es nuestra última clase con el antes del viernes, y entiendo que los ánimos estén caldeados, pero no soy la única que suspendió su anterior examen y no tengo tiempo para perder hablando de una puñetera fiesta en su clase.
Una chica ha aprovechado para decir: "¡Y, sin embargo, preferiríamos hablar de eso!".
—Muy bien. La última vez era yo el que no estaba en condiciones para dar clase, —dice, haciendo referencia a la clase anterior donde nos había echado una buena regañina por nuestras penosas notas—, pero ahora son ustedes los no están dispuestos a escuchar... Con que "Sex and Surf", no es muy original. Si me dijerais "Sex and Bodypaint", podría pensar en algo, pero esto...
Suelto un suspiro y saco mis apuntes dispuesta a continuar mi hora de estudio, ignorando por primera vez las palabras del señor Zaidi. Una chica que se había escondido detrás de su amiga ha respondido: "Si es con usted, ¡podemos pasar directamente a la práctica!".
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