-Sam-
No podía dejar de mirar a Alex durante la clase.
Antes de que me diera cuenta ya le estaba observando atentamente, perdido en los recuerdos de ayer. Él se veía nervioso, lo que me daba más ganas de mirarlo. Y de hacer otras cosas también.
Después de que estuvimos juntos en el recreo me sentía mas tranquilo. Él jamás se imaginaría el tiempo que llevaba soñando con hacer este tipo de cosas, todas las veces que reprimí lo que sentía, y cada una de las veces en las que le tuve que decir amigo siendo que no lo quería de esa forma. Así que cuando realmente se presentó la oportunidad no me pude contener. Pensé en esperar hasta después de clases, pero fue imposible.
Pensaba llevarlo detrás del gimnasio en el próximo recreo también, no voy a mentir.
Con esto en mente miré hacia la puerta desde mi asiento. El profesor ya había llegado, pero Alex no. Fruncí el ceño al recordar al mismo Alex diciendo que no llegáramos tarde.
Pasaron los minutos y aún no llegaba, me estaba poniendo nervioso. ¿Por qué se tardaba tanto? Seguí observando la puerta durante un buen rato, sintiéndome cada vez más confundido y ansioso. Lo conocía lo suficiente para saber que no se escaparía de clases solo, siempre que llegaba hacerlo lo hacía en compañía (es decir, conmigo), así que esa idea estaba descartada.
Pero si no era eso ¿qué más podía ser? ¿Diarrea? No se veía como si le doliera el estómago hace un rato.
De pronto un pensamiento cruzó mi mente, o más bien un nombre. El profesor Hugo.
Ante esta idea aterradora, sentí un escalofrío. Si algo le llegaba a pasar a Alex, él sin duda seria el candidato número uno a responsable. Pero, todavía no eran las vacaciones de invierno, se supone que él no actuaría hasta entones ¿no?
Miré el puesto vacío a mi lado sin saber que pensar.
—Hey, joven ¿está prestando atención? —La voz del profesor interrumpió mi pensamiento.
—...Si —dije, para luego sentarme correctamente— ¿Puedo ir al baño?
—No, espere al recreo —Dicho eso me ignoró y continuó en lo suyo.
Quería protestar, pero sabía que si lo hacía lo más probable era que terminara en detención en vez del baño. Por lo que esperé, me senté en la clase mirando la puerta, esperando ver a Alex cruzar por ella, y deseando que mi preocupación sea en vano.
♡♡♡
A penas tocó el timbre corrí al baño. Ya no lo soportaba, la duda y la preocupación me envenenaban. Necesitaba saber que todo estaba bien, que por una razón tonta Alex no pudo ir, y así poder pasar el resto del día tranquilos.
Cuando estaba cerca, vi una multitud fuera de los baños. Fuera de los baños para varones.
Una oleada de miedo recorrió mi cuerpo, y me acerqué deseando que no fuera nada involucrado con él. Al llegar escuché las conversaciones a mi alrededor.
—¿Qué pasó? —preguntaba una chica.
—Encontraron sangre en el baño, los profesores están viendo que pasó —respondió alguien a su lado.
Ante los varios comentarios del mismo tipo, me abrí paso en la multitud con brusquedad. Tenía que verlo con mis propios ojos.
Frente al baño un profesor me detuvo, pero estaba lo suficientemente cerca para ver de lo que todos hablaban. Efectivamente, había sangre en el piso del baño, y si uno miraba más de cerca podría ver rastros de ella en otros lugares también. A un lado, estaba lo más inquietante, el rastro de sangre. Al verlo daba la impresión de que alguien arrastró por unos centímetros a lo que sangraba, para luego levantarlo y desaparecer.
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NO HOMO BRO
RastgeleSam y Alex son mejores amigos de la infancia, siempre se los ve juntos y jamás nadie a podido interferir entre ellos. Su relación es tan estrecha que algunas personas suelen confundir su amistad con algo más allá, pero ¿qué pasaría si en realidad no...