Episodio 47.

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"Pero solo soy un humano

y me rompo cuando caigo

solo soy un humano

y me caigo y me rompo"

Christina Perri - Human


Estaba sentado en el pequeño jardín de la asta de la bandera de la escuela, movía sus pies de un lado al otro a la espera de Bae, que había vuelto a su casillero porque había olvidado algo. Suspiro y miro al cielo, ya no estaba azul como hacia un par de horas.

Las nubes blancas y esponjosas se habían marchado para darle paso a nubes grandes y oscuras, y el azul del cielo se tornó de un gris claro. También comenzaba a hacer viento. Llovería pronto.

Volteo detrás de sí para ver si Bae ya se acercaba, pero este aun no salía de las instalaciones de la escuela.

Se recargo en el frio tubo de color negro que se alzaba imponente y cerró los ojos con media sonrisa, estaban camino a otra de sus citas, ya usuales en el último mes y medio. Abrió los ojos solo cuando sintió una gota cayéndole en la mejilla, y se percató de que el cielo se había nublado más, que el viento ya soplaba más frio y con más fuerza, así que se levantó, cerro el cierre de su sudadera y camino con su mochila cargada y la de Bae en una mano de vuelta al colegio.

No quería mojarse, y también tenía intenciones de ir a buscar a Bae, porque ya habían pasado veinte minutos desde que el rubio se fue y ya debería de haber regresado. Dejo sus mochilas recargadas en una de las paredes en el pasillo de entrada, ya no había nadie más, excepto ellos dos, y solo tenía que ir hasta los casilleros, así que no les pasaría nada.

Se encamino por los pasillos con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón, se acordó de cuando llego a la escuela un año atrás, del primer encuentro que tuvieron en los pasillos de la misma, también caminaba con las manos metidas en sus bolsillos y entonces el bajito apareció corriendo en dirección contraria a la que el caminaba.

Sonrió por el recuerdo, y luego se rio de como estuvo actuando porque creía que Bae se había olvidado de él.

Dejo salir una risa bajita y siguió avanzando.

Doblo en una esquina, en el pasillo donde se suponía debía estar Bae, y apenas levanto la mirada para comprobar que el chico estuviera ahí, su sonrisa se borró lentamente.

Efectivamente, Bae estaba ahí. Pero no estaba solo.

Había un tipo empujando su brazo contra el cuello de Bae, acorralándolo contra los casilleros. Bae luchaba por zafarse, pero había otros dos tipos que lo tomaban de las manos cuando se movía demasiado.

No se lo pensó dos veces cuando se aproximó a pasos agigantados hasta las cuatro personas y de un empujón aparto a los dos tipos que sostenían los brazos de Bae, e iba a hacer lo mismo con el tercero, pero uno de los otros dos chicos se recuperó del empujón y lo aseguró en el suelo, colocando uno de sus pies sobre una de las manos de ChuEun y con su brazo lo inmovilizaba por el cuello.

—Mira, después de todo si vino tu noviecito a salvarte. —hablo el tipo que acorralaba a Bae.

Ambos alcanzaron a ver como el otro chico empujado por ChuEun se levantaba y se ponía detrás de los otros dos.

—Es una lástima que no vaya a poder hacerlo. —el otro tipo, el que sostenía a ChuEun, hablo esta vez.

—¿Qué es lo que quieres? —escupió ChuEun.

Un Idiota Suicida | Libro III | BaeEunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora