Episodio 5.

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"Todo lo que teníamos ahora se ha ido"

James Arthur - Impossible


Cuando voltee a ver hacia el frente de nuevo, una musculosa figura venía corriendo en la misma dirección que corría Bae. No me hizo falta preguntar qué le sucedía o a donde se dirigía (aunque si lo hacía no me respondería), para darme cuenta de que estaba persiguiendo a Bae, y por su cara podía adivinar fácilmente que no se dirigían a charlar como personas normales.

Me interpuse en el camino del chico alto y musculoso, haciendo que cambiara de posición dos veces antes de detenerse frente a mí con su ceño fruncido.

—Sal de mi camino, estúpido— escupió aquellas palabras con rabia.

—Los salones de clases no quedan para ese rumbo—explique.

—No voy a clases, estaba persiguiendo a un idiota para golpearlo.

—¿Golpearlo? ¿Por qué? —quise saber, tratando de distraerlo un poco de su objetivo.

—Había prometido ayudarme con mi tarea de matemática, pero repentinamente lo olvido—bufo.

—Deberías intentar hacer las tareas por tu cuenta, cuando te gradúes de la universidad y consigas un trabajo no habrá nadie que haga ese trabajo por ti, como sea, hacia allá no ha ido nadie—comente, empujándolo levemente para que diera la vuelta y comenzara a caminar.

—No te creo, acabo de ver perfectamente como ese idiota corría hacia este pasillo.

—Pues yo vengo de allá—señale detrás de mí—, y creeme, no he visto a nadie en quince minutos.

Creo que con eso se convenció, porque soltó un bufido antes de darse la vuelta y comenzar a caminar hacia los salones dando grandes y fuertes pisadas.

Me reí de su actitud y caminé detrás de él, pero yo lo hacía más despacio.

¿Yo me vería así causando problemas en mis antiguos colegios? No, no debía ser, yo debía de verme más genial ¿o no? Nunca ves a nadie con tanto estilo como yo causando problemas en la escuela.

Llegue tarde a la siguiente clase a propósito, pase a la cafetería para comprar una botella de soda, las empleadas no quisieron venderme porque ya había pasado la hora del descanso, pero yo y mi buen talento en actuación hicimos de las nuestras con una falsa historia sobre mi yendo a la enfermería porque me sentía mal y no había alcanzado a venir a tiempo y comprar algo. Incluso me dieron un paquete de galletas gratis.

El profesor me dio un pequeño sermón sobre llegar temprano, pero yo lo ignore con un movimiento de muñeca. Cuando me senté y saque mi cuaderno para comenzar a escribir lo que estaba en el pizarrón antes de que el profesor lo borrara, la puerta se abrió y la suave voz de Bae me llego a los oídos.

—Disculpe la hora, ¿puedo pasar? —pregunto.

—Claro, siéntese en su lugar y copié esto antes de que lo borré—ordeno el profesor y Bae paso a tomar asiento en uno de los asientos de adelante.

Tss, que injusto. A mí me regaña por haber llegado tarde y Bae ha pasado ileso. Bueno, tal vez tiene preferencias por ser uno de los mejores alumnos, o eso decía el cuadro de honor que estaba en la zona de los profesores, el año escolar pasado había salido primer lugar entre todos los de su grupo y la escuela.

Ignore el tema y me dedique a escribir lo del pizarrón, este año debía aplicarme, si quería permanecer aquí debía mantener un promedio arriba de siete, cuando menos.

Un Idiota Suicida | Libro III | BaeEunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora