Un Idiota Suicida | Libro III | BaeEun

Epílogo.

"Sigue brillando, incluso en tus sueños

sigue brillando, te encontraré

sigue brillando, solo quiero tocarte

sigue brillando, demuéstrales a todos

sigue brillando, debes atraerlos; quiero tenerte"

BTS - Stay Gold

Se acababa otro cansado día de trabajo para ChuEun, antes de lo debido, como en los últimos tres días. Tanto trabajo, muchos pacientes que atender y dos complicadas cirugías que asistir lo tenían agotado, al punto de que tuvieran que mandarlo a casa a descansar.

Fuera cualquier otro médico, como alguno de los nuevos, le darían el doble de trabajo porque tenía que aprender que ser médico no es una broma. Pero se trataba de Park Chu Eun, su mejor doctor en todo el hospital y, además, el hermano mayor del esposo de su tan queridísimo hijo.

ChuEun a regañadientes guardo sus cosas para largarse a su casa. Estaba tan cansado en los últimos días que había preferido tomar el bus antes que conducir, y era por eso que ahora se encontraba sentado en los últimos asientos del bus que lo dejaba cerca del departamento donde vivía.

Su cansancio lo venció y cerró los ojos. No se dio cuenta de cuanto durmió sino hasta que el camión freno de golpe y se golpeó en la cabeza contra el asiento de adelante y un pequeño niño se rio de él. Frunció el ceño ante su torpeza y comenzó a sobarse la zona lastimada, levanto la mirada y se encontró con la mirada de disculpa de la que parecía ser la madre del niño.

—Lo siento —se disculpó la mujer—, disculpate por reírte de él MinGyu. —la mujer reprendió.

Se dio cuenta del bulto en su vientre y de que todos los demás asientos estaban ocupados a excepción del asiento donde iba su portafolios, así que se apresuró a quitarlo de ahí y ofrecerle el lugar a la mujer.

—No se preocupe, debió de haberse visto muy gracioso, ¿no es así MinGyu? —pregunto al infante, nombrándolo como la mujer lo nombro.

Esta rio. Una vez sentada trato de llevarse al pequeño a sus piernas, pero este se negó diciendo que no quería lastimar a su hermanito.

ChuEun quería morirse de ternura ahí mismo. El pequeño le recordaba mucho a sus sobrinos, en especial a HyeSung, esa chiquilla era una revoltosa a pesar de que todo mundo pensaba que no rompía ni un plato con esa cara de angelito que se cargaba.

Y solamente porque el pequeño le recordaba a su revoltosa sobrina, tuvo la confianza de sentarlo en sus piernas, bajo la apenada mirada de la madre del niño que de nuevo le pedía disculpas, y de igual manera, ChuEun le contestaba que no se preocupara.

El pequeño de nombre MinGyu se sentó tranquilo y no hizo nada más que ver por la ventana, mientras ChuEun iniciaba una plática con la mujer solamente para no sentirse incómodo. Supo que el niño tenía cuatro años, y que venían de hacer unas cuantas compras para el bebé que estaba esperando la mujer, también supo que esta se llamaba MinAh.

Estaba bastante cerca de llegar a su parada, cuando sintió al menor darse la vuelta en su regazo y ahora estaba acunado en sus brazos, parecía tener sueño por sus parpados casi cerrados, pero este los abría tratando de mantenerse despierto viendo directamente a los ojos de ChuEun.