Episodio 46.

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"Porque eres perfecto, y vales la pena

y te lo mereces, por la forma en que te las ingenias

porque te lo ganaste"

The Weeknd - Earned It


¿Cómo fue que llegaron a aquella situación?

Estaba terriblemente avergonzado, aunque la excitación del momento desviaba un poco su vergüenza con lo sucedido hacia no más de una hora, cuando lo recordaba momentáneamente no podía evitar sonrojarse violentamente. Agradecía al cielo y a los dioses que aun estuvieran a mitad del acto sexual para excusar su sonrojo.

Sus ojos se centraron en el cascabel que pendía del cuello del menor, lo abrazo más hacia sí y dejo caer su boca en el hombro contrario para chupar y lamer la zona...

Paremos aquí.

Retrocedamos cuarenta minutos en el tiempo y vayamos al momento en el que el par de enamorados pusieron ambos pies dentro de la casa.

Después de escuchar la propuesta de su menor, lo estaba viendo con los ojos y la boca abiertos, su rostro denotaba a la perfección que no se creía nada lo que estaba diciéndole y después de bufar una risa socarrona estrecho los brazos y entrecerró los ojos.

—Estás loco, ¿de dónde sacarías algo sí? —bufo riendo. ChuEun sonrió más anchamente, sus ojos aun brillaban.

—Tuve un poco de ayuda —le dijo con sorna—. Espera aquí.

ChuEun se levantó del sillón, le acaricio una de sus mejillas y se fue al piso de arriba rápidamente por las escaleras. Dos segundos después escucho como algunas cosas eran movidas, probablemente una caja se cayó y también escucho en murmullos la voz del menor preguntando donde se encontraba no sé qué cosa. Rio y cuando terminaba de hacerlo, vio por el rabillo del ojo que el menor estaba bajando las escaleras mientras se peinaba el fleco.

Estaba levemente sonrojado, y no hablo mientras se sentaba a su lado. Dos segundos después, se giró y le extendió la caja.

Su corazón se aceleró. ¿No estaba jugando con lo que acababa de decirle?

Oh por todos los cielos.

Okay, okay, Jung, cálmate. Inhala y exhala.

Permaneció con su expresión indiferente mientras abría la caja, encontrándose con una envoltura de papel en rosa bebé. No podía ser cierto, no podía ser cierto. Se repetía mentalmente, pero cuando quito el papel, su corazón ya había explotado.

—¿Estás hablando en serio? —murmuro aun sin poder creérselo. Aun cuando ya había visto el contenido de la caja, no podía creérselo.

—Mjm.

—¿Y que se supone que vamos a hacer con esto? —pregunto exasperado.

—¿Un juego? —ChuEun entrecerró sus ojos, se veía como un niño haciendo travesuras.

Travesuras es lo que harán, idiota.

Le susurro su subconsciente. Cerro los ojos y sacudió la cabeza, tratando de eliminar de ahí la voz de su conciencia.

—¿Qué clase de juego? —estaba comenzando a aceptar la propuesta. Un poco de experimentación no le vendría mal, quien sabe tal vez hasta le gustaría.

—Siempre que tenemos sexo estamos turnándonos el rol de arriba, hay veces donde yo no quiero ser el de abajo o donde tú tampoco lo quieres. A veces incluso nos peleamos por eso, es estúpido, ¿y si lo hacemos un juego?

Un Idiota Suicida | Libro III | BaeEunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora