Episodio 51.

224 16 1
                                    

F    I    N    A    L    2  /  2


"Me tienes, cuando te veo sueño que te tengo

dentro de esas oscuras noches

la luz que vimos el uno en el otro

guarda cosas con el mismo significado

nuestra estrella brilla intensamente durante una noche oscura"

BTS - Mikrokosmos


2039

Por alguna extraña razón en aquellos cinco años ChuEun no había podido estar más tiempo de lo que quería en Corea, ya fuese para las vacaciones o algún semestre exentado que le daba un descanso de tres semanas a cuatro, siempre había algo que lo hacía volver a Cambridge mucho antes de que tuviera que hacerlo.

Aquello molestaba tanto a Bae, como a su familia y al mismo ChuEun. Pero no podía hacer nada. Se iba bajo la excusa de algún trabajo o de que su compañero de piso le pedía que volviera porque el dueño del edificio donde se hospedaban necesitaba verlos.

Bae y ChuEun discutieron muchas veces debido a eso, y ya fuese en persona o a través de una computadora, a las pocas horas (sino es que minutos) ChuEun volvía a buscar los brazos y la boca de su novio, o volvía a conectar una llamada por Skype para tener una debida reconciliación.

Han sido meses, demasiados días, en los que ambos se han extrañado y añorado como nunca lo habían hecho, pero también eran días en los que su amor forjaba lazos más fuertes.

Estar separados por kilómetros, sin poder verse o abrazarse como lo desean solamente ha servido para demostrarle a todos que el amor que sienten el uno por el otro es genuino, que a pesar de todo nunca se ha perdido y sigue ahí igual o más reluciente que antes.

Cada día que pasaba, era uno menos para poder volver a estar juntos y era solo aquello lo que los levantaba todos los días con una sonrisa en el rostro, porque cada vez faltaba menos para que toda la tortura acabara.

Ahora Bae se encontraba nervioso, sentado en una de las bancas del aeropuerto con los codos en sus rodillas y sus manos cubriendo su rostro. Había mucha gente y no sabía si se debía a que era el día antes de navidad y muchas personas llegaban o se iban para visitar a sus familias, como sea que fuera, demasiadas personas estaban comenzando a incomodarlo. Bailaba uno de sus pies ansioso mientras se preparaba mentalmente para lo siguiente, pensando con tranquilidad lo que le diría a ChuEun a penas cruzara las puertas que estaban frente a él.

Era el único esperando en aquella zona, porque, aunque había insistido a sus padres y a los de ChuEun, a sus amigos y a los hermanos del menor que lo acompañaran para recibirlo, estos se negaron porque querían darles un poco de privacidad en el momento que volvieran a reencontrarse después de todos aquellos años.

Bufo cuando se descubrió el rostro. Claro. Privacidad. Sí, fingiría que les creía porque ya había descubierto su escondite a unos metros de distancia. No se habría dado cuenta si hubieran sido más inteligentes y se hubieran dispersado por los locales cercanos a donde él se encontraba en lugar de meterse todos juntos en una de las cafeterías.

Debían de estarse burlando de él, era lo más seguro, pero mando todo a la mierda cuando las puertas de descenso se abrieron y las personas comenzaron a pasar por aquel umbral. Se puso de pie y froto sus manos en sus pantalones para eliminar el sudor, se mordió el labio internamente y camino a pasitos un poco temblorosos hasta estar más cerca de las puertas de descenso.

Un Idiota Suicida | Libro III | BaeEunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora