Capítulo 31

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Pov Persa:

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Pov Persa:

Siento que mis pasos no distan mucho de los de un zombie, no tengo las razones suficientes para siquiera colocar una sonrisa en mi rostro. Siendo tan evidente que aquí, en este pequeño grupo falta -de forma bastante notable- alguien.

Se trato de ver su cara y esa falta de remordimiento a la hora de admitir que mató a Kozman. Quien murió por el tonto plan que él mismo había planeado -claramente volviéndonos marionetas más en su juego- y por esa insaciable necesidad de proteger a los suyos.

Es cierto, solo he comido quizá dos veces en los últimos tres días, sin embargo, eso no es un obstáculo para que busque saciar mi sed de venganza. Solo deseo verle sufrir hasta que grite por piedad, tan alto, tan fuerte que desgarre su garganta en el proceso.

Verlo ser arrastrado por Hades hasta el inframundo mientras gritaba el nombre de su padre fue más reconfortante de lo que imaginé. El solo recordar las palabras de Hades -asegurándonos que solo lo hará pasar un momento muy grato con algunos viejos amigos- me llena el pecho con algo muy difícil de explicar, pero que se siente correcto a su manera.

Mi padre continúa hablando, aunque solo veo su boca moverse sin entender cosa alguna. Todos los presentes me observan como si esperasen una respuesta de mi parte y creo que esta de mas el decir que estoy bastante perdida en esta conversación. 

—¿Si?— pregunto al escuchar a mi madre llamarme.

—¿Qué si estás de acuerdo con la idea de Poseidón?— observo a Hades cuando habla.

—Si, totalmente— respondo aun cuando no tengo ni la minima idea de lo que dijo.

—A ver, ¿Qué dije?— clavo mi mirada perdida en mi padre.

Los ojos de todos sobre mi haciendo sentir una especie de asfixia, Hasta la pequeña Angie -que se encuentra sentada en los pies de Haris- me mira curiosa.

—Mmm... no tengo idea— digo con honestidad.

El parece bufar al oír mi respuesta como si ese fuera el peor pecado que puedo cometer.

—¿Qué piensas sobre ir al Olimpo?— se encoge de hombros como si hacer esa pregunta fuera la cosa más normal del mundo.

Abro y cierro mi boca varias veces sin saber que responder, Zeus se adelanta.

—Creemos conveniente que tengan conocimiento sobre el lugar antes de...— hace una pausa sopesando sus palabras—De que asuman su puesto como diosas, deseamos que se asocien con el Olimpo y los demás dioses.

La palabra diosas haciendo eco en mi cabeza.

Eso seremos, diosas. No se como lograremos eso, pues somos simplemente unas semidiosas que se encuentran envueltas por una profecía de mierda que prácticamente nos obliga a tomar los reinos de nuestros padres. Sé que en otras circunstancias estaríamos más que agradecidas por dicho privilegio, pero es triste obtener algo a base de la muerte de otra persona y siendo completamente honesta esa profecía es una basura con nada de coherencia en ella.

Las Hijas De Los Tres Grandes (DDA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora