Al nacer la hija de Afrodita, Hemna, ésta le da un don. El don de la belleza y el encanto, pero, ¿Qué pasa cuando los tres grandes, Zeus, Poseidón y Hades, caen rendidos por su belleza?
Tras una relación amorosa con los tres grandes, Hemna concede...
Kozman asintió pensativo—Creo que no es muy bueno estar aquí, no es seguro— le habló a mi madre— No sabemos que pueda pasar y ellas aún no saben como defenderse—mi madre asintió para luego darnos un vistazo a todos.
—Vamos a casa, está bien protegida nadie nos encontrará allí, es segura—habló mamá con la vista fija en la mujer morena, Kozman la miró, pero su mirada buscaba una respuesta a lo que ella dijo—Fue un regalo de madre—se encogió de hombros, miró mi brazo algo preocupada—Estás lastimada—tocó un rasguño que me hice no sé cuando y solté un quejido.
—Lo curamos en la casa— dijo la castaña con la lanza—Ahora nos tenemos que ir, no sabemos si ellos aún están por ahí—comenzamos a caminar a casa.
Zell iba hablando con la chica morena, Haris con la castaña, Kozman con mamá y yo solo iba atrás viendo cómo Elodie y Dysis discutían por algo.
[...]
Llegamos a casa unos minutos después luego de despedirnos de las mellizas. Mamá dijo que nos teníamos que sentar en la sala principal, ya que había un tema muy importante de que hablar.
Cuando todos estabamos sentados en el sofá mamá habló.
—Hay cosas ocurriendo en el mundo que ustedes no se imaginan y hay personas afuera que quieren lastimarlas— titubeo por un instante—Como madre siempre trato de protegerlas pero no siempre estaré ahí con ustedes. En ocaciones le pido ayuda a sus padres pero no siempre soy escuchada— se detuvo y siguió luego de unos segundos—Hoy estuvieron en peligro porque esos hombres no eran simples ladrones, son seres que llevan tiempo queriendo lastimarlas para llegar a sus padre su, aún no puedo decirles quienes son porque ellos me tiene prohibido mencionar su nombre, pero pronto sabrán toda la verdad, muy pronto—.
Las tres nos miramos esperando una explicación mejor porque eso solo hizo que estemos más confundidas sobre el tema.
—Creo que no me he presentado correctamente— se puso de pie la castaña poniendo su lanza a un lado del sillón— Soy Xena Mitre, amiga de su madre y Kozman desde que tengo uso de razón y estoy muy feliz de poder conocerlas, lástima que fue en estas circunstancias— nos dio una sonrisa sincera pero solo me pude percatar de lo espléndido que sos sus ojos, su ojos derecho es verde mientras que él izquierdo es azul, recuerdo haber leído que eso se llama heterocromía.
—Hola Xena, perdón por la indiscreción pero tienes unos ojos fabulosos, es que me tienen hipnotizada— Haris tenía una fascinación que se podía palpar en el aire.
—Oye no hay problemas y gracias, me encanta tu cabello, siempre quise ser pelirroja, al igual que el de Zell, tú madre me dijo que tú cabello es gris desde tu nacimiento y eso es maravilloso porque creo que no he visto otra persona así— ahora la fascinada era Xena.
—Bien, mi nombre es Ateia y conozco a su madre porque ella y yo somos...
—Ex compañeras de clases, eso somos— mamá la interrumpió antes de que pudiera terminar la oración, Ateia la miro buscando una respuesta pero mi madre le restó importancia con un gesto de mano—Creo que todos deberíamos ir a descansar luego de un día tan largo y exhaustivo— sugirió— Xena, Ateia y Kozman vengan les diré donde dormir— ellos se despidieron y se fueron con mamá.
—El día más raro de mi vida, de principio a fin— soltó Haris antes de subir por la escalera.
[...]
Me desperté en medio de la madrugada sedienta por lo que me vi obligada a ir por un vaso de agua, baje a la cocina y me serví de aquel líquido que tanto bien nos hace.
Escuché voces provenientes del patio así que solté mi vaso y tomé un cuchillo de punta fina, caminé con sumo cuidado por la oscuridad hasta llegar a la puerta corrediza, me detuve al escuchar la voz de mamá, intente ver pero me era imposible y la única forma era abriendo la puerta que esa demasiado ruido, no, no me voy ha arriesgar a ser descubierta así que mejor solo oigo.
—Eres un egoísta, solo piensas en ti— mamá se escuchaba muy enojada—¿Que hubiera hecho si a ella le pasaba algo? No ¿Qué hubieras hecho si a ella le pasaba algo?— guardo silencio esperando una respuesta que nunca oí por lo que supuse que hablaba por teléfono— Te pedí ayuda por nuestra hija, NUESTRA HIJA, ¿Y dónde estabas? ¿Qué hiciste? Nadaa porque nunca haces nada cuando se trata de Persa— me quedé frisada al oír mi nombre junto a las palabras "nuestra hija" ¿Acaso hablaba con mi padre? Y de ser así ¿Por qué estaba tan enojada con su falta de ayuda en el incidente de hoy? Necesito respuestas rápidas.
—Sabes que nunca las dejaría solas, ni a tus otras hijas, cada vez que me has pedido ayuda ahí he estado, sabes lo que me dolió abandonarlas— estaba ahí, mi padre está al otro lado de la pared pero no me puedo mover, lo deseo pero simplemente mi cuerpo y mente no se pueden sincronizar— No actué porque lo envié a él, le dije a mi hijo que viniera a cuidarlas y eso hizo, Kozman vino porque se lo pedí—.
Escuché pasos detrás de mí pero no le presté atención hasta que me hablaron.
—No deberías escuchar conversaciones privadas, ¿Que buscas?— no le preste atención porque una sola duda cruzaba por mi mente por lo que debía sacarla cuanto antes así que la dejé salir...
