Capítulo 4

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2022

Coldville, Australia.

El olor a café inundaba el lugar y el sol se filtraba por los ventanales dando un aspecto hogareño al local. Scarlett paseaba rápidamente de un lado al otro llevando los pedidos lo más rápido posible. Era uno de esos pocos días que le tocaba trabajar y había más clientes que de costumbre. La campanita de la puerta sonó, indicando que alguien había entrado. Con su pelo en un rodete desordenado y su delantal manchado de café, vió como Michael entraba y se sentaba en la barra.

-Hola, querida.-la saludó alegremente. Él se veía impecable mientras ella parecía haber sido atacada por algún tipo de animal salvaje. Estaba siendo un día largo de trabajo y su humor no era el mejor.

-¿Querida?¿En serio?-se quejó. En esas tres semanas de conocerse y haber investigado a fondo una de sus tantas vidas pasadas, él le había puesto varios apodos. Al parecer, el que le tocaba ahora era "querida", un poco menos ridículos que los otros.

-No te quejes, es mi favorito hasta ahora.-le replicó. Se acomodó en su lugar para ponerse más cómodo y la miró a Scar acomodar las tazas lavadas en su lugar. - Más tarde nos vamos a juntar con Larry y Ryder en un club que inauguraron hace unos días. Si quieres puedes decirle a las chicas y vamos todos juntos.

En esas semanas, los amigos de Michael se habían enterado de todo el asunto de la bruja y, al contrario de lo que había creído, no se burlaron de él. Tanto ellos como Sonia y Anna habían sido de mucha ayuda para encontrar cosas que por su cuenta no habrían podido hacerlo. Entre toda la locura, habían congeniado muy bien y pasado tiempo juntos tan solo para conocerse mejor e ir a tomar algo de vez en cuando. Se estaba formando un grupo de amigos muy unido y todos lo habían notado.

-No sé.-respondió.- Seguramente termine agotada por el día de hoy y además tendríamos que empezar a investigar sobre la vida de 1978...

-No tenemos ningún apuro por hacerlo.-la interrumpió antes de que empezara a divagar. Se había dado cuenta que cada vez que se ponía nerviosa, o algo por el estilo, largaba un vómito de palabras hasta que alguien la detuviera. Se estaba acostumbrando a ser él quien la parara.- Te aseguro que lo mejor que puedes hacer después de un día de trabajo, es relajarte e ir a bailar con tus amorosos amigos.

Scarlett lo observó con los ojos entrecerrados. Estaba al tanto de que si se negaba, de todas formas sus amigas la arrastrarían. Si ella no les comentaba sobre la invitación de los chicos, Larry se lo diría a Anna.

-Está bien.-aceptó con pesar.- Luego mándame la hora y en dónde nos encontramos.

La sonrisa en la cara de Mike se hizo aún más grande.

-Gracias, no te arrepentirás.-se colgó de la barra para llegar hacia Scarlett y depositar un tierno beso en su mejilla.-Nos vemos a la noche, Scar.-se despidió y salió del local rápidamente, dejándola con una sonrisa idiota en la cara y la mano posada donde antes estuvieron sus labios.

 Esa noche, arreglaron que cada grupo iría por su cuenta y se encontrarían en la puerta del club. Ellas irían desde el departamento de Scarlett en el auto de Sonia, y a ellos los pasaría a buscar Michael en su auto.

Anna estaba completamente emocionada y se paseaba por la habitación de Scarlett buscando el maquillaje, zapato o accesorio que le faltara. Por su parte, Sonia y Scar estaban listas hacía diez minutos y la estaban esperando a ella. Comprendían su emoción, era la primera vez que ponían algo interesante en ese pueblucho, y esta vez se quedaría para siempre, a diferencia de esas ferias anuales que estaban cada tanto.

Una vez que Anna terminó de prepararse, se encaminaron al club. Prendieron la radio para irse ambientando y la canción que sonaba era "Crying in the club" de Camila Cabello. Comenzaron a cantarla a los gritos, desafinadas y entre risas. Antes de que terminara la canción, llegaron al lugar. Sabían que estaban cerca como para ir a pie, pero si alguna llegaba a tomar demás, era preferible volver en auto. Sonia sabía que no iba a ser una de las que se emborrachara, por lo que no tenía problema en devolver a cada una a su casa en perfecto estado.

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